Candelario. Marcha Cascanueces.

Ruta diseñada y organizada con carácter anual por el Grupo Candelariense de Montaña desde el año 2005, que, igualmente, se ocupa de mantener los trazados transitables, aunque en estos momentos hay zonas que necesitan urgentemente labores de limpieza y restauración, en particular después del gran incendio que afectó a la zona en el verano de 2022.
Ruta realizada el día 10/12/2022 por la mañana.
A TENER EN CUENTA:
No es recomendable realizarla tras periodos de grandes lluvias, como ha sido mi caso. La conozco bien y la ha realizado varías veces, pero en el día de hoy he tenido que descalzarme y quitarme incluso los pantalones para cruzar algunos arroyos y, lo más peligroso, el Río Cuerpo de Hombre en Hoya Tiñero, con un caudal espectacular que hacía imposible pasar, pues los dos pasos habilitados solo se pueden atravesar cuando la Garganta trae poca agua. Es por eso que la he calificado de difícil. Si no hay ese obstáculo, es una marcha moderada por su extensión (21,5 kms) y desnivel (casi 800 metros), que permite, a media ladera, conocer todos los ecosistemas de esta increíble
Sierra de Bejar o de Candelario, según los gustos.
De este modo he salido junto a la Ermita del Humilladero, al principio del casco urbano de Candelario, tomando en dirección carretera de la Garganta, pasando junto a la piscina municipal y tomando el desvio a la derecha a la altura de Valle Hondo. Este tramo que ahora iniciamos coincide con el GR-10 hasta Puente Nueva, donde el Río Cuerpo de Hombre viene con una fuerza descomunal tras las persistentes lluvias de estos días.
Desde aquí se inicia la subida hasta la Presa de Navamuño, por una senda con bastante piedra pero bien trazada. Cuidado con las piedras húmedas, propensas a resbalones.
Al llegar a las inmediaciones de dicho Pantano, giramos a la izquierda y seguimos por la pista que discurre junto al azud de derivación que alimenta al Pantano (13 HM3) desde el Río Cuerpo de Hombre. Al llegar a la altura de una represa, pasamos por debajo para incorporarnos durante unos metros a la pista de la Dehesa.
A la altura de un vivero (edificio en ruinas), a la derecha, junto a un muro de piedra, buscamos un estrecho sendero, tras pasar una puerta. Debemos subir siempre a la derecha, el sendero no es muy visible, atravesar un Arroyo, el de Peñas Gordas, hoy desatado y difícil de vadear.
Seguiremos por la derecha hacia arriba, con un tramo malo, alguna zarza, y, bruscamente, giramos a la derecha para subir a un gran Prado, en la zona de los piecitos. Este pequeño tramo es malo y tiene mucho desnivel.
Una vez en el Prado, seguimos rectos hacia arriba, hacia una inconfundible roca de gran tamaño con un hito encima. Aquí giramos a la derecha y enseguida entramos en la Maliza, un bosque de robles, acebos y otras especies que parece encantado. Cuidado con las piedras del estrecho sendero, pues el agua corre por todas partes y están muy resbaladizas.
Llegamos así al difícil paso del Rio Cuerpo de Hombre donde el Grupo
Candelariense, bajo la dirección de maese Nicolás, tendió un rudimentario puente con dos troncos y varias traviesas, algunas de las cuales han desaparecido. Así que mucho cuidado al cruzarlo pues el río ruge debajo con una fuerza inusitada.
Pasado el riesgo, enseguida hay otra zona, un brazo del río, con mucha agua que con un poco de esfuerzo se puede pasar, para adentrarnos en una preciosa zona de acebos que merece contemplar.
Llegamos enseguida a una gran cueva, la de Navamuño, donde, según consta en una inscripción, nació D. Jerónimo
Gómez-Rodolfo, de una familia de industriales textiles bejaranos, cuando
su familia, y otros muchos bejaranos, huían de las tropas francesas invasoras en el año 1809.
Salimos después al Valle de Navamuño y, con desolación, contemplamos las zonas negras del incendio, las tierras removidas y arrasadas por el efecto del agua, pues la vegetación no las retiene. Una vista triste. Seguimos por la parte derecha por todo el Valle hasta el Puerto de Navamuño. El pequeño sendero está erosionado en varias zonas por los efectos mencionados.
Arriba del Puerto giramos 90 grados, a la izquierda, en busca de un gran hito y un camino que en su primer tramo es una buena pista y luego se estrecha, también con grandes áreas quemadas alrededor. Seguimos la ascensión hasta un paso ganadero donde se inicia el descenso al hermoso paraje de Hoya Tiñero. La bajada está mal, cada vez más erosionada en especial después del incendio, hay que poner cuidado en este tramo, el más difícil de la ruta. Una vez en la Hoya, viene el gran problema: cruzar el Rio Cuerpo de Hombre, solo lo pude hacer metiéndome en el agua, helada, por cierto.
Después subimos hacia la cuerda del Cascanueces, más restos quemados, más erosión, hasta que, por fin, conectamos con una excelente pista forestal, que facilita mucho el resto del recorrido.
La seguimos hacia abajo, en el primer cruce con otra pista lo despreciamos y un poco después, a la derecha, a la altura del Marial, tomamos otra buena pista ascendente que atraviesa dos Arroyos con gran cantidad de agua hasta llegar a un punto en que, a la derecha, nos desviamos por una pequeña trocha que baja al Arroyo del Quemal. En verdad, esta trocha está muy mal, luego es mejor seguir por la pista que, con más metros, pero tranquilamente, nos deposita en el mismo sitio.
El arroyo del Quemal viene, igualmente, con mucha agua. No me quedo otra que quitarme de nuevo las botas y cruzarlo descalzo.
Ya pasado el mismo, la pista sube hasta la zona de la Susana, donde seguimos unos 500 metros con cuidado por la carretera asfaltada de Candelario a la Plataforma y después nos desviamos a la derecha por una pista de tierra hacia el Camino de la Mina y Prao Jardin, hasta un punto donde unos muros de separación de fincas nos obligan a ir por un estrecho sendero, muy húmedo y resbaladizo, que nos deposita en el casco urbano de Candelario, fin de ruta, hoy difícil, pero siempre muy agradecida.