Burgas paseo

Comments  (3)

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  Antonio Perez Arroyo Aug 3, 2017

  En Burgas toma la sombra un anciano,
  del parque a la añoranza y a la pobreza.
  Nunca estuvo en su estirpe la riqueza,
  por ser de la ortodoxia muy cristiano.
  
  Pronto hallará el Paraíso en su mano,
  con tanta iglesia junta, más se reza,
  si el gasto a postín es una rareza,
  y alienta el oro de un cristo mundano.
  
  Tu rezo mejor entre arte y belleza,
  si Dios no es pobre ni anduvo desierto,
  sino en coraza que envuelve pureza,
  
  en sublime éxtasis de orgullo errado,
  siglos con milenio y de muerto a muerto,
  cual balanza en codicia es de este lado.
  
  
  Nesebar, el Sol se esconde,
  dorado a mar y montaña,
  fundido con roja flama,
  a su muralla romana.
  
  Libro amarre a tu velero,
  admirando bella estampa,
  sobre azul de agua marina,
  nace en mi ánimo una llama,
  
  como marino a deriva,
  él para su adentro amarra:
  Jesucristo Pantocrátor,
  y yo…ese astro sobre playa.
  
  

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  Antonio Perez Arroyo Aug 3, 2017

  Alguien me dice: Esta ciudad no tiene nada, pero siempre encuentro algo… La maravilla sosegada de un "Mar Negro", no tan negro…quizás de un azul más oscuro, no tan salado, viéndome sobre sus aguas a bastantes metros de una playa de arena fina, donde aún hay espacio para no pisar mi toalla, no como aquí en España, en los odiosos meses de julio y agosto.
  
  Paseando por Burgas, aún hay muchos destellos del periodo comunista de Bulgaria. Las terrazas las ocupan normalmente turistas de otros países con mayor poder adquisitivo, y los lindos parques, repletos de pensionistas, con doscientas levas de pensión (aproximadamente cien euros), necesariamente tienen que ser ayudados por sus hijos para sobrevivir; al contrario de España.
  
  Se comenta que antes todos comían, vestían, tenían sanidad gratis, enseñanza de alto nivel gratuita… Eso sí, con claras diferencias de los que eran del partido…Estaba mal visto ser cristiano, con dificultad para acceder a los puestos de trabajo. Tampoco se podía viajar al extranjero, solo los del partido podían gozar de estas y otros ventajas.
  
  

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  Antonio Perez Arroyo Aug 3, 2017

  La verdad es que no hace falta salir del país, para gozar de la belleza costera, comparable a cualquier otra del mundo. Nesebar, colina rodeada de agua, excepto su acceso amurallado, nos transporta a la antigüedad, con gran cantidad de iglesias, muchas destruidas, dando paso a terrazas costeras para turistas; dan muestras de que el capitalismo está ganando la batalla, no solo aquí, sino en la llamada "Costa del Sol" de Bulgaria con un considerable aumento de plazas hoteleras.
  
  Prefiero fijarme en una barquita de pescadores, para observar la puesta de sol e inspirarme en la nostalgia del pasado, y entro a la conclusión que los extremos partidistas no son buenos… De alguna manera prima la codicia materialista en detrimento del ser humano.
  
  
  
  

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