Cala Moraig a Cala Llebeig por Barranco Garsivá y vuelta por los acantilados. Ruta de la falla del Moraig. Cova dels Arcs.

Día de visita y Manuel pide hacer una ruta entre las Calas Moraig y Llebeig. Es algo que hemos hecho en repetidas ocasiones, dejando unos cuantos tracks como muestra, pero aún quedan posibilidades de hacer algo nuevo, y modificamos el diseño de la ruta para limitar al máximo el paso por las calles de las urbanizaciones de Benitachell (lo que implica necesariamente eliminar la visita a varios miradores), modificar ligeramente el acceso al barranco Garsívá, ampliar el recorrido por la Cala Llebeig, suprimir la visita a las cuevas de los acantilados o Peñasegats, incorporar el recorrido por la senda de la falla del Moraig, y visitar la Cala del Moraig, que ha sido remodelada, eliminando los chiringuitos y modificando el acceso a la Cova dels Arcs. Habíamos previsto asociar la visita a los miradores de Los Testos y la bajada a esa cala, pero todavía está en obras, como algunas otras partes, así que dejamos esa parte hasta mejor ocasión.
Llegamos pronto y dejamos el coche aparcado al final de la carretera que baja hacia la Cala del Moraig, que ahora está cortada a vehículos, con lo que sólo se puede aparcar en la parte superior. Empezamos a caminar por la carretera que sube hacia las urbanizaciones de Benitachell, continuando por ella hasta llegar a un cruce donde está marcada la desviación hacia Cala Llebeig y el Parc Garsivá, por la que continuaremos . Aquí las vistas hacia el barranco son impresionantes. La primera parte del camino por el que vamos ahora está en buen estado, pero pronto comienza a mostrar una notable erosión del suelo, acomopañada de un moderado aumento de la vegetación y algo más adelante encontraremos dos carteles que nos avisan del final del camino. No hay que hacer caso, poco más adelante comienza el excelente sendero que desciende por el barranco Garsivá, con fuerte desnivel y unas paredes rocosas con algunas cuevas y abrigos. Llegaremos así al fondo del barranco, del que saldremos poco después para entrar en una carretera asfaltada que recorre las urbanizaciones; esta carretera es más cómoda para avanzar, pero mucho menos bonita que el sendero por el que hemos venido, por lo que recomendamos evitar su uso a los senderistas.
Al final del camino se vuelve a entrar en un sendero que recorre el tramo final del Barranco Garsivá, hasta su unión con la Rambla de la Viuda. Al llegar aquí ha comenzado a llover, y la intensidad de la lluvia aumenta rápidamente, por lo que buscamos cobijo bajo un gran algarrobo. Cuando deja de llover volvemos al sendero, entonces la roca del lecho del barranco, mojada y bastante pulida, es muy resbaladiza, pero el problema es escaso si se va con cuidado y se selecciona adecuadamente el lugar de paso. Pronto llegamos al final del barranco, donde este cambia de dirección, para subir por el SL-CV-50 hacia la senda de los acantilados, el mismo lugar donde también sale otra senda, que se dirige hacia el Cap d'Or. Nosotros paramos un rato, para disfrutar de la Cala Llebeig, haciendo un corto recorrido por la base del acantilado para acceder a mejores vistas.
Volvemos de nuevo al sendero, para iniciar la subida hacia la senda de los acantilados. Esta es la parte más dura del recorrido, sobre todo si se hace por el sendero de tierra (hay otro paso, con algunos escalones de piedra y cemento, más cómodo). Al llegar arriba nos encontramos al lado de una de las cuevas de los acantilados (el Morro del Boy), pero ya las hemos visto en varias ocasiones, así que seguimos directamente por el sendero, al pie de los acantilados, en un trayecto que impresiona un poco y que ofrece vistas excelentes al litoral (de las mejores, o la mejor, de la costa de la Comunidad).
Cuando llegamos al final salimos hacia la carretera por la que iniciamos la ruta, y giramos a la derecha en el camino, recordemos cerrado a vehículos, en obras que baja hacia la Cova del Moraig. Cerca ya del final veremos un sendero escalonado, protegido por una empalizada, que sube por la ladera en dirección a un notable relieve rocoso. Esta es la senda de la Falla del Moraig, corta y escalonada, con un ascenso moderado y una sorprendentes vistas sobre la parte sur de la Cova dels Arcs y el río subterráneo, además de la propia Falla.
Vueltos al camino, seguimos hacia abajo, hasta llegar al suelo de la Cala del Moraig. Ahora ya no se accede de entrada a la Cova dels Arcs; hay que seguir hacia la playa, y luego se rodea para volver hacia la boca. Han quitado los chiringuitos que había en esta zona, y que eran un fantástico lugar para tomar una paella o beber algo. La playa tenía una ocupación relativamente baja (probablemente no serán muchas las personas que bajen la rampa mientras esté cerrado el acceso), y sigue teniendo una zona nudista al final, bastante solitaria comparativamente y tras una gran roca. La cala es preciosa, pero no es muy pacífica por lo que hay que tener cuidado con los niños y es muy recomendable llevar calzado adecuado, porque el suelo de piedra, bastante inclinado, es poco amistoso con incluso un pequeño oleaje.
Al final, subimos la rampa de acceso a la Cala, y llegamos al lugar donde habíamos dejado el coche, y termina la ruta (aunque olvido terminar la grabación y por esa razón aparecen recogidos unos cientos de metros de más, aunque me doy cuenta pronto y finalizo pocos minutos después). Ahora hay muchos más, pero todavía queda bastante espacio. No ocurrirá lo mismo en los fines de semana, cuando es difícil encontrar lugar de aparcamiento si no se llega muy temprano.
La ruta, de ligera exigencia, es bellísima, una de las mejores de la Comunidad, y para nosotros el paso por el Barranco Garsivá la hace mejor aún. Está bien marcada en algunos sitios, pero no en otros, por lo que conviene llevar la ruta grabada en el GPS.
Buen calzado de montaña, bastones, agua suficiente, sombrero, protección solar y bañador son recomendaciones lógicas en esta época. Si tiene tiempo puede bañarse en las dos Calas y comparar.