Cabo de San Vicente. Desde Playa de Beliche. Acantilados del Algarve. Portugal.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Recorrido circular desde la espectacular y amplísima Playa de Beliche, a la que bajamos nada más comenzar la ruta. La playa es una delicia para los ojos, sobre todo en bajamar que es cuando más se ve la dimensión que alcanza bajo las impresionantes paredes que recorren todo esta zona de litoral portugués. Subimos de nuevo a la plana llanura sobre la que caminaremos todo el resto del día. Intentamos evitar todo lo que podemos el caminar junto a la carretera de acceso al cabo, utilizando casi siempre caminos marcados, pistas, sendas y en algún momento campo a través (hay varios tramos en los que el terreno es bastante incómodo por discurrir en este caso sobre una roca parecida al lapiaz sin traza alguna que facilite el paso). Las vistas sobre los acantilados son en general espectaculares y el paisaje varía bastante según el lado del cabo en el que estemos, en la zona sur son paredes verticales que caen a plomo y en la parte norte están más rotos las paredes y ofrecen más variedad de formas (a mí en particular me resultó más atractiva esta parte de los acantilados). El viento corre en general con fuerza, sobre todo en el propio cabo y junto a los acantilados de la zona norte. Nos sorprendió la abundancia de Jara Pringosa (Cistus Ladanifer), aunque no es exactamente igual que la que hay por el centro de España (la del Algarve es más achaparrada y las hojas son más gorditas y menos alargadas).
La zona del Faro de San Vicente es muy concurrida (por lo menos cuando fuimos nosotros).
Nos acercamos también a la Praia do Telheiro, aunque no bajamos a ella (nos pareció menos atractiva que la de Beliche y la marea ya estaba bastante más alta). Para hacer el regreso por el interior tomamos primero una amplísima pista (poco atractiva para caminar) que nos sacó a la carretera asfaltada (marcada como GR 13, "Vía Algarviana") y luego nos desviamos por un camino que nos llevó directamente frente al parking en donde habíamos dejado el coche por la mañana.
La zona del litoral norte del cabo está recorrida por la "Ruta Vicentina", marcada en todo momento (aunque nosotros sólo la seguimos parcialmente, ya que nos desviamos varias veces para acercarnos a los acantilados).
El desnivel que marca el track me parece exagerado ya que el terreno en general es bastante plano. Es muy difícil calcularlo con exactitud pero no creo que supere los 300m de desnivel.