Cañón de Añisclo. Por San Urbez-Portillón-Cumaz- Selva Plana. Y regreso. Parque Nacional de Ordesa.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Nota importante: El desnivel de la ruta es mucho menor de lo que marca el track. A lo sumo rondará las 700m. Y quizá sea algo menos. La longitud también es algo menor de lo que marca el cuentakilómetros (debido a la limitada recepción de señal GPS en algún tramo encajonado del cañón).
La ruta sin duda es una de las más atractivas que se pueden realizar en el Parque Nacional de Ordesa. No tiene dificultad alguna ya que transita por buen camino todo el rato y los paisajes son sencillamente impresionantes, tanto las altas y rotas paredes del cañón, cuando caminas bajo ellas, como los espesos tramos de bosque, como por supuesto el protagonista principal, que ha esculpido durante miles de años este paisaje, el potente y bravo río Bellós, con sus buenas cascadas, que en algunos momentos caen de manera continua.
La primera parte del recorrido la tenemos que hacer por asfalto, ya que entrando por el oeste, como hacemos nosotros, no tenemos más opciones de aparcamiento. Entrando desde el este se puede acceder a un aparcamiento, que está donde empieza la ruta realmente. El tramo primero hasta que se entra propiamente en el cañón es circular y se puede hacer en ambos sentidos. Nosotros elegimos el que pasa por el bonito puente de piedra de San Urbez y la ermita homónima. Después comenzamos a internarnos en el cañón. Pasamos por varios rincones de gran belleza, aunque lamentablemente algunas impresionantes cascadas cuesta verlas entre la selva por la que transitamos. Uno de los parajes más vistosos sin duda es el conocido como Cumaz, un recodo panorámico que hace el río. Después se sube bastante hasta llegar a ganar suficiente altura para caminar sobre el encajonado cañón, es la conocida como Selva Plana, que tiene un interesante mirador nada más acceder a ella. Caminamos un rato por este cómodo y bello tramo de camino, observando algunos de los impresionantes ejemplares de hayas que aparecen por doquier. No tenemos más tiempo así que lamentablemente nos tenemos que dar la vuelta sin llegar a la Ripiera, ni a Fuenblanca. Retornamos por el mismo camino hasta las inmediaciones de la ermita de San Urbez, en donde bajamos para cruzar un puente y subir por otro camino hasta salir al asfalto.