Canigó desde Fillols por la Canal del Gendarme

Si me pidieran nombrar la montaña más especial para cualquier excursionista catalán, seguramente nombraría el Canigó, una meta que muchos de nosotros nos ponemos cuando empezamos en esto de subir montañas.

El coche lo dejaríamos en un aparcamiento al que se llega tras un par de kilómetros por una pista infernal por la que no se como el coche llegó entero.

Iniciamos la andadura avanzando por un sendero bastante vertical que va atajando una pista que va serpenteando por una ladera boscosa.

Después de una dura subida decidimos aprovechar que aparece la formación rocosa de La Tortuga para realizar una breve parada para recuperar fuerzas.

Tras un rato de dura subida enlazamos con la pista por la que ahora avanzaremos, ganado altura pero ahora de forma mucho más suave, siguiendo un bonito camino labrado en la roca.

Continuamos avanzando hasta llegar a un antiguo refugio, el Refuge de Balatg, que aun puede usarse como refugio libre de fortuna ya que se encuentra en bastante buen estado.

Metros más adelante llegamos a la Fuente de Balatg.

Al llegar a una curva comprobamos que hay dos pivotes que nos marcan el principio de un sendero que nos ayudará a acortar la ruta evitando seguir por la pista.

Se trata de un sendero bastante ancho que va realizando lazadas y que además nos permite realizar algún atajo en el mismo, eso sí, por laderas muy inclinadas que siguen trochas jabalineras un poco salvajes, pero muy divertidas.

El sendero nos vuelve a dejar en la pista pero ya mucho metros más arriba, momento que de nuevo el sendero pierde algo de inclinación y nos permite recuperar un poco las fuerzas.

La pista nos lleva directos a la Jasse des Petits Cortalets, un pequeño refugio libre que se encuentra en muy buen estado, como la gran mayoría de refugios libres franceses.

Al llegar a una curva podemos elegir entre seguir por la pista o por las marcas de GR-10, elección que nos atrae más.

Finalmente, tras una dura subida llegamos al Refuge dels Cortalets, donde nos pegamos una buena cena.

Con las primeras luces de la mañana nos levantamos, desayunamos y nos ponemos en marcha.

Empezamos siguiendo las marcas del GR hasta llegar a un perdedor cruce de caminos donde es muy facil confundirse como nos pasó a nosotros.

Tras el error decidimos realizar un trochemoche por una ladera muy vertical con algunos bloques para conseguir llegar al sendero de forma bastante rápida y directa.

Ya en el sendero nos toca ir avanzando siguiendo una peregrinación mientras los abetos van dejando paso a las praderas conforme se gana altura.

Conforme vamos avanzando cada vez van aflorando más rocas y se nos va mostrando un ambiente mucho más alpino.

Al llegar a un collado cambiamos de vertiente y empezamos un suave descenso que nos ha de llevar hasta la Portella de Valmanya.

Al llegar a la Portella de Vallmanya toca realizar la zona más técnica de la ruta, empezando por un flanqueo que va ganando altura poco a poco, por un terreno bastante roto.

Después de un rato llegamos a la salida de la canal de la Brecha Durier.

Desde aquí enseguida llegamos al inicio de la chimenea, última dificultad para coronar el Canigó.

Quiero remarcar que fuimos los únicos que llevaban casco, a mi entender si que es cierto que no es un sitio difícil, pero hay mucha piedra suelta y no para de subir y bajar gente, por lo que es muy fácil tirar piedras y que una de ellas te llegue a abrir la cabeza, pero bueno, cada cual con su seguridad y su integridad física.

De nuevo en faena, lo primero que se ve es el impresionante gendarme que protege la chimenea.

La subida en si no tiene ninguna complicación, es tan sencillo como seguir las marcas y flechas amarillas que nos van marcando por donde tenemos que trepar, siempre con pasos muy sencillos donde apenas hay que apoyar las manos.

No es hasta justo el final de la canal donde tendremos un paso que tal vez sea de I+ para superar una bonita chimenea, justo antes de la cima, y lugar donde se forman todos los atascos de la gente que sube con la que baja.

Tras superar la chimenea nos encontramos a escasos metros de la cima, por lo que ya solo nos queda avanzar hasta la cruz y la mesa de orientación para decir que hemos coronado el Canigó.

Después de un rato disfrutando de la cima toca empezar el descenso, y para ello seguiremos la ruta normal, que nos va llevando en dirección Norte siguiendo el cordal.

Este sencillo camino nos va llevando poco a poco hacia el Pic Jofre, momento donde el terreno rocoso del Canigó va dejando paso a uno mucho más herboso y colorido.

Ahora vamos avanzando por un terreno mucho más cómodo que nos lleva a pasar al lado de la Fontana de la Pedrix mientras vamos perdiendo altura de forma muy gradual.

Tras un rato de descenso llegamos a l'Estanyol, donde enlazaremos con el GR, que ha de dejarnos en pocos minutos de nuevo en el refugio de Cortalets.

Ahora nos tocará desandar el camino recorrido el día anterior para llegar al refugio hasta llegar de nuevo donde dejamos el coche el día anterior.

A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:

Tipo de ruta: Circular
Dificultad técnica: Media
Dificultad física: Difícil
Distancia: 27,87 Km
Punto más alto: 2.785 m
Punto más bajo: 950 m
Desnivel positivo: 2.050 m
Desnivel negativo: 2.050 m
Desnivel acumulado: 4.100 m
Cimas ascendidas: 2
Tiempo empleado: 21 horas 18 minutos
Tiempo en ruta: 9 horas 54 minutos
Tiempo en movimiento: 6 horas 27 minutos
Velocidad media: 2,75 Km/h
Ritmo: 21:49 min/Km

Podéis ver más detalles en la crónica de mi blog, en el enlace de abajo.