Camino de Valleluengo.

Camino de Valleluengo.

Partimos del Albergue de Peregrinos de Rionegro. Bajamos la cuesta que nos conduce hasta el río. Tras atravesar un pequeño túnel bajo la carretera vemos ya la ribera y la playa fluvial. Cruzamos el puente y después nos desviamos a la izquierda, pasando bajo los arcos de piedra. Tomamos a la derecha por un camino, al principio poco visible, que atraviesa una pradera, cruzamos por debajo del puente de la autovía y continuamos por un sendero que nos lleva a través de un bosque de encinas al término de Valleluengo. Según nos acercamos al pueblo empiezan a aparecer prados, castaños y cercados que desembocan en una amplia pradera desde la que ya podemos divisar Valleluengo.

Siguiendo la carretera a la izquierda llegamos al pueblo, que podemos recorrer sin prisa. Un trago de agua en la fuente viene bien para emprender el camino de vuelta, esta vez siguiendo la orilla del río.

Al final de la explanada, pasando el parque y las porterías de fútbol, salimos del pueblo por una pradera que desciende hacia el valle del arroyo de Valdiguicia. Una verdadera delicia de lugar, con peñas tapizadas de musgo y un riachuelo arropado por la arboleda que serpea caprichosamente hasta llegar a encontrarse con el río Negro. En este tramo el camino se pierde en ocasiones, además, en época de lluvia el arroyo crece y hay que rodear las peñas y meterse un poco en el monte para sortear la corriente.

Bajamos de vuelta a Rionegro siguiendo la corriente del Negro. En algunos puntos la maleza puede hacer que nos tengamos que desviar un poco, pero siempre tendremos como referencia el sonido y la vista del río.

Tras pasar la Corriente del Retorno, donde el Negro cambia de dirección, poco a poco nos vamos separando de la orilla para internaros a la izquierda en el monte por un sendero estrecho. Para no desviarnos, podemos tomar como referencia la torreta de alta tensión que se ve al frente. A partir de allí, vemos el puente de la autovía que volveremos a atravesar, esta vez en dirección contraria y regresando a la orilla del río terminamos nuestro paseo de vuelta a Rionegro.