Cabo San Pío

Hacía dos años me había aproximado a la zona más al este de Prefectura en la ruta J. También había quedado la premisa de saber qué había más allá de la baliza Punta Moat, el extremo Este al que llegué entonces... Se lo comenté a mis dos amigos de caminatas y emprendimos la empresa sin mediar muchos preparativos. Salimos el sábado 24, casi a las 5 de la tarde y paramos de caminar, luego de 16 kilómetros, a las 11 de la noche, más o menos.

Luego de transitar unos cinco kilómetros, llegamos a un rancho en medio de la costa, luego supimos que se trata del rancho del conocido Paty Vargas, un puestero que vive en esos campos y trabaja para la estancia dueña de esas tierras. Es tan conocido como el calafate. Sin embargo el hombre no estaba. Una oportunidad interesante para conocer un poco más de sus vivencias en el bosque fueguino. Luego de la meriendia continuamos nuestro derrotero.

Luego de apreciar un atardecer único sobre el oeste del Beagle, nos demoramos porque erramos la senda de cuatris y terminamos en un matorral de mata negra, calafate y juncos que nos mantuvieron ocupados por casi una hora, cuestión que -con poca luz y mucho cansancio- nos desmoralizó un poco. Aunque una vez alcanzada la ruta, caminamos sin parar hasta llegar al refugio Casa Vieja, que dista unos 16 kilómetros del punto de partida.

Al día siguiente, temprano y con menos peso, emprendimos el tramo final hasta el cabo, unos 4 kilómetros al Este. Optamos seguir por una lomada y pastizales y luego bajar al cabo, lo que significó una empresa ardua y un tanto aburrida. El marco paisajístico más vistoso está precisamente en la linea de costa. Llegando, se pueden observar paredes acantiladas de poco más de 100 metros, una interesante diversidad de aves y el islote Blanco, que se encuentra frente al cabo y la isla Nueva (Chile) es visible en toda la caminata. Luego de hacer el merecido almuerzo y las sesiones de fotos, volvimos sobre nuestros pasos pero bordeando la costa. Es la mejor opción sin dudas.

El faro de Cabo San Pío fue puesto en funcionamiento en 1919. En breve cumplirá un siglo marcando el rumbo de los navegantes modernos. Es una estructura cónica de 8 metros roja y blanca y tiene una baliza fotovoltáica y a batería. El cabo lleva ese nombre por la embarcación de un navegante medieval que surcó estas aguas.

LLegados a Casa Vieja y luego de unos mates, regresamos. Al destacamento de Prefectura llegamos cerca de las 21,30 donde los uniformados nos recibieron con agua caliente para el mate y una breve charla sobre nuestra experiencia.