Cascada de la Cimbarra, Charco del Negrillo y cascada del Cimbarrillo. JAÉN

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Hoy nos dirigimos al Paraje Natural de la Cimbarra, en Sierra Morena. Situado a 2 kilómetros de la población de Aldeaquemada y perfectamente señalizado desde ésta.

Desde el aparcamiento habilitado para ello, echamos a caminar por un sendero que en pocos minutos nos lleva a divisar la parte alta de la Cimbarra. Veremos al río Guarrizas desaparecer tras una poza provocada por la fuerza del agua, que precisamente en esta época del año y las escasas lluvias deja a la cascada en paños menores.

Desde esta posición podremos observar el cortado del desfiladero, que tiene su inicio a los pies del Molino de la Cimbarra, por el que pasaremos en breve, y los miradores de la Cimbarra y del Desfiladero justo enfrente, pero antes nos adentraremos en el cortado para bajar a los pies de la cascada.

El sendero perfectamente señalizado desemboca en un cruce, izquierda a los miradores, derecha a la cascada. Optamos por la derecha, que nos baja zigzagueando por un resbaladizo camino empedrado, sobre todo en los lugares de umbría y por la humedad del ambiente.

La cascada de la Cimbarra es una caída de 40 metros y su profunda poza nadie nunca ha conseguido averiguar los metros que tiene. En alguna ocasión se ha metido una sonda y no ha llegado al fondo, se cree que puede tener entre 30 y 40 metros de profundidad.

La posición de la pared por la que el río Guarrizas se despeña, es debida a una falla, y la composición de la roca es de cuarcita, material de gran dureza por lo que se evita la erosión.

En épocas de lluvias, dicen los lugareños que la furia con la que cae el agua aquí se escucha desde el pueblo y sobra decir que sales empapado si bajas a verlo.

Volvemos a subir, pasando por delante del molino, y nos dirigimos a la Plaza de Armas, balcón desde el que veremos a la Cimbarra en frente desde su mirador.

Desde aquí, nos queda otro, el del Desfiladero.

Proseguimos la marcha en busca del Arroyo de Martín Pérez, bajando hasta el fondo del barranco, seguir el curso de las aguas por su margen derecha. En escasos 15 minutos habremos llegado al Charco del Negrillo y su cascada. Un remanso de paz con espejo incluido.

Volvemos sobre nuestros pasos, remontando el arroyo Martín Pérez que nos llevará de la mano hasta la cascada del Cimbarrillo.

El lugar no tiene desperdicio. Igual que la Cimbarra es la más famosa y la que tiene más visitantes y cumplidos, ésta debería tener admiradores haciendo cola, pero no es así. Por tener tiene hasta fuente y taza con cadena anclada a la pared que algún samaritano desconfiado ha puesto al servicio del sediento.

Dan ganas de quedarse aquí pero volvemos hacia atrás, giramos en seguida a la izquierda para subir a la parte alta del Cimbarrillo y cruzar el arroyo unos cuantos metros más atrás, arribar al merendero y nada más pasar la primera barbacoa, girar a la izquierda
y enfilar sendero arriba para tomar atajo al aparcamiento.

También se puede cruzar todo el merendero hasta dar con una pista de tierra, girar a la izquierda y en ligera subida llegar al aparcamiento.

Todos los caminos llevan a Roma.