Buscando fuente conejos por el camino encantado de Yedrón

Aunque el principal objetivo de esta ruta era buscar una fuente de la que habíamos tenido conocimiento por la información escrita que se halla en la cueva-refugio de Yedrón - se explica que las fuentes mas cercanas son esta, -a 10'-, y la de la Nava, bastante mas alejada-, realmente, la belleza de este paraje "encantado" propio de un libro de cuentos invita a adentrarse y disfrutar de él sin necesidad de excusa. Tras abandonar el camino forestal que nos deposita en el puerto de la Senda una vereda con escalones de piedra surge a nuestra izquierda, llevándonos hasta el cementerio de árboles entre los cuales seguimos avanzando aunque si andamos atentos veremos a la derecha, a ras de suelo, unas formaciones rocosas que esconden caprichosas galerías con anchura suficiente para saciar nuestra curiosidad. Continuamos nuestra andadura hasta el primer mirador, junto a un túmulo de piedras, que inevitablemente nos retiene durante unos minutos para contemplar, a lo lejos, el pantano, y al otro lado Grajales y las Alcandoras. Seguimos la vereda porque casi inmediatamente nos esperan nuevos indicadores "naturales o casinaturales" de que vamos por buen camino, como la cruz tallada en el tronco de un árbol o la que tiene forma de pata de ganso invertida. Tras superar un primer barranquito con cierta dificultad por el desnivel y la tierra suelta, ascendemos hasta un segundo mirador y cruce de caminos. En él podremos observar ,a los lejos, dos colosos pétreos, uno al noroeste y otro al noreste, a los que la imaginación de cada cual les puede poner rostro/ figura humana o fantástica. A nuestras espaldas, intuimos el camino ya recorrido porque la espesura del bosque de pinos no permite vislumbrar sendero alguno, y enfrente, mirando hacia Matamulos, un punto blanco que no es otra cosa que el refugio de la Chimba.Es en este punto donde se puede elegir entre continuar por una vereda que gira a la izquierda, y dando un pequeño rodeo para hacer mas llevadero el desnivel, llevarnos hasta el árbol donde una vez hubo una cruz de madera, o bien, coger ladera arriba en línea recta y pasando junto al árbol araña hasta llegar al mismo punto. Es aquí donde me desvié de la vereda para comenzar la búsqueda de la fuente que supuestamente se encuentra en la ladera de la colina que hay detrás del "árbol de la cruz". Tras un buen rato de búsqueda me di por vencido -este invierno, cuando haya llovido lo suficiente volveré- pero no sin antes darme una vuelta por esta zona poco frecuentada, por lo alejado de la vereda, encontrando unos corrales naturales que los pastores usaban para tener recogidos sus rebaños y unas torres con una pequeña cueva propias del mismísimo Tolkien. Ya de vuelta no podía irme de allí sin saludar a la "señora", guardiana del Yedrón y a su mascota, el árbol-piedra-pájaro, aunque sin pico desde hace unos meses-.