Camino del Becerril y Barranco Hondo

En estos calurosos días solo apetece hacer rutas cortas y que tengan un tramo acuático.
El recorrido de hoy baja hasta el Fortuño por el Camino del Becerril siempre más sombreado que el de la Valle.
Regresaremos remontando los barrancos Hondo, de las Barracas y del Masecillo, triscando por el recoleto cañón que forman. Para acabar recorriendo el bucólico Valle de las Barracas.
Salimos junto a la recien resucitada ermita de San Miguel en el Collado del Buey, por el camino que lleva a la Masía de la Valle Alta.
Poco después de pasar junto a un pino GiGanTe y antes de empezar la bajada tomamos el camino del Becerril que discurre por la loma que separa los barrancos de las Barracas y del Becerril a la sombra de grandes pinos. Nos podemos asomar a varios puntos con buenas vistas de la Valle y del Chaparroso.
Cuando el camino se introduce en un recinto rodeado de un murete de piedra, lo abandonamos para seguir junto a la pared hasta que se convierte en una calleja, pasando por un pino GiGante.
Aquí seguimos recto entrando en un recinto cerrado por un pequeño muro por el que bajaremos hasta el Barranco Hondo.
Aunque aquí no lleve agua, según vayamos remontandolo aparecerá.
Es un tranquilo paseo por algunos rastros. En un punto el barranco Hondo va a la derecha y seguimos recto ahora por el barranco de las Barracas, hasta alcanzar la confluencia con el barranco del Masecillo. Este es el tramo más enmarañado por la vegetación, pero transitable sin dificultades.
Aquí se forma una pequeña y tentadora poza.
Hoy seguiremos remontando el barranco del Masecillo que tiene una senda más clara que el de las Barracas.
Acabaremos en el camino de Linares por donde discurre el PR TE 29. Lo seguiremos a la izquierda para recorrer las Barracas antes de volver al Collado del Buey. En este tramo cruzaremos varios barrancos que se unen con el barranco de las Barracas poco antes del pequeño cañon.
Como se discurre por dentro de barrancos hay que evitar hacer la ruta cuando amenace tormenta, o después de grandes lluvias. Aunque en el barranco no hay senda definida hay algunos rastros que se pueden seguir y no hay obstáculos ni saltos a sortear.