Cañón del Añisclo: Ermita y Cueva de San Urbez - Palanca de Cumaz - Selva Plana - La Ripareta - Entrada a Los Estrechos.

Los planes tampoco se cumplieron hoy al 100%. Al llegar al aparcamiento de la Ereta de Biés uno de los guardas me dijo que había caído mucho agua y granizo por la noche y que los torrentes y cascadas iban con mucho caudal, pero que imaginaba que con cuidado no habría problema en llegar hasta Fuen Blanca (el Collado de Añisclo son palabras mayores).

Efectivamente, hubo que meterse bastante en agua y barro para hacer la ruta y al final, pasado el Barranco de San Vicenda y casi en la entrada de Los Estrechos, tuve que darme la vuelta ante el caudal de la cascada que cruza el sendero, por lo que me quede a un kilómetro de la Capradiza, que era el objetivo mínimo que me había planteado (desde donde se abre el Cañón y ya se ve la Fuen Blanca y el Collado final) y poco más de dos de la Fuen Blanca, que era el objetivo real de esta ruta (para ver el Circo del Añisclo con el telón de fondo de las Tres Sorores).

Y tras las lamentaciones, decir que la ruta realizada es sencillamente espectacular (supongo que de hacerla completa tendría que calificarla de majestuosa). Sólo la carretera de nueve kilómetros en sentido único que llega hasta allí por el Desfiladero de las Cambras, ya merece una excursión por si misma.

Y metidos en harina decir que el Cañón labrado por el Río Bellós es una auténtica orgía, tanto visual como auditiva; un continuo tronar de la aguas fruto de las innumerables cascadas, torrentes y rápidos que se alternan sin parar.

Y en cuanto a la Flora, aquello es un jardín botánico en el que el ojo acaba saturado por las infinitas tonalidades de verde... ¡no quiero ni pensar cómo puede ser aquí el otoño!.

Como siempre, a falta de mayores explicaciones técnicas, dejo una ruta con una buena cantidad de fotografías.