Calderona. Altura-Cartuja de Vall de Crist-Alto de Tamarit-Arco de Liria-Cruz de Pallás-Via Verde-Altura

"Altura, conóceme y volverás"
Lema de la Villa de Altura

Efectivamente, hemos vuelto, y no será la última vez. Esta vez ha sido para conocer el otro gran monumento religioso de Altura: la cartuja de Vall de Crist, aunque tal vez deberíamos incluir un tercero (la iglesia primitiva, ubicada en el recinto que fue nucleo inicial de la Villa, donde tambien estaba la Aljama Sarracena y, luego, la judería), pero también para explorar otras rutas del término municipal. No deberíamos olvidar, de todos modos, la excelente iglesia de San Miguel Arcángel, que alberga diversos retablos y esculturas de los siglos XV a XVII. Y tampoco sería lógico olvidar una de las sorpresas habituales del caminante que recorre los senderos del término: las cruces y ermitas. En conjunto un volumen de construcciones religiosas (hay varias otras de menor importancia) realmente sorprendente para el visitante no advertido.
No se debe asumir que Altura sólo interesa por los restos religiosos que atesora. Tambien tiene numerosas construcciones civiles de importancia, como el Portalico, la Casa Grande y diversas Masías (la de San Juan, convertida en un núcleo de alojamientos rurales, es realmente sorprendente), pero lo que tal vez es aún más llamativo es el gran número de yacimientos arqueológicos existentes en el término; solo Wikipedia menciona los siguientes:
Alto del Cantal (Asentamiento en montaña)
Bajo del Cantal (Poblado)
Barranco de Masó (Asentamiento en montaña)
Barranco del Cuervo (Asentamiento en montaña)
CARTUJA DE VALL DE CRIST (Cartuja 1385)
Collado de Gabarda (Poblado)
Corral de Agustín (Dispersión de materiales)
Corral de Vergara (Asentamiento)
Corral del Campillo (Asentamiento en llano)
Cueva del Murciélago (Cueva)
Cueva del Tío Ramón (Cueva)
Huerto del Batán (Asentamiento)
La Diabla (Asentamiento en montaña)
La Montanera (Asentamiento en montaña)
La Quebrantá (Asentamiento en montaña)
La Torreta (Asentamiento rural)
Loma de Pante (Asentamiento en montaña)
Masía de Cucalón I (Asentamiento en ladera)
Masía de Cucalón II (Asentamiento en montaña)
Monte del Campillo (Asentamiento en montaña)
Peña Dorada (Asentamiento en montaña)
Poblado de Caparrota (Asentamiento en montaña)
Poblado de las Nogueras (Asentamiento en montaña)
Poblado del Pozuelo (Asentamiento en montaña)
Poblado del Salto del Caballo (Cantal N) (Asentamiento en montaña)
Pozo de la Alubia (Asentamiento en montaña)
Puntales del Pollino (Asentamiento en montaña)
SAN JUAN (Villa/Masia/Actualmente lugar de peregrinaje-Hostal emblemático cercano a la Cartuja de Vall de Crist)
SANTUARIO DE LA CUEVA SANTA (Cueva en Montaña)
Torrecilla I (Asentamiento fortificado).
Entendemos que lo anterior es suficiente y no es necesario aportar más datos: Altura es una Villa que merece ser visitada repetidamente, y su término municipal también.

Ver la cartuja de Vall de Crist o Valdecristo era uno de los objetivos del itinerario. La cartuja de Vall de Crist fue uno de los centros eclesiásticos de mayor importancia histórica de la Comunidad Valenciana. Funcionó durante 6 siglos y fue visitada por diversos papas, en ella se celebraron grandes encuentros de índole eclesiástica y tenía numerosas propiedades como villas, fábricas, masías, terrenos y viviendas dispersas por todo el reino de Valencia. Fue fundada por Martín el Humano (quien tras un sueño sobre el Juicio Final había decidido fundar un Monasterio en una tierra similar al Valle de Josafat, por lo que encomendó a varias personas su busqueda, sin resultado durante un tiempo, pero un antiguo peregrino en Tierra Santa al ver la hoya de Altura afirmó que era lo más parecido al valle de Josafat que había visto, con lo que se decidió la fundación), en 1385 gracias a una bula papal concedida por Clemente VII (primer antipapa del Cisma de Occidente) y, tras su fundación, le fue concedido el señorío de las villas de Altura y Alcublas además de otros lugares y privilegios. En ella vivieron, entre otros, Bonifacio Ferrer, que fue prior mayor, San Ignacio de Loyola o el antipapa Benedicto XIII. En 1386 se inició la construcción de la iglesia de San Martín y se comenzó la construcción del claustro, además de nombra Prior a Juan Berga. A partir de ese momento se irán edificando las distintas dependencias de la Cartuja; ese mismo año Pedro IV de Aragón, concedió a la recién inaugurada cartuja los herbajes del Condado de Jérica.
En el año 1397, Benedicto XIII, el papa Luna, le adjudicó la Rectoría de la iglesia parroquial de Castellón, pese a las protestas de los clérigos y vecinos ésta. En 1399 se inició en la cartuja de Val de Crist la construcción del claustro mayor y de la iglesia mayor. Durante el año 1401, año en que murió el primer prior de la Cartuja, Juan Berga, el rey Martín I y la reina María de Luna, permanecieron cerca de siete meses entre la cartuja y las poblaciones de Altura y Segorbe, afianzando así la construcción de la iglesia de San Martín; en 1407 le hicieron grandes donaciones, que incluyeron las rentas de las morerías de Segorbe y Vall de Almonacid. Además de adquisiciones por testamentos o compras, la ciudad de Valencia, el Obispo y varios vecinos de Segorbe, los señores de Gaibiel y Albalat y villas como Jérica, Almazora, Carlet, Vall d'Uixó, Jávea, Moncofar, Oliva, Bétera, Muro, Sollana, Castellnovo, Turís, Nules y Manzanera, pagaban censos a la Cartuja.
También en 1407, la cartuja de Vall de Crist renunció a los fueros de Aragón para someterse a los de la ciudad de Valencia.
En 1410, llega a la cartuja Bonifacio Ferrer, hermano de san Vicente Ferrer y prior general de la Orden de San Bruno, quien convirtió la Cartuja en sede de celebración de seis Capítulos Generales, así como en un lugar de reunión del cónclave del Compromiso de Caspe. En 1417, cuando muere Bonifacio Ferrer, fue enterrado en el claustro Mayor.
En los primeros siglos de la Cartuja, la principal actividad fue la ganadería. Las veredas, hoy prácticamente perdidas, tuvieron una gran importancia para la trashumancia, ya que conectaban las tierras altas de Teruel con los valles del Palancia y del Turia. Confluían en la Torrecilla (ver la ruta nº 23259633), lugar estratégico donde se han localizado diversos yacimientos que demuestran su uso ya en épocas prehistóricas. La cartuja de Vall de Crist adquirió durante este siglo un gran poder; los cartujos construyeron las denominadas bodegas de "Las veinticuatro", donde elaboraban vino. También construyeron el horno de la Villa, en la actual calle del Horno. En la actual calle la Estrella, se construyó el Torcedor, lugar donde se fabricaban velas. Existió una tejería regentada por un morisco, el cual se la vendió al vicario perpetuo de Altura, Mosén Jaime, el 21 de septiembre de 1470, y que más tarde se convertiría en el Batán del trapo, donde se lavaba la lana y se tejía, además de escaldar la seda que se producía en Altura para luego enviarla a las fábricas de Valencia; el Batán funcionaba con agua proveniente del Manantial de la Esperanza y después con la procedente del Molino de los Frailes. Las telas pasaban a la sastrería de la cartuja de Vall de Crist, para hacer vestimentas y hábitos.
En 1531 se construyó la Balsa Mayor, que recogía las aguas usadas en el Batán y los Molinos, para utilizarla en el regadío de las huertas. En 1683 el Batán fue modificado para comenzar a producir papel de estraza, y en 1728 se realizó una obra importante para comenzar a producir papel blanco de calidad.
Las tierras alrededor de la Cartuja eran asiento de pueblos moriscos, pero en 1525 fueron expulsados del territorio, huyendo a Espadán, donde permanecieron hasta su definitiva expulsión en 1609.
En 1546 el valenciano Juan Villuga, recorrió el camino histórico que unía la Cartuja de Portaceli con la de Vall de Crist, y lo expuso en el libro Reportorio de todos los caminos de España. No parece haber track de la ruta, por lo que el senderista que intente repetirla no tiene la garantía de estar haciendo exactamente el camino original (ver más adelante), pero no cabe duda de que este sendero es antíguo.
Todos esos datos permiten considerar a esta cartuja como una de las más importantes y ricas de la península Ibérica durante sus siglos de bonanza.
La historia contemporánea de la Cartuja se vio alterada por varios abandonos. El primer abandono se produjo en 1706 durante la guerra de sucesión, por temor a las represalias de Felipe de Borbón porque el prior José Tomás Ferrer había prestado obediencia al archiduque Carlos; los monjes abandonaron la Cartuja y volvieron medio año después.
Un nuevo abandono se produjo entre 1808 y 1815 tras la invasión de las tropas napoleónicas, regresando a la cartuja con la Restauración de Fernando VII.
De nuevo hubo otra exclaustración en 1820 durante el Trienio Liberal, volviendo en 1823. En 1835, siendo prior el padre Bruno Rogel, que hacía el número 105, se promulgó el decreto-ley de Mendizabal (la famosa Desamortización), por el que se suprimían los monasterios y conventos con menos de doce profesos. El 3 de septiembre, el prior recibía un oficio comunicándole que abandonara la cartuja, y a partir de ese momento comienza el proceso de deterioro y venta sistemática de este monasterio: las obras de arte se repartieron por doquier, el mobiliario en lotes, y poco a poco se fueron desperdigando todas sus riquezas.
En la actualidad, y desde la desamortización de Mendizábal, que provocó su abandono, la cartuja se encuentra en estado de ruina conservándose apenas la iglesia de San Martín y la iglesia Mayor, de la cual se pueden ver los tres lienzos de la portada y los laterales. El claustro fue adquirido por la ciudad de Segorbe a mediados de 1800, y con el se construyó un lavadero, siendo instalado posteriormente en el jardín del botánico Pau. Las puertas y retablos se encuentran en el Museo "La Luz de las Imágenes" situada en la localidad vecina a Altura, Segorbe. El Altar mayor se encuentra en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Altura. El pozo original se encuentra en la Avenida Agustín Sebastián, habiendo en la cartuja una copia del Original.
En el 2003 se funda la «Asociación Cultural Cartuja Vall de Crist», y​ desde ese momento se ha invertido mucho dinero en la recuperación de la hospedería, así como todo el entorno que formaba parte de propiedades particulares.
El 29 de marzo de 2005, la construcción de la autovía derribó gran parte del Batán del Trapo, quedando en pie parte de los cimientos y parte de su estructura como recuerdo para las futuras generaciones. Así es como se perdió uno de los vestigios que la vinculaban a Vall de Crist, su escudo, hasta entonces visible y en buen estado sobre la puerta principal. Tampoco ha quedado nada de la conducción de agua que lo abastecía, aunque sí se ha conservado, aunque muy modificado la acequia que llevaba el agua sobrante hacia el monasterio (Datos de la Wikipedia).
El 12 de enero de 2007, la Consejería de Cultura, Educación y Deporte declaró Bien de Interés Cultural (BIC) la cartuja de Vall de Cristo con la categoría de monumento.
El año 2009, la «Asociación Cultural Cartuja Vall de Crist» inició un proyecto para recuperar el camino que unía la Cartuja de Porta Coeli con ésta. Dicho trazado fue el que en el año 1546 recorrió y describió el valenciano Juan Villuga en el libro Reportorio de todos los caminos de España. El trazado de la nueva senda incrementa con nueve kilómetros el antiguo trazado del camino, que en su conjunto suma ahora un total de 33 y discurre en su mayor parte por el término de Altura.
La Asociación Cultural Cartuja Vall de Crist tiene una dirección web en la que se puede encontrar una impresionante cantidad de información sobre la Cartuja. Entre lo más importante está el plano del asentamiento y la descripción de las partes más notables, que reproduzco a continuación, ligeramente modificada:
Iglesia de San Martín y subterráneo:
La consagración de la Iglesia de San Martín fue el 13 de noviembre de 1401. Su altar mayor estaba dedicado a San Martín Obispo. El edificio se construyó siguiendo la característica del gótico valenciano de la época: sobrio, sin contrafuertes y con muros de gran grosor. La puerta de acceso está resuelta con un arco de medio punto. Las arcadas que soportan la bóveda son apuntadas. Debajo de la iglesia existe un subterráneo que recibía luz a través de tragaluces laterales a nivel del suelo exterior. Las arcadas principales que soportan el techo (suelo de la Iglesia) son torales y las de crucería son rebajadas.

Nave de la Iglesia de Nuestra Señora de los Angeles:
La ceremonia de colocación de la primera piedra fue el 20 de abril de 1405 en presencia de Don Martín (ya coronado rey tras la muerte de su hermano) y de su hijo Don Martín de Sicilia, el joven. También se realiza siguiendo las directrices del gótico imperante en la época que era algo más avanzado que el descrito de la Iglesia de San Martín.

Claustro Mayor:
Fue construido entre 1400 y 1450 según el gótico de la época. Se sabe que el cementerio ubicado en su centro fue acabado en 1415. Este claustro disponía de una doble arcada en todo su perímetro, una interior muy trabajada y más primitiva de 160 arcadas, y otra exterior de 40 arcadas de doble anchura que las interiores. El paso porticado que soportaban estaba solucionado por una bóveda de crucería apoyada sobre arcadas apuntadas. El suelo de este paso estaba compuesto por losas blancas y azules. En el centro del claustro había una cruz gótica con gradas, que separaba el cementerio de los Padres del de los Conversos. Fue colocada el 13 de mayo de 1421. Alrededor del claustro estaban las 24 celdas dotadas con un huerto particular cada una. Este claustro es de los mayores de España en extensión.

Claustro de San Jerónimo o de la Cisterna:
No se tienen noticias de cuando fue labrado aunque debió ser a principios del siglo XVII. Era una pieza fundamental en la vida cenobítica cartujana, ya que a él se abrían las dependencias de Iglesia Mayor, Capillas, Aula Capitular, Refectorio, Coloquio. Estaba cerrado por arcos de mármol de varios colores soberbiamente trabajados. Las puertas de mármol que daban acceso a las piezas circundantes se realizaron en 1800.

La ruta que hemos seguido está basada en un track de jplázaro (referencia Wikiloc 8550254), que hemos modificado para visitar algunos puntos adicionales. Se llega a Altura desde la salida indicada de la A-23. Iniciamos el itinerario en la calle de la Cartuja de Vall de Crist para, tras pasar por la Cooperativa Oleícola y diversas huertas, alcanzar los terrenos de la Cartuja. Desde aquí seguimos por la Balaguera en dirección a la Masía de San Juan, continuando por la ruta de las Cartujas hasta su unión con la CV-25, que dejamos unos 400 metros más adelante, para continuar por la derecha por la ruta de las Cartujas, con una excelente vista del Castillete del Cuervo. Pasada la Rocha del Vizcaino, vemos a nuestra izquierda el alto del Vizcaino, al cual subiremos más adelante por un sendero de ida y vuelta, aunque en la parte superior del alto se hace circular; este sendero, sobre lapiaz y abundantes arbustos, tiene zonas poco reconocibles, por lo que el GPS se convierte en un gran aliado. Tras bajar por el mismo camino tenemos dos posibilidades: 1) seguir a la izquierda por el camino de Gavarda (ruta de las Cartujas), para luego -tras llegar al Corral Nuevo- girar a la derecha y llegar a los Hornos y Sima del Corralejo y el corral de los Uñoseros, para alcanzar el Camino de los Rodenos (esta era la ruta que teníamos pensado hacer, pero en el último momento nos olvidamos y escogimos la otra, siguiente, opción), o 2) girar a la derecha, para volver atrás por el camino por el que habíamos llegado y, pasada la Rocha del Vizcaino, girar a la izquierda para seguir hacia el Arco de Liria y la Rambla de la Cartuja, pasada la cual nos desviamos a la izquierda para ir a ver la Cruz de Pallás, y desde aquí cruzar la CV-25 para alcanzar la vía verde, que nos devuelve a Altura. A su entrada, cerca de la Piscina, encontramos el camping y la antigua Ermita de San Miguel. La ruta termina en el lugar de inicio, donde habíamos dejado estacionado el coche.
En conjunto, un excelente día de senderismo y un territorio de enorme interés cultural. Volveremos para visitar detenidamente el interior de la Cartuja, y completar el recorrido previsto, pasando por el Corralejo y los Uñoseros. Itinerario fácil, que se merece mucho la visita; si le parece largo o su forma física es deficiente puede evitar la subida al alto de Tamarit, el resto es casi llano y las huertas y zonas de arbolado son muy agradables. Es recomendable protegerse del sol.