Camino Portugués por la costa. E5: Vila Cha- Apulia

Espectacular. Con el tiempo que acompañó fue muy placentero caminar por las pasarelas de madera y amplias aceras de las urbes grandes por las que transita esta etapa. Era tan agradable caminar que no deseabas que llegara el final de etapa, a pesar de que suelas de pies protestaban por caminar tanto tiempo por terreno duro, cuando madera, cuando cemento, en zonas de césped salía a pisarlo y los pies me daban las gracias.
Me gustó mucho el paseo por Povoa de Varzim, la colección de mosaicos que expone parte de la historia del desarrollo económico del país y especialmente la exposición de la vida de mujeres y hombres de mar. Hay que entender que las generaciones primeras tenían en la mar su medio de vida, también su ángel exterminador que anualmente se cobraba muchas vidas.
En el kmt 22 la pasarela se metió un poco al interior, para salvar un campo de golf, entendí yo, pero no, ya no volvió más a enseñarnos wl mar, por el interior, por asfalto y adoquines nos llevó hasta Apulia donde localicé mi albergue.
Tras ducha y avatares del Camino salí a buscar la playa, hacía frío, observé los molinos que se conservan orillas de playa (es un elemento característico de esta zona), y busque donde cenar y hallé a Albert, el catalán que conocí el día anterior en el albergue de Vila Cha, y entonces cenamos junto a Rosa??, una polaca, bióloga, que gustaría encontrar trabajo en España, nos reímos por como tratan en este país nuestro a estos profesionales, y que desaba llegar a Santiago por el camino interior, por Tui. Después de Santiago quería hacer el Salvador y ahí yo la informé. Fue una cena con tres personas que se conocieron en un minuto y ya compartieron 2 horas de mesa y mantel, esto es lo que es el camino. Yo 72 años, ella 40 y él 33, él y ella dominaban el inglés, y a mí me traducía Albert.
A ella no la volvimos a ver, Albert si la vio al comenzar a caminar hoy, se dijeron adiós. Esta noche cené con Albert y ya nos conocimos más e intimamos en algunos aspectos particulares, él culé, yo madridista, él jugó al fútbol con el lateral izdo del Barça, Salva, me habló de él. En fin... anécdotas del Camino. El estab en Hotel, yo en albergue, nos dijimos adiós y a lo que el Camino decida.
Este es el Camino.