Camino de Santiago Francés por Aragón. Etapa 1: Somport - Canfranc

Maravillosos los primeros kilómetros de este ramal del Camino Francés. La primera etapa normalmente llega hasta Jaca, unos 32 kilómetros, pero por las combinaciones de autobuses no me ha sido posible llegar a Somport hasta las 12:30 h, así que he preferido dividir la etapa en dos cómodas jornadas, lo que además me permite disfrutar con calma de estos parajes.

Y es que la belleza del entorno es abrumadora.

Arranca este camino en el Puerto de Somport, en el punto fronterizo entre Francia y España. Tanto el puesto de frontera como el albergue estaban cerrados, así que no he podido sellar la credencial. Bueno, no es algo que me moleste particularmente, la verdad, me basta el recuerdo, aunque es cierto que luego siempre da gusto, de vez en cuando, repasar los sellos. En todo caso, en este Camino no pretendo coleccionar más sellos que los del lugar en que pernocte, y quizás alguno puntual que pueda surgir.

La ruta es lo suficientemente transitada como para que no necesite de mis explicaciones. Además, la señalización es impecable, lo que propicia que caminemos tranquilos y con los cinco sentidos en el paisaje.

Sólo destacar dos cosas: la primera, el tramo entre Canfranc Estación y Canfranc. El sendero una vez que cruzamos el río Aragón tras el embalse es impresionante, rematado por la Cascada de Canfranc. Sencillamente idílico.

La segunda es que los más de seiscientos metros de desnivel negativo que se hacen en estos doce kilómetros no los he sentido, algo que me ha sorprendido, ya que normalmente las bajadas me suelen castigar bastante.

Canfranc es una pequeña aldea de montaña con mucho encanto, a pesar de haber sufrido un devastador incendio en 1944 que la asoló casi por completo. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con su recia torre octogonal (el cuerpo de madera de sus campanas se asemeja al de una guitarra, cuerdas incluidas); las ruinas del castillo, las de la Iglesia de la Trinidad (siglo XVI) y las de la Torre de Aznar Palacín son sus tres hitos monumentales, mientras la Naturaleza lo envuelve todo con el vivo río Aragón, que discurre alegre pegado al pueblo, y las altas montañas que se elevan hasta el infinito, surcadas por la silueta de buitres y otras grandes rapaces.

Paso la noche en el Albergue Elías Valiña (donativo responsable), y está muy muy bien, tanto las instalaciones como el trato de los hospitaleros (una pareja de Sudáfrica), que me cuentan que ayer hubieron once peregrinos; hoy en cambio estoy solamente yo.

He comido en El Mentidero, pegado al albergue (bueno y precio bastante razonable).