CASCADA DE LA FERVIENZA (Foncebadón, León)

Nos desplazamos a uno de los lugares del Camino de Santiago en León mas especiales, la localidad de Foncebadón, para comenzar la ruta. Dejaremos el coche aparcado en la calle principal, enfrente de la Taberna el Trasgu.

Desandamos la calle principal por donde hemos entrado hasta llegar a la carretera y tomamos el primer camino que sale a mano izquierda donde ya nos encontraremos señales indicativas de la ruta.

Podemos seguir por ese camino pero un residente de Foncebadón nos aconsejó que bajásemos al valle directamente a la altura de la torre de alta tensión y así lo hicimos. La bajada es pronunciada pero la llegada al fondo del valle y a orillas del Arroyo del Rial es muy bonita.

Un sendero al lado del arroyo nos acompaña todo el camino hasta la misma cascada de la Fervienza, durante este trayecto podemos ver como árboles caídos de gran tamaño hacen las veces de puentes naturales sobre el arroyo.

La llegada a la cascada es el tramo más complicado, la pendiente es pronunciada y hay que hacer uso de todas las extremidades en algunas zonas para poder llegar, eso sí, la llegada merece la pena.

Una cascada natural de cuento, el agua está helada, aunque vimos algún valiente que metió todo su cuerpo dentro, yo me metí hasta media pierna y creía morirme. Tomamos un almuerzo sentados en las rocas de la cascada para reponer fuerzas y continuamos la ruta.

La vuelta no se hace por el mismo sitio por el que vinimos puesto que la ruta es circular, el camino asciende repentinamente hasta lo alto del valle, pero esta vez por el lado contrario al que vinimos. La parte mas complicada es subir un cortafuegos, pero una vez arriba el terreno es llano amplio y se camina sin dificultad.

La zona de monte está perfectamente señalizada y balizada y veremos a nuestro paso grandes zonas de pinares.

Llegaremos a Foncebadón por la parte alta del pueblo y tomaremos la carretera hasta llegar a la Taberna de Gaia, el final de la ruta (nuestro vehículo está justo detrás de esta taberna). ¡Y qué decir de la Taberna de Gaia!, un sitio muy pintoresco, decorado muy al estilo celta - templario, la comida es exquisita y merece la pena parar porque el edificio es impresionante, tiene hasta una recreación de una palloza. El trato muy bueno, sin duda un lugar para repetir.