Cala Fomelles-Torre de Vigilancia-Caló d'en Monjo

El pequeño promontorio rocoso que separa Peguera de Camp de Mar es el entorno ideal para pasear, a poca distancia de su lugar de veraneo en Calvià, y cuenta con unas impresionantes vistas desde el Cap Andritxol. Un hermoso panorama de montañas, valles y costas llenará el objetivo de su cámara fotográfica, y los distintos tonos turquesas y azules de las aguas bañando las playas, con el agreste pico del Monte Galatzó (1,026m.) cerrando el horizonte añade magia a este lugar.
La caminata empieza cerca de la parada de autobús de Cala Fornells, subiendo la calle de la Espiga a mano derecha. Arriba, en la primera curva a la izquierda, dejamos la calle para tomar el sendero de tierra, el que asciende a la izquierda, adentrándonos en el bosque. La caminata principal sigue hacia la derecha, ascendiendo ligeramente, unos metros pasado el cerco; un montoncito de piedras marca el lugar. Ahora, giramos a la izquierda para seguir la ruta ancha que continúa ascendiendo, entre arbustos de brezo, lavanda y las delicadas flores azules de la globulária, hacia la torre y el cabo, atravesando el cerco de vez en cuando (marcando propiedad privada pero permitiendo acceso a pie). Pronto disfrutaremos de unas vistas sobre el mar hacia la izquierda, con los islotes de El Toro y Rafalbetx cerrando la bahía azul. Acercándonos a la torre ahora, veremos que el sendero original ha sido ensanchado (asimismo una bajada hacia Camp de Mar) para permitir acceso a las obras de reconstrucción de la torre. Llegamos, pues, a la torre de vigilancia; un lugar excelente para disfrutar del picnic, rodeado de magníficas vistas sobre las costas de Calvià.
Construida en el siglo dieciséis, esta torre al igual que muchas otras alrededor de la costa Mallorquina, formaba parte de un sistema de aviso, alertando a los habitantes de un ataque inminente de piratas, o del creciente peligro de invasión por los turcos. Una vez avistado el enemigo, los habitantes de la costa se refugiaban en el interior, mientras las fuerzas navales alertadas se movilizaban en el lugar. Más de treinta torres como ésta ya funcionaban en el año 1595.
El regreso vuelve por el mismo camino, y a unos cinco minutos más abajo, manteniéndose a la derecha del cerco, más o menos donde el camino se nivela, buscaremos un sendero estrecho que sale a mano derecha. Es un descenso rápido, que zigzaguea por el bosque, llevándonos casi al nivel del mar en unos quince minutos, terminando en un camino ancho abajo, delante de una pared baja (Punto F), con un edificio abandonado detrás.
Frente a la pared, giraremos a la derecha, para descender en pocos minutos a una de las calas más pintorescas de toda la isla, es Caló d'en Monjo, una joya de tranquilidad, ideal para nadar, o simplemente para descansar y contemplar a los cormoranes pescando su porción con elegantes zambullidos.
Seguiremos por el camino ancho, ascendiendo ligeramente y torciendo a la derecha para llegar al asfalto y entrar en Cala Fornells.