Camino de la Ermita (SL-A 147)-Cueva de La Ermita

Cómo llegar a Coín:

El punto de partida de esta ruta está en uno de los extremos de Coín. Concretamente, hay que buscar la salida que hay para tomar el camino a los pueblos vecinos de Guaro o Monda. Es decir, en la confluencia de la A-366 con la A-355ª, junto al parque periurbano de Coin.
Junto a esta zona verde, en la que se encuentra la Torre del Humilladero de Coín, hay un espacio habilitado para el aparcamiento de vehículos.

Desde el aparcamiento habrá que cruzar la carretera que va hacia Guaro (A-366) para buscar el punto de partida oficial de esta ruta, que está balizado e indicado correctamente durante todo el camino. Concretamente habrá que buscar el panel que indica el Camino de la Ermita y la ruta homologada SL-A-147. Por tanto, los primeros metros serán en ascenso por la denominada Cuesta de San Antón. Este primer tramo está hormigonado y, por tanto, está habilitado para el tránsito de vehículos a motor. Por ello habrá que tener especial cuidado a la hora de hacer el recorrido.

Tras un ligero ascenso se llega a la calle Julio Romero de Torres (a la derecha hay una pista para el aterrizaje de helicópteros). Habrá que seguir toda esa vía, a través del carril hormigonado, durante algo más de kilómetro y medio. Esta primera parte del sendero se hace casi siempre en ascenso, entre distintas parcelas donde abundan los árboles frutales, como cítricos y aguacates. Sin salir de la mencionada calle habrá que hacer un giro a la derecha antes de abandonarla. A unos trescientos metros de esa curva cerrada habrá que virar a la izquierda para seguir el camino por un carril de tierra.

Hasta que no se superan los dos kilómetros del recorrido, es decir, el ecuador de la ruta, se irá ascendiendo, eso sí, de forma muy paulatina. La segunda mitad del recorrido atenúa las subidas e incluye algunas bajadas no demasiado pronunciadas. Entre ellas, las que desciende hasta el río Pereilas, uno de los cauces más importantes del término municipal de Coín. En esta segunda parte del recorrido, el paisaje también cambia drásticamente. Se pasa de una zona muy urbanizada a las estribaciones de las sierras coínas, donde cambia el paisaje, con zonas más agrestes que se alternan con otras de cultivo.

Tras un kilómetro y medio desde el ecuador de la ruta (el punto más álgido de este recorrido) se puede contemplar el punto de llegada, la citada ermita de la Virgen de la Fuensanta. Tras unos últimos metros de ascenso se llegará a las puertas de este conocido edificio religioso, donde se desarrolla una de las romerías más multitudinarias del Valle del Guadalhorce. En este punto merece la pena disfrutar del paisaje que queda a los pies, es decir, buena parte del camino recorrido, en el que destaca especialmente el valle del río Pereilas. En el entorno de este cauce todavía hoy se conservan algunas fuentes y molinos de gran valor etnográfico.

Aunque el sendero está muy bien señalizado y no es demasiado largo, conviene estar muy atento a las distintas señalizaciones que hay en el recorrido, como balizas y paneles indicativos, para evitar desviarse por otros caminos o introducirse en viales privados.


La ermita de la Virgen de la Fuensanta se construyó originalmente en el año 1.529, si bien sufrió importantes reformas hasta la posterior construcción de otra capilla a finales del siglo XVII. Este edificio cuenta con el cariño de los vecinos de Coín, al igual que otros enclaves cercanos, como el denominado Llano de la Ermita. Ambos están declarados como Bien de Interés Cultural.