Cascada de Fanes desde el aparcamiento de S. Uberto, por la SS51 y Cortina de Ampezzo. Alpes Dolomitas.

Una muy bonita ruta, que se inicia en un aparcamiento situado cerca de un codo en la SS51, y que nos lleva hasta un impresionante mirador sobre la bellísima Cascada de Fanes, considerada la más bonita de los Dolomitas. Las buenas noticias incluyen que ha llovido bastante la tarde y noche anteriores, por lo que la cascada tiene un buen caudal, pero eso mismo hace más complicado el acceso directo hasta la parte alta de la cascada, que evitamos por razones de seguridad, conformándonos con verla a corta distancia, desde el Mirador de la Cascada.
Nos dirigimos a Cortina de Ampezzo, para luego seguir por la SS51 (la Strada di Alemagna), que sigue el valle del Torrente Boite, hasta llegar a una cerrada curva desde la que se accede por la izquierda a un aparcamiento bastante amplio que lleva el nombre de Sant Uberto. Ahí dejaremos el coche, para a continuación descender por un bellísimo sendero de montaña hacia el Pian de Loa, cruzando al llegar a el, por un pequeño puente, el Torrente Boite, que aquí, antes de recibir las aguas del río de Fanes, tiene un moderado caudal.
El llano de Loa es bastante irregular en las cercanías del río (no es un llano, a pesar del nombre) y encontramos un aviso de cierre de un sendero vecino y vemos a varios grupos de trabajadores reparando algunos desperfectos. Tras unos cientos de metros llegamos a lo que sí es apropiado llamar Pian de Loa, donde hay algunas construcciones de madera y una curiosa fuente, en un llano despejado, con pastos rodeados por montañas en un impresionante paisaje alpino. Sólo por llegar aquí ya merece la pena venir.
Al fondo, al suroeste, encontraremos un amplio sendero, que sigue a cierta distancia el curso del río de Fanes, mientras asciende unos 120 metros desde el llano hasta el Mirador de la Cascada. El ascenso, de 1,5 km de longitud aproximadamente, es de escasa exigencia, por lo que probablemente no hay razón para limitar las visitas. A medida que ascendemos el río se encañona y el estruendo de la cascada es cada vez más audible, con lo que esperamos verla tras cada recodo. Tardaremos algo, pero cuando aparece despierta la admiración de todos los presentes, que corren hasta la balaustrada del Mirador para hacer fotos y vídeos y luego, ya más tranquilos, sentarse un rato donde pueden para disfrutar por un tiempo de uno de los paisajes más bonitos de los Dolomitas.
Pero, si las condiciones del suelo hubiesen sido mejores, podríamos haber disfrutado de una prolongación que hubiera hecho aún más inolvidable este sendero. Es fácil y claro, así que se lo cuento y, si van por allí y el tiempo lo permite consideren la posibilidad de ampliar la visita. Justo a la entrada del Mirador, entre unos árboles encontrarán el inicio de un agresivo sendero, protegido por traviesas de madera para limitar deslizamientos y marcado con las barras blanca y roja, que baja por la ladera hacia el lecho del río de la Cascada de Fanes. Al llegar abajo, muy cerca de la pequeña laguna que forma la cascada en su parte baja, encontrarán una barrera de grandes piedras que no es recomendable atravesar pero, pocos metros más abajo, encontrarán una pasarela metálica que permite cruzar al otro lado del río, y conecta tras una breve trepada con un sendero que luego sube por la vertical pared hasta llegar a un punto alto, donde se hace menos inclinado y permite llegar hasta la misma catarata, permitiendo pasar un trecho por detrás de la caída de las aguas. En mi opinión, este sendero es muy agresivo y los que quieran intentarlo deberían tener cierta experiencia en alpinismo, además de llevar algún materal de apoyo (vea las fotos, si cree que exagero). No vimos a nadie al otro lado y ninguno de los presentes manifestó oposición alguna a la idea de no ir hasta la cascada, pero ya se sabe: nunca digas nunca y al parecer hay gente que lo hace.
Bueno, excelentes vistas en un maravilloso lugar, pero hay que volver, así que deshacemos el camino hasta llegar al Pian de Lao, y ahora cambiamos de camino, para seguir por un nuevo sendero, al lado del río de Fanes hasta su unión con el Torrente Boite, lo que ya deja un río con bastante caudal, aunque poco después el cauce se ensancha y las aguas se apaciguan. No lo veremos, nos desviamos a la izquierda para buscar un puente que cruza sobre el Torrente Boite y, al otro lado, encontraremos una escalera protegida con tramos de madera, que sube en busca de otro precioso sendero de montaña, por el que continuaremos hasta una barrera de metal, entrando poco más allá en el aparcamiento de Sant Uberto, donde acaba la ruta.
En conjunto, una ruta corta, fácil y bellísima, con impresionantes paisajes alpinos, que se puede complicar haciendo la parte que hemos descrito desde el Mirador hacia la cascada. Por supuesto, buen calzado de montaña y protección térmica son indispensables; algo de agua es aconsejable y los bastones ayudan. Si hace la prolongacion lleve al menos una cuerda, por si acaso.