Calblanque: Cabezo de la Fuente (336 m), Cabezo del Horno, Salinas del Rasall y calas por las sendas

Esta ruta es una joya, una delicatessen para el senderista, y en general todo este parque natural de Calblanque es una maravilla por cuya óptima conservación merece la pena que se hagan todos los esfuerzos. En casos como este, no hace falta irse a una gran sierra o macizo para disfrutar de una naturaleza espectacular. Es increíble lo que pueden dar de sí una montañita de apenas trescientos metros de altura y cinco kilómetros de costa:


Vaya por delante que en realidad la ruta es solo de dificultad moderada si se evita la segunda subida del recorrido, al Cabezo de Hornos, o si se hace por donde señalo como 'Senda buena', y se evitan las otras dos vías laterales, que tienen tramos muy malos monte a través. Por lo demás, todo el trayecto es por senda sin el menor problema.

El recorrido está pensado para disfrutar a tope de las sendas y del bosque de pino mediterráneo que puebla el pequeño espacio de monte, y luego el contraste con las paradisiacas playas de Calblanque, las salinas, la duna fósil, el arboretum con su Tetraclinis articulata, la senda que serpentea por los acantilados hasta la cala de las Mulas, ... La variedad natural por la que discurre la ruta forma un vasto ecosistema que deja extenuados los sentidos al senderista.


Ya desde el inicio del trayecto, a las primeras subidas se empieza a disfrutar de las generosas vistas hacia el Mar Menor y La Manga

Hay trazados diversos senderos por la ladera del monte; yo seguí uno marcado con un punto rojo acá y allá, que me guio hasta la zona alta siguiendo el perfil de la sierra por el lado más cercano a la arista de las rocas. La panorámica desde lo alto es de las que quitan el hipo.

Luego se baja hasta un collado en el que pueden hacerse básicamente tres cosas: bajar por la izquierda para volver a Los Belones, seguir de frente y subir al Cabezo del Horno (la senda justo de frente es la buena), o bien girar a la derecha y bajar hacia la playa por la rambla de Cobaticas, arbolada por un maravilloso bosque mediterráneo.

Una vez en la parte baja de la ruta sólo queda disfrutar del paseo por ese paisaje tan característico de la comarca de Cartagena en el que destacan las palmeras aisladas y un cierto verdor entre la escasa vegetación, con un cierto toque caribeño:


El trayecto recorre las salinas del Rasall, con sus dos observatorios de aves, y luego las numerosas y variadas calas de Calblanque en dirección Cartagena buscando ya el retorno al punto de inicio, primero por la orilla misma de la playa (de las Cañas) y luego por la parte baja de la ladera del monte, desde cuya pequeña altura se van contemplando las calas al pasar. A partir de cala Parreño el sendero se hace un poco más salvaje, menos transitado, y recorre unas puntas y recodos muy marineros cerca de los acantilados hasta la cala de las Mulas.

Distancia recorrida: 16 km
Altura Mínima: -3 m
Altura Máxima: 329 m
Ganancia Altitud: 670 m