Cape Reinga

Esta ruta ha sido registrada como más corta de lo que realmente es. Inicié la grabación en el lugar donde el sendero se bifurca, para seguir por una parte al faro de Cape Reinga, y por otra bajar a la playa, desde donde en bajamar se puede seguir hasta las dunas del Cabo Marie van Demien. A la hora que lo hicimos el mar estaba subiendo, y no completamos el recorrido (que puede superar los 16 km. en conjunto) para evitar problemas a la vuelta. Aunque el camino de vuelta al aparcamiento ha sido registrado en sentido único, el visitante debe hacerlo en ambos sentidos, por lo que el track también debería incrementarse en 1 km más o menos para incluir esta parte.
El faro en si mismo es una imagen notable, pero el entorno en que se encuentra lo es mucho más. Maravillosas playas de arena fina y altos acantilados batidos por el mar crearon una imagen muy similar a la de rincones muy especiales del siempre recordado terruño astur. Cercanas, unas impresionantes dunas de arena, por las que descendían sobre surfs de arena algunas personas, componían otras imágenes de ensueño, dentro de la Te Paki Recreation Reserve, pero también hasta mucho más abajo, siguiendo la Ninety Mile Beach a lo largo de la península de Aupouri.
La zona en si mismo es de leyenda: los Maoríes consideran que el cabo Reinga es el lugar por donde las almas de los muertos emprenden su camino al más allá espiritual, precisamente en esa rampa que se ve en la pequeña península situada por debajo del faro. En un promontorio cercano, al Este, se encuentra un árbol pohutukawa de, dicen, 800 años de antiguedad, por cuyas raices se deslizan las almas de los maoríes. Esto hace de la zona un enclave sagrado en la cultura maorí; no se debe acercarse al árbol, ni comer o beber en la zona.
Pero geográficamente también tiene una importancia considerable: el trozo de mar situado frente al cabo es el lugar donde confluyen el Mar de Tasmania y el Océano Pacífico, y no siempre lo hacen de modo tranquilo. En los días de tormenta, en esa zona de union se producen olas de más de 10 metros de altura. Incluso en el tranquilo día de nuestra visita, veíamos con claridad olas de apreciable tamaño en ese lugar.
No es el cabo Reinga la zona más al norte de Nueva Zelanda, para la isla Norte ese lugar corresponde a los acantilados de Surville, al este del cabo, y para la totalidad a las islas King, refugio de vida natural en el que se conservan múltiples especies en peligro de extinción, y en las que se ha prohibido el establecimiento de humanos.
Pocas cosas son más fáciles que llegar al Cabo Reinga, si se dispone de un coche o se utiliza otro medio de transporte (hemos visto personas en bicicleta que afirmaban estar cruzando Nueva Zelanda en su totalidad): basta con seguir la carretera nacional 1 hasta su final. El paisaje le encantará, y mis compañeros dicen que el baño que se dieron en la playa al oeste del cabo (Te Werahi Beach) fue excelente; así que si va en verano no olvide el bañador; si va en invierno o hay temporal me lo cuenta, si me hace el favor.
Nueva Zelanda está llena de lugares maravillosos: el cabo Reinga y las dunas son unos de ellos. Si va, no se lo pierda. Está lejos, pero merece la pena cada uno de los km. recorridos para llegar allí.
Aunque todavía nos quedamos dos días más en Nueva Zelanda, este fue el último día de trekking. Nuestro viaje fue maravilloso, escogimos el tiempo adecuado y lugares para visitar que nos maravillaron, pero seguro una gran parte de las razones por las que nos ha salido tan bien ha estado en el excelente trabajo de la agencia de viajes (Mundoexplora) que preparó el itinerario definitivo, realizó todas las reservas y arregló los escasos problemas que surgieron. Excelente trabajo, Vania. Gracias por todo.