Camino de Santiago Francés. Etapa 14: Espinosa del Camino - Cardeñuela Riopico
near Espinosa del Camino, Castilla y León (España)
Viewed 34 times, downloaded 0 times
Trail photos
Itinerary description
Una vez más he alargado la etapa algunos kilómetros sobre lo previsto. Pero bueno, es lo que me está pidiendo el cuerpo cuado estoy en plena ruta. No obstante, la idea para hoy era avanzar todo lo posible para reducir el kilometraje de mañana hasta Burgos, ya que la previsión para mañana es de tormentas. Aun así, no descarto saltar Burgos si me encuentro bien y el tiempo no es muy malo.
La salida de Espinosa del Camino es cómoda, por el mismo tipo de caminos agrícolas que venimos transitando. Como estoy empezando a las 6:30 h, con las primeras luces de la mañana, disfruto de la salida del sol, que hoy ha sido particularmente bonita, con cielo despejado.
Antes de Villafranca Montea de Oca veremos las ruinas del Monasterio de San Felices de Oca, donde dice la tradición que está enterrado D. Diego de Porcelos, fundador de Burgos.
En Villafranca admiramos la Iglesia de Santiago, desde la que comienza el ascenso a los Montes de Oca. Salvo un primer tramo más empinado, la subida es bastante suave y llevadera. Da gusto caminar por estos tranquilos bosques, acompañados del trino de los pájaros.
Alcanzamos el Alto de La Pedraja, sin vistas reseñables, ya que no estamos propiamente en una cumbre. Aquí se localizaron dos fosas comunes de la Guerra Civil, y se ha instalado un monumento conmemorativo. Noventa años después sigue siendo horrible pensar en este episodio.
Durante un trecho llanearemos por esta cota de los 1150 metros de altitud, pero es un tanto monótono el discurrir por la pista forestal, hasta que al fin salimos del arbolado a campo abierto, con la espadaña del Monasterio de San Juan de Ortega a la vista.
Lo malo de madrugar tanto es que nos vemos obligados a renunciar a algunas cosas, como este monasterio, que no abre hasta las 13:00 h. En fin, no se puede tener todo, y es algo con lo que ya contamos.
A la salida del monasterio se nos presenta la opción de tomar una variante, pero mi idea es hacer el Camino más o menos oficial, siguiendo la guía de 2014 que me acompaña, publicada por la Editorial Buen Camino. De modo que escojo seguir a la derecha, hacia Agés. No sé cómo será la variante, pero dudo que sea más bonita que este tramo entre San Juan de Ortega y Agés, primero por un coqueto robledal, y seguidamente atravesando una vaquería por prados con unos paisajes castellanos preciosos. Y sí, veremos a las vacas, muy cerca de nuestro camino. Abajo, frente a nosotros, Agés, al que arribamos en escasos minutos.
Repleto de albergues y bares, mantiene ese aire de pueblo burgalés, de casas recias que soporten los terribles inviernos que deben padecer por estas latitudes. Vale la pena acercarse a la Iglesia de Santa Eulalia. Las espadañas, casi ausentes en nuestro paso por Aragón, Navarra y La Rioja, son frecuentes en Castilla. La de esta iglesia está ocupada por tres cigueñas, visibles desde la distancia, no desde la puerta de la iglesia, que también tiene cementerio en su parte lateral y posterior.
Nos dirigimos ahora a Atapuerca, pasando por un pequeño puente románico atribuido a San Juan de Ortega. En Atapuerca tenía previsto finalizar mi etapa, pero sólo llevaba veintitrés kilómetros y no eran ni las doce, así que decido continuar otros siete kilómetros y llegar hasta Cardeñuela Riopico.
En Atapuerca paro a pegar un bocado después de subir a la Iglesia de San Martín. Me espera una subida por la Sierra de Atapuerca hasta el Alto de Matagrande, presidido por una cruz de madera. En el descenso tenemos las primeras vistas de la ciudad de Burgos, y al terminar la bajada encuentro que las flechas continúan de frente, obviando el desvío a Villalval y Cardeñuela Riopico, pero giro igualmente a la izquierda, siguiendo mi guía de 2014.
Lo primero que encuentro es una panorámica excepcional de Villalval, flanqueada por verdes y ondulados campos cerealistas. Al llegar, sorprenden las ruinas de la Iglesia de San Juan Evangelista. Tanto la mitad de su torre como el cuerpo del templo están derrumbados. Aún conserva una campana.
Unos metros más adelante vemos una fuente, y salimos a una carreterilla que enseguida nos deja en Cardeñuela Riopico, punto final de la jornada de hoy. Destaca la Iglesia de Santa Eulalia de Mérida, cuyo retablo, obra del insigne Felipe Vigarni en el siglo XVI, ha sido recientemente restaurado merced a los esfuerzos económicos y de todo tipo de los vecinos y feligreses. Por la tarde, unas vecinas nos han permitido entrar para admirar su interior, orgullosas de su tesoro.
Me alojo en el Albergue Vía Minera, por 8 € (posibilidad de cena + desayuno). Las instalaciones son aceptables, tiene incluso una pequeña piscina.
La salida de Espinosa del Camino es cómoda, por el mismo tipo de caminos agrícolas que venimos transitando. Como estoy empezando a las 6:30 h, con las primeras luces de la mañana, disfruto de la salida del sol, que hoy ha sido particularmente bonita, con cielo despejado.
Antes de Villafranca Montea de Oca veremos las ruinas del Monasterio de San Felices de Oca, donde dice la tradición que está enterrado D. Diego de Porcelos, fundador de Burgos.
En Villafranca admiramos la Iglesia de Santiago, desde la que comienza el ascenso a los Montes de Oca. Salvo un primer tramo más empinado, la subida es bastante suave y llevadera. Da gusto caminar por estos tranquilos bosques, acompañados del trino de los pájaros.
Alcanzamos el Alto de La Pedraja, sin vistas reseñables, ya que no estamos propiamente en una cumbre. Aquí se localizaron dos fosas comunes de la Guerra Civil, y se ha instalado un monumento conmemorativo. Noventa años después sigue siendo horrible pensar en este episodio.
Durante un trecho llanearemos por esta cota de los 1150 metros de altitud, pero es un tanto monótono el discurrir por la pista forestal, hasta que al fin salimos del arbolado a campo abierto, con la espadaña del Monasterio de San Juan de Ortega a la vista.
Lo malo de madrugar tanto es que nos vemos obligados a renunciar a algunas cosas, como este monasterio, que no abre hasta las 13:00 h. En fin, no se puede tener todo, y es algo con lo que ya contamos.
A la salida del monasterio se nos presenta la opción de tomar una variante, pero mi idea es hacer el Camino más o menos oficial, siguiendo la guía de 2014 que me acompaña, publicada por la Editorial Buen Camino. De modo que escojo seguir a la derecha, hacia Agés. No sé cómo será la variante, pero dudo que sea más bonita que este tramo entre San Juan de Ortega y Agés, primero por un coqueto robledal, y seguidamente atravesando una vaquería por prados con unos paisajes castellanos preciosos. Y sí, veremos a las vacas, muy cerca de nuestro camino. Abajo, frente a nosotros, Agés, al que arribamos en escasos minutos.
Repleto de albergues y bares, mantiene ese aire de pueblo burgalés, de casas recias que soporten los terribles inviernos que deben padecer por estas latitudes. Vale la pena acercarse a la Iglesia de Santa Eulalia. Las espadañas, casi ausentes en nuestro paso por Aragón, Navarra y La Rioja, son frecuentes en Castilla. La de esta iglesia está ocupada por tres cigueñas, visibles desde la distancia, no desde la puerta de la iglesia, que también tiene cementerio en su parte lateral y posterior.
Nos dirigimos ahora a Atapuerca, pasando por un pequeño puente románico atribuido a San Juan de Ortega. En Atapuerca tenía previsto finalizar mi etapa, pero sólo llevaba veintitrés kilómetros y no eran ni las doce, así que decido continuar otros siete kilómetros y llegar hasta Cardeñuela Riopico.
En Atapuerca paro a pegar un bocado después de subir a la Iglesia de San Martín. Me espera una subida por la Sierra de Atapuerca hasta el Alto de Matagrande, presidido por una cruz de madera. En el descenso tenemos las primeras vistas de la ciudad de Burgos, y al terminar la bajada encuentro que las flechas continúan de frente, obviando el desvío a Villalval y Cardeñuela Riopico, pero giro igualmente a la izquierda, siguiendo mi guía de 2014.
Lo primero que encuentro es una panorámica excepcional de Villalval, flanqueada por verdes y ondulados campos cerealistas. Al llegar, sorprenden las ruinas de la Iglesia de San Juan Evangelista. Tanto la mitad de su torre como el cuerpo del templo están derrumbados. Aún conserva una campana.
Unos metros más adelante vemos una fuente, y salimos a una carreterilla que enseguida nos deja en Cardeñuela Riopico, punto final de la jornada de hoy. Destaca la Iglesia de Santa Eulalia de Mérida, cuyo retablo, obra del insigne Felipe Vigarni en el siglo XVI, ha sido recientemente restaurado merced a los esfuerzos económicos y de todo tipo de los vecinos y feligreses. Por la tarde, unas vecinas nos han permitido entrar para admirar su interior, orgullosas de su tesoro.
Me alojo en el Albergue Vía Minera, por 8 € (posibilidad de cena + desayuno). Las instalaciones son aceptables, tiene incluso una pequeña piscina.
Waypoints
Intersection
3,296 ft
Inicio camino alternativo, nosotros vamos a la derecha, por el trazado oficial
You can add a comment or review this trail
Comments