Cabeza del asno desde el albergue El Picarcho (Cieza)

Toda la vida yendo dirección Madrid y viendo esta sierra estirada, con ese morrón final tan particular, y diciéndome: ¿Cuándo leches subiré yo allí? Y ese día ha tocado hoy. Finales de enero, con días de frío fuerte y vientos fuertes la víspera, y me toca la lotería de comenzar a andar amaneciendo l ¡CON DIECISÉIS GRADOS! ¡Y CON UN SOLAZO QUE SALIÓ RETOZÓN Y LLEGÓ A LOS VEINTIUNO A LA RECOGIDA! Eso es suerte, chicos; además, anticipo que preferiría ser pisoteado por una manada de rinocerontes locos antes que hacer esta ruta en pleno verano murciano.

La Sierra de la Cabeza del asno (qué nombre, ¿no?. A la recogida me tropecé con un pastor y hablamos sobre ello: sigue leyendo) se alarga durante varios kilómetros, hasta empalmar con la Sierra del Puerto, ya en Calasparra. En Wikiloc tenéis varias entradas bien chulas para cuerdearla de punta a rabo, que era algo que me atraía muchísimo, pero visto hoy el tema desde arriba... se me han quitado un poco las ganas de intentarlo. Lo que sí me gustaría hacer es intentar el GR-251 (camino del Altiplano, de Yecla a Calasparra, donde engancha con el GR-7 en busca de Caravaca; ya sabes, el camino de la Vera cruz y tal) , del que hoy he pisado un buen trecho y corre paralelo al norte de nuestra sierra, a pocos metros de la linde con la provincia de Albacete -municipio de Hellín-.

Bien, importante decir que el armazón de la ruta está hecho a partir de la de JUAN JOSE ROS: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-cabezo-de-la-cabeza-del-asno-cieza-16964413 , que se adaptaba a lo que yo buscaba, porque no veía claro lo del ascenso y descenso a y desde la cuerda de la sierra. Lo cierto es que, al final, tampoco me ayudó demasiado, y es que debía haber releído más detenidamente su pequeña descripción. Luego lo vemos. En cualquier caso, muchas gracias, JJ.

La idea era dejar el coche en la antigua casa forestal (ahora albergue reacondicionado y cuqui) de El Picarcho, en plena antigua Nacional 301, junto a la A-30. Aparque fácil y echar a andar, siguiendo el GR comentado antes -también solapado como Itinerario ecoturístico Picarcho-Calasparra-. Todo es intuitivo, con una simple ojeada a plano, para llegar hasta el área recreativa de Agua Amarga, donde JJRos inicia su ruta. Puedes dejar el coche allí e incluso un poco más cerca de la sierra, pero a mí me apetecía un calentamiento tranquilo, un llaneo de puro GR bucólico (Joé, cuando recuerdo algunos tramos hardcore del GR92, por la costa cartagenera...) para estar un rato uno consigo mismo en su misma mismidad. Seguimos y ya llegamos a los bajos de la sierra, donde debes decidir si tiras a derecha o izquierda. Sigo a izquierda, abandonando el GR y llegando a una gran balsa, que JJ rodea a través de una pequeña pista que muere en un gran espartal que hay que atravesar a la buena de dios, aunque sin ningún problema. Y ahora, amigo mío, es cuando tienes que demostrar de qué madera estás hecho. Has llegado a uno de las barrancas que te va a llevar arriba. Olvídate de la alegría a 6 kms. por hora que llevabas del camino de tierra. Comienza el paso de tortuga que no te va a abandonar hasta que vuelvas a este mismo punto a la bajada. Me gustan mucho las ramblas de ley, esas hermosas que se buscan la vida en los grandes llanos, pero estas torrenteras de montaña sólo me traen disgustos. Barranca muy empinada y accidentada, aunque en ningún momento encuentras obstáculo insalvable. Al principio se anda sobre buenas placas de piedra, pero según ascendemos aparece más piedra suelta que va complicando la cosa, con el "aderezo" de su buen número de arbustos de espino. Olvida tus chanclas hawaianas o tus zapatillas de ballet y échate esas botas con suela Vibram que te han traído los reyes. Los dos bastones te sobrarán, pero uno solo te ayudará a estabilizar en los traspiés (que alguno vas a tener). Llegada a la cuerda ¡POR FIN! y anticipo de las vistas fantásticas que disfrutaremos mejor al cumbrear. Seguimos cuerdeando (como algún usuario comenta, algunas aristas son telita, con caída escalofriante hacia el norte, pero siempre hay alguna forma de esquivarlas por su lado sur). Llegada a la Cabeza del asno (765 metros, que parecen más enmedio del altiplano), cuya cima es -gracias a Dios- un poco aplanada y agradecida para disfrutar como un bellaco de unas vistas maravillosas, de las que -para mi gusto- destacan las de las inmensas serranías de Albacete, hacia el noroeste. Tras reposar y dar buena cuenta del bendito termo de té azucarado y de algún alimento bien energético (¿creías que te habías escapado?: vas a sudar tinta, chaval) comenzamos el descenso. Servidor se veía optimista, bien de fuerza, dispuesto a buscar la bajada norte para completar -aunque ya dije que no era mi objetivo inicial- el trazado completo de JJ. Y ahí que vuelvo sobre mis pasos y llego al punto donde alcancé la cuerda desde la rambla. En el trazado se ve claramente el derrape que lleva a ninguna parte y que coincide con el punto en el que JJ abandona la cuerda y que admite (tonto de mí, que no repasé los deberes) que lo hizo un poco al tuntún y que la bajada "oficial" estaba más atrás, justo al bajar la cima. Llegar al punto "fantasma" -como imagino que toda la cuerda hacia el oeste- es realmente incómodo; tienes que ir sorteando aristas, decidiendo casi cada paso que das, a veces en franca verticalidad, decidiendo cada dos por tres cuál debe ser tu movimiento para los próximos diez metros, sin garantizarte que sea la opción correcta... En fin, un suplicio que no quise estirar más -vale que ir solo y ver que el tiempo te coma no ayuda nada, claro-, así que me comí el orgullo (más vale cobardica vivo que héroe muerto) y volví sobre mis pasos para iniciar el descenso por donde subí. He dudado si borrar con BaseCamp ese brazo muerto, pero decidí dejarlo y así os hacéis una idea de la prolongación que NO debéis hacer.

Y vamos llegando al final. Si subir la rambla fue pestoso, no te digo nada bajarla. Ahora sí vienen bien los dos bastones para afianzar cada pasico que se da (además de que servidor gasta tremendo tonelaje). Paciencia Jobiana y llegada por fin a la balsa, donde los pies molidos optan por descartar el espartal y hacer unos metros más para rodear por camino más civilizado, como observáis en el trazado.

Llaneando de vuelta, me tropiezo con un pastor y su rebaño de ovejas. Me paro a conversar un poco y me cuenta (el señor, no el rebaño) que él es de allí de siempre y que La sierra es La Cabeza del asno porque -según se mire, y con algo de imaginación (esto último lo digo yo)- el morrón final recuerda una cabeza de acémila con las orejas hacia atrás, y que a la cima se le dice La madama (¡¿Como a La madama de la Sierra del Carche?!). No sé, si el señor lo dice... En fin, que el llaneo ya se me atraganta un poco y llego por fin al coche, donde decido que si piso otra vez este lugar será para hacer el GR... o para llegar a La cabeza de un modo mucho más sencillo. Que así sea.

Yo que vosotros me abstendría, walking dummies, de hacer esta ruta, a no ser que vayáis acompañados de gente con experiencia. Califico de moderado (como casi todas las que veréis para este ascenso; por algo será) porque une muy fácil con algo difícil, pero se podría catalogar como difícil para alguien no muy ducho. Buen calzado de agarre, capas de abrigo en invierno (yo tuve suerte, pero el viento arriba puede ser chungo) y desaconsejable en verano.