Camino de Santiago Francés. Etapa 1: Donibane Garazi/Saint Jean Pied de Port-Orreaga/Roncesvalles

Lo primero, comentar un par de detalles; El recorrido que hemos hecho pertenece en su totalidad a la etapa 1 del camino de Santiago francés que va desde Saint Jean Pied de Port hasta Roncesvalles. La novedad está en que nosotros hemos querido evitar el mayor trozo de camino posible por carretera, ya que se hace muy pesado el andar, ademas de que de haberla hecho íntegra hubiéramos llegado a casa muy tarde (somos de Ermua, Vizcaya, y hay 2h y media hasta ambos puntos).

Esto tiene el inconveniente de perder la esencia que tiene de hacer la etapa entera, y de ver el pueblo de Saint Jean Pied de Port, pero nosotros fuimos para hacer la mayoría del recorrido y volver a casa el mismo día, no es lo mismo que si fuésemos de peregrinos a hacer el camino de Santiago.

Lo segundo, comentar que he puesto la dificultad como MODERADA, esto en caso de que hagáis la ruta igual que nosotros. De cara al peregrino, la ruta la calificaría como DIFÍCIL, ya que es un recorrido largo y con mucho desnivel (alrededor de 1400m de ascenso empezando desde Saint Jean Pied de Port, con aprox 20km de continuo ascenso. Teniendo en cuenta la gran carga que llevan los peregrinos sobre sus espaldas, hace que el esfuerzo a realizar sea mayor que el que hemos hecho nosotros. Así que en caso de que queráis hacer el camino de Santiago entero y comenzar desde Saint Pied, aseguraros de estar físicamente como toros, en plena forma.



42 miembros del grupo de montaña Artarrai esperamos a la llegada del bus para salir desde nuestro pueblo, Ermua, hasta la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port.
Tras 2h y media de viaje, al fin llegamos al pueblo. Yo pensando que aquí nos detendríamos y empezaríamos la ruta pero no, las intenciones del guía eran otras; acortar todo lo posible el tramo de carretera inicial hasta que el bus no pudiera hacer maniobra de vuelta.

Esto se tradujo en que acortamos 3km de camino hasta parar al lado de un caserío, con una señal cerca que indicaba Ferme Ithurburia, cercano a la localidad de Saint-Mitchel. La señal nos indicaba el camino a seguir para llegar al primero de los refugios, también llamado "Huntto".

Hacia allí nos dirigimos en primer lugar. Caminamos por la larga carretera que conecta Saint Jean Pied de Port hasta la cruz de Thibault, situado 11,5km mas adelante (14,5 km desde Saint Jean).
Por el camino vemos algún que otro caserío por los alrededores, y alguna bonita vista del valle y zona de baja montaña, lo poco que nos permitía ver la niebla, que por desgracia estuvo presente casi toda la jornada.

Mas adelante las rampas comienzan a pronunciarse, a ser mas exigentes. Sabíamos que en el tramo inicial había rampas exigentes, pero no nos imaginábamos que fuesen tan duras. Si salimos del bus fríos enseguida nos habíamos calentado y a sudar de lo lindo.
Al cavo de unos minutos de fuerte ascenso, alcanzamos el refugio de Ferme Ithurburia Huntto. Allí descansaban unos peregrinos que, con buena educación y simpatía nos saludaron, y nosotros se lo devolvimos deseándoles buen camino, frase que se dice siempre al peregrino que va hasta Santiago.

Después llegamos hasta un cruce, donde hay un enorme cartel azul que indica la posibilidad de ir por un sendero de tierra y piedras, que posibilita dejar la carretera de lado por un instante, siempre recordandonos que estemos atentos a la previsión meteológica, ya que en invierno, con nieve, esta ruta no podría hacerse.

El ascenso sigue siendo bastante pronunciado, pero al menos mas llevadero por el terreno a pisar. A partir de aquí desafortunadamente la niebla empezó a hacer mayor acto de presencia, y cualquier vista que hubiera en ese lugar no pudimos observarlos ni disfrutarlos.

Luego volvemos de nuevo por la carretera y vemos por la izquierda un cartel informativo de las vistas que tenemos al frente. Tuvimos un breve rato en que la niebla se abrió un poco y pudimos divisar parte de esas vistas que indicaba el cartel, entre otros algún que otro monte y el pueblo de Saint-Michel, aunque a nivel general poca cosa pudimos ver la verdad. Una verdadera lástima.

A continuación, la carretera empieza a llanear, e incluso por un momento hasta descendemos, así hasta llegar al segundo refugio, el de Orisson. Allí tenéis una fuente, en caso de querer reponer agua.

Tras un breve parón, volvemos a las andadas y volvemos a ir cuesta arriba, aunque enseguida vuelve a llanearse. Este será el tópico durante los próximos kilómetros.
A medida que ganamos altura, la niebla se cierra poco a poco, aunque al menos nos ofrece la posibilidad de divisar animales locales como ovejas, burros, caballos y hasta cerdos.

Mas adelante, vemos el primero de varios tocones de madera puestas en el suelo, que indican que estamos en un collado, en este caso el Col de Orisson, a 900m de altitud.
Después de un buen rato de caminata casi a ciegas, aunque con la tranquilidad que da el ir por una única carretera, y casi llaneando, llegamos al segundo collado, el Col D`Elhursaro, a 1135m de altitud.

Seguimos en cómodo y ligero ascenso, hasta llegar a uno de los puntos clave de la jornada, la cruz de Thibault, lugar donde abandonamos la carretera para continuar por sendero natural. Un cartel nos muestra también el camino que realizaremos a continuación.

Luego el paisaje empieza a cambiar, a aparecer algún que otro árbol, a darnos una pista de lo que veremos después. Vemos otro tocón en el suelo que indica Leizar Atheka (1275m).
Enseguida llegamos a ver una segunda fuente, ésta con nombre (Fuente Roldan). Unos pocos metros mas adelante, llegamos a otro punto clave. Hemos abandonado territorio francés y nos adentramos en territorio español, concretamente en la provincia de Navarra.

A partir de aquí empieza la parte mas bonita de la ruta, o al menos desde que la niebla hizo aparición. Nos adentramos en un precioso bosque, mas aun en esta época del año, con hojas caídas en el suelo y otras muchas aun sin caer, pero con ese tono otoñal tan bonito.

Por un instante abandonamos el bosque y salimos a campo abierto, donde al fin la niebla empezaba a esfumarse. Enseguida volvemos a entrar en otra pequeña zona arbolada hasta que, en el horizonte, distinguimos la presencia de un tercer refugio, el de Izandorre. Como dije antes, la niebla ya se estaba disipando en gran parte de las zonas altas, y eso nos permitía gozar de una panorámica de 360º sublime, maravilloso. Una pena no haber podido gozar del entorno y vistas desde el principio de la ruta.

Continuamos el recorrido ascendiendo cómodamente por un ancho sendero de tierra y piedras hasta llegar al punto mas elevado de la ruta, identificado ademas con un monumento, el Alto de Lepoeder, a 1429m de altitud.

Tras las fotos de rigor, toca al fin descender, tras 17,6km de continuo ascenso (20,6km desde Saint Pied Pie de Port).
Aquí tenemos dos opciones. Si elegimos la vía de la izquierda, casi medio kilómetro más corta, llegaremos de forma directa hasta Roncesvalles, aunque con fuertes pendientes. Aunque está bien señalizada con las marcas GR, dicen que con niebla no es recomendable tomar esta vía, pues la probabilidad de perdernos es alta (digo dicen porque tras pasar por allí no me pareció un camino como para perderse, ya que es sendero único y está señalizada con flechas amarillas cada pocos metros).

Si seguimos por la derecha, bajamos por una pista asfaltada durante 4 kilómetros hasta llegar al Alto de Ibañeta, donde la leyenda sitúa la Batalla de Roncesvalles, popularizada por el Cantar de Roldán.

En nuestro caso, y no habiendo niebla, y con ganas de acabar el recorrido por la vía mas corta y rápida posible, giramos a la izquierda. A parte de ser mas corto, es que ademas merece muchísimo la pena pasar por allí. Nos adentramos en un enorme bosque con todo tipo de árboles, cada cual mas bonito. Y, al igual que en el anterior bosque, en éste la magia del Otoño le da un toque de ensueño.
Personalmente confieso que no soy muy amigo de los bosques, especialmente si ha llovido y están embarrados, me gusta mas ir en campo abierto, por cuestión de seguridad y disfrute de las vistas. Pero en esta ocasión disfruté como un enano bajando por aquel bosque, con sus 4km de descenso.

Finalmente, salimos del bosque y tenemos a la vista la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles. Allí nos esperaba el bus, aunque antes decidimos tomarnos un merecido respiro y tomar un refresco, y de paso ver en profundidad dicha Colegiata. Allí al lado tenéis también un hotel y un albergue donde poder pasar la noche, y recuperar fuerzas para poder afrontar la siguiente etapa del camino francés.