CALARES DE LOS CARACOLES Y DE PEÑA RUBIA - CASAS DE LA TOBILLA Y DE PEÑA RUBIA

Tiempo en movimiento: 6 h 22'.

Para llegar al inicio de la ruta yo tomé como referencia el cruce que une Siles y Segura de la Sierra. No nos desviamos a Segura desde Siles, sino que seguimos de frente. En un próximo cruce optamos por la izquierda y al poco llegamos a unas instalaciones indicadas como campamento juvenil. Nos desviamos aquí de la carretera y aparcamos en unos metros.

Ya a pie deambulamos por un sereno camino entre el bosque que nos acerca al paso de la cascada, que salvamos sin dificultad a no ser que haya un desmesurado crecimiento de las aguas. Tras ello un sendero nos lleva a un carril, desviándonos nosotros de este último por un camino secundario para comenzar la primera subida serrana.

Ahora he de hacer un inciso: Podéis ver con facilidad que ahí acabé realizando una pequeña circular. Empecé subiendo por la línea más alejada y descendí por la más cercana. Es mejor hacerlo al revés, pues la más cercana tiene algún tramito de piedra resbaladiza y es mucho más cómodo realizarlo ascendiendo. Otra opción es subir y bajar por la línea más lejana. Cómo gustéis.

En el puntal nordeste de este calar, el que alcanzamos, hay un refugio que hallé cerrado con llave. Aviso para los que quieran pernoctar allí. Desconozco si lo abrirán en invierno.

Una vez acabado el pequeño tramo circular enfilamos la segunda subida serrana, aprovechando aquí una pina trocha que nos deja a pocos metros de la cuerda de este segundo calar.

Descendemos en busca de una senda que llega a desaparecer y, monte traviesa y por postrer tramito de tránsito fácil por un barranco, alcanzamos un camino que nos dirige a las Casas de La Tobilla, donde sólo queda una en pie. A la vera de ésta hay una generosa fuente y aparecen marcas de sendero de pequeño recorrido, sendero delicioso que discurre cerca de un arroyo.

Llegado a la junta de tres arroyos perdí las marcas, así que opté por ascender a una pista cercana que me solventó fácil y rápidamente el problema. La pista nos devuelve al cauce, que vadeamos; en unos metros aquélla confluye con otra y con señales de un sendero de gran recorrido.

Tomamos a la derecha en un siguiente cruce y descendemos de nuevo a las aguas para salvarlas por un pontón.

Vamos observando las hermosas paredes de Peña Rubia hasta llegar a un nuevo conjunto de casas. Aquí hemos de estar atentos a la continuación por sendero de las marcas de gran recorrido. Podéis observar en mi caminar una pequeña duda en la aldea. El sendero no se ve bien, pero hay una típica señal rojiblanca en una pared que nos indica el abandono de ese camino y la toma de tal sendero ascendente.

El sendero aboca a un camino forestal que, al cabo, abandonamos para, a través de varios trazados, llegar a nuestro vehículo y terminar este variopinto paseo.