Capileira, Puente Abuchite, Cebadilla, Laderas de Río Toril, Acequia del Sabinar, Refugio Poqueira, Acequia Alta

Magnifica ruta, siguiendo parte de una de las tantas que nos ofrece Fran Cuadrado, por las laderas del Río Toril, pero añadiendo el sendero que discurre junto a la Acequia del Sabinar, pasando por el Río Veleta, hasta el enlace con el Río Seco y la Acequia Alta, y en dirección al Refugio del Poqueira; y volviendo por la citada Acequia Alta, hasta desviarme, junto al último cortijo en dirección al sendero local que accede a Capileira.
Pues bien, hay que decir que la naturaleza está haciendo muy bien su trabajo, llenando de maleza los senderos, y que algunos de ellos, siendo tan poco transitados, prácticamente esconde el recorrido.
En cuanto al recorrido, muy bien descrito y detallado por cierto, y una vez en la junta del Río Toril, con la ladera que accede a la parte alta del equipamiento de la Central Hidroeléctrica de La Cebadilla; de inicio he tenido que trochar algunos pequeños tramos, debido a la tan citada hierba alta, hasta situarme ya en la arista que sube al sendero.

También he de indicar que el recorrido que accede, por lo menos hasta la zona de cascada, justo por encima de la Acequia del Sabinar, y debido a la poca afluencia de montañeras/os por esos lares, así como la maleza y el paso de los años con sus correspondientes inclemencias meteorológicas, hay zonas donde el sendero es pequeño y estrecho, con una pequeña inclinación, además de tierra y piedra suelta, con lo cual se recomienda ir con tranquilidad y buen paso, y no debe haber problema alguno.

Asimismo, una vez finalizada la Acequia del Sabinar, decido (hoy estaba en plan explorador) empezar a zigzaguear el terreno de subida en dirección al Refugio del Poqueira, y, sinceramente, ha sido un acierto, ya que no ha resultado tan penoso y pesado como el sendero que parte desde la Acequia Alta.

Por último, y ya un poco cansado y con ganas de terminar, he realizado una última trocha (que recomiendo obviar) en el sendero final hacia Capileira.

Bueno, que decir más, pues una verdadera maravilla de naturaleza, con el sólo ruido de los pájaros y el cauce del río, algunas vaquitas y sus terneros, y unas panorámicas estupendas.