Camino de Santiago Francés por Aragón. Etapa 5: Ruesta - Sangüesa
near Ruesta, Aragón (España)
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Itinerary description
En esta etapa terminaremos nuestro periplo por tierras aragonesas y entramos en las de Navarra.
Salimos de Ruesta bajando por la calle del albergue, pasando junto a una fuente y un puente, para llegar a la Ermita de Santiago, restaurada aunque sin culto.
Nos toca ahora enfrentarnos a una ascensión de más de trescientos metros de desnivel por pistas y caminos de Peña Musera. Es una subida prolongada, sin pendientes acusadas, pero con el peso de la mochila y las jornadas acumuladas se nota el esfuerzo.
Una vez arriba, y tras un tramo más o menos llano, comienza la bajada hacia Undués de Lerda, último pueblo de Aragón en esta variante del Camino Francés.
Vemos abajo el pueblo, y tendremos que estar atentos para no pasarnos el desvío que sale a la izquierda, un sendero que desciende hasta llegar a la calzada romana, que en fuerte pendiente nos deja a los pies de la población.
La subida desde aquí escuece casi más que la de Peña Musera, porque llegamos aquí más desgastados, y además es corta pero muy empinada. El paisaje que queda a nuestra espalda será el pretexto ideal para detenernos y recuperar el aliento.
Undués de Lerda tiene albergue y bar, así que quien quiera puede pernoctar aquí.
La salida del pueblo se hace primero por camino, atraviesa un par de senderos y sale nuevamente a pista de tierra, cruza una carretera y sigue de frente (si se toma la carretera a la derecha se accede al Castillo de Javier).
A un kilómetro encontramos un panel informando de que estamos en el límite Aragón - Navarra. Tras la curva veremos un mojón ornamentado.
Y llega ahora un tramo monótono de pista de tierra algo aburrido entre campos de cereal. Se hace pesado este trecho, pero es también parte del Camino, y no deja de tener su encanto como lección para la vida: no todo lo que encontremos va a tener que agradarnos, y habrá partes y momentos inevitables por los que forzosamente habremos de pasar.
Atentos a los mojones navarros, porque a la altura de un pequeño cerro deberemos salir se la pista para girar a la izquierda y empezar a pisar asfalto. Estamos ya muy cerca de Sangüesa, y entre canales de agua, campos de cereal, casas dispersas, caminos y carriles llegamos al fin a la entrada de Sangüesa.
Siguiendo las indicaciones encontraremos sin dificultad el albergue local, cómodo, sin lujos, y que a día de hoy cuesta 5 €.
Salimos de Ruesta bajando por la calle del albergue, pasando junto a una fuente y un puente, para llegar a la Ermita de Santiago, restaurada aunque sin culto.
Nos toca ahora enfrentarnos a una ascensión de más de trescientos metros de desnivel por pistas y caminos de Peña Musera. Es una subida prolongada, sin pendientes acusadas, pero con el peso de la mochila y las jornadas acumuladas se nota el esfuerzo.
Una vez arriba, y tras un tramo más o menos llano, comienza la bajada hacia Undués de Lerda, último pueblo de Aragón en esta variante del Camino Francés.
Vemos abajo el pueblo, y tendremos que estar atentos para no pasarnos el desvío que sale a la izquierda, un sendero que desciende hasta llegar a la calzada romana, que en fuerte pendiente nos deja a los pies de la población.
La subida desde aquí escuece casi más que la de Peña Musera, porque llegamos aquí más desgastados, y además es corta pero muy empinada. El paisaje que queda a nuestra espalda será el pretexto ideal para detenernos y recuperar el aliento.
Undués de Lerda tiene albergue y bar, así que quien quiera puede pernoctar aquí.
La salida del pueblo se hace primero por camino, atraviesa un par de senderos y sale nuevamente a pista de tierra, cruza una carretera y sigue de frente (si se toma la carretera a la derecha se accede al Castillo de Javier).
A un kilómetro encontramos un panel informando de que estamos en el límite Aragón - Navarra. Tras la curva veremos un mojón ornamentado.
Y llega ahora un tramo monótono de pista de tierra algo aburrido entre campos de cereal. Se hace pesado este trecho, pero es también parte del Camino, y no deja de tener su encanto como lección para la vida: no todo lo que encontremos va a tener que agradarnos, y habrá partes y momentos inevitables por los que forzosamente habremos de pasar.
Atentos a los mojones navarros, porque a la altura de un pequeño cerro deberemos salir se la pista para girar a la izquierda y empezar a pisar asfalto. Estamos ya muy cerca de Sangüesa, y entre canales de agua, campos de cereal, casas dispersas, caminos y carriles llegamos al fin a la entrada de Sangüesa.
Siguiendo las indicaciones encontraremos sin dificultad el albergue local, cómodo, sin lujos, y que a día de hoy cuesta 5 €.
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