65. Camino del Pescado y de la Lana

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 65 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 606 metros (superior al que estima Wikiloc).


Realizamos esta ruta el 6 de junio de 2021 (subida a la Web de Wikiloc el 7 de marzo de 2022). Para guiarnos en el recorrido, nos servimos de la descripción y mapas proporcionados en el blog ‘Sendas de Burgos’ (http://sendasdeburgos.blogspot.com/2014/01/camino-del-pescado.html). Hicimos algunas variaciones (múltiples pequeños desvíos o, simplemente, remoloneo), que incrementaron la longitud en 3 km y la pendiente en 100 metros, con respecto a la senda guía. Bienvenidos y bien empleados fueron.

Al parecer, la ruta toma su nombre (‘Del Pescado y de la Lana”) del hecho siguiente: durante siglos, la calzada entre el páramo (de Masa) y el valle (de Valdivielso) servía para el tráfico de mercaderías entre la meseta castellana y los puertos cantábricos. Entre los productos de intercambio, probablemente la lana y el pescado, en direcciones opuestas, tuvieron un papel relevante. La parte que aquí recorremos de ese camino se limita a los poco más de 3 km de nuestra ruta entre la Ermita de Santa Isabel, más conocida como el Santuario de Nuestra Señora de la Hoz, al borde del páramo, y el pueblo de El Almiñé, en el borde del valle.

Salimos de la mencionada ermita. Para llegar a ella, hay una pista (a la derecha) justo antes de iniciarse el descenso del puerto de La Mazorra en la carretera C-629 de Burgos a Villarcayo (o a la izquierda, al final del ascenso, según la procedencia del viajero). Sin apenas tregua, nos incorporamos a una impresionante calzada (que merecerá comentario aparte), con notable inclinación a tramos. La pendiente se suaviza conforme nos acercamos a El Almiñé. En este pueblo se puede callejear un poco. Desde allí, nos dirigimos por la campiña del Valle de Valdivielso hasta el pueblo de Santa Olalla, cubriendo así la mitad del recorrido.

Ahora nos espera una prolongada subida (3 km) de regreso hasta el páramo. A lo largo de ella, podemos tantear alguna aproximación hacia el castillo medieval de Malvecino. Calificado como un ‘nido de águilas’, parece inexpugnable, pero hoy solo quedan algunos muros. Apenas si conseguimos vislumbrarlo sobre un risco, cubierto y rodeado de vegetación. Sí es posible, en cambio, desviarse a la ermita de San Jorge, hoy en ruinas engullidas por la espesura. Desde allí, enseguida ascendemos al llano. Nos quedan 4 largos km hasta el destino (y origen); que no se hacen largos, gracias a la vistosidad del paisaje primaveral.

La calzada de descenso constituye un elemento muy novedoso de esta ruta. Se especula con motivo y algunas evidencias sobre su origen romano. Ciertamente, fue utilizada desde la edad media hasta mediados del siglo XIX. Dejó de cumplir su finalidad para trasiego de mercancías y tránsito de personas cuando se construyó la actual carretera que baja por el Puerto de la Mazorra, cercana. Está empedrada a lo largo de casi todo su recorrido. En bastantes segmentos tiene ‘doble carril’, además de elevaciones niveladoras en sus lados. Debió conllevar un trabajo titánico. Recorrerla transporta mentalmente a otros tiempos.

El pequeño pueblo de El Almiñé y sus alrededores también son un elemento atractivo. Merece la pena pasear por sus calles con casas tradicionales y señoriales. Destaca su iglesia románica, con un refinado estilo arquitectónico y también escultórico en sus canecillos, ajedrezados, ventanas y la portada septentrional. (…Lástima de coches aparcados alrededor que nos impidieron sacar una foto ‘limpia’ del monumento desde su base). Ya saliendo de este pueblo y de camino al de Santa Olalla, el final de la primavera nos deleita con un paraíso de campos crecidos y floridos en el Valle de Valdivielso. Un paraíso (verde-gris) entre brumas.

Remontando desde Santa Olalla hasta el páramo, se agrandan las perspectivas del precioso valle. La neblina del Ebro lo empaña inicialmente; y poco deja ver de la agreste Sierra de La Tesla, que se ciñe al valle por el lado norte, opuesto al nuestro. Conforme ascendemos, no obstante, el sol va disipando la bruma y disfrutamos de panorámicas más nítidas y generosas. Tanto, que nos inocularon el deseo de explorar esa sierra, que aún no conocíamos en aquél momento. ¡Y vaya si fue efectivo! Fuimos varias veces en los meses siguientes; por el norte, el sur, y el centro. Y quedamos prendados.

Añadimos aquí varios enlaces de esas ‘expediciones’ (que conllevan cierta exigencia física) a la Sierra de La Tesla. Las dos primeras no tienen waypoints (desconocíamos entonces esa función en Wikiloc). Desde el pueblo de Panizares ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-panizares-81252077 ; fecha: 17/08/21). Desde Bisjueces ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-bisjueces-a-pena-corva-81957615 ; 24/08/21). Desde Hoz de Valdivielso ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-hoz-de-valdivielso-90810562 ; 14/12/21). Y aún queda en la recámara alguna más.

Un comentario final sobre las posibles dificultades físicas y de orientación de la ruta actual. No son elevadas, pero sí de cierta consideración. La larga subida desde Santa Olalla hasta el páramo, a través del espeso bosque, tiene algunas rampas fuertes y un estrecho sendero. El resto es liviano, con bastante llano y caminos en buen estado (aparte de la calzada-‘autopista’ de bajada, a veces levemente incómoda por el grueso empedrado). La orientación es fácil, generalmente. Pero atención en la subida, donde hay múltiples cruces de senderos en el primer tercio, y puede también surgir alguna duda cerca del final.