Brevet 400 km de Pueblo Nuevo por Cuenca

Estaba nerviosa, mi primer 400, la noche, las previsiones eran malas, mucho aire en contra, también mucho frio, el famoso frio del Tajuña. Iba de invierno, braga de cuello, pañuelo para oídos, chaqueta de invierno con manguitos debajo, chaleco reflectante… no me quite nada de toda esta ropa, por pereza, por no guardarla, a lo más que llegue fue a bajarme los manguitos. No pase frio, en algún momento pase calor, pero hubo quien las paso put….

El inicio fue rápido, una media de 25 km por hora, pero iba cómoda en un grupo grande, con José, Susana, Andrés.. casi todos estaban apuntados a la París-Brest, porque ya me dirás si no para que iban hacer semejante hartura de km…

José esta muy atento, procura elegir buenos grupos, no perder demasiado tiempo en lo superfluo… me encanta… y salíamos con los primeros… mientras Marcin despistado se quedaba atrás. En unos kms José se daba cuenta que el ritmo era demasiado alto, estuvo por esperar otro grupo, pero continuamos con ellos.

Y aunque en el video que hizo José, todo parece que fue fácil, sin sufrimiento, buen tiempo, no es cierto… https://youtu.be/nh__rYt8XQY, quizás porque cuando llega el frio, cansancio, no estamos para sacar fotos o grabar videos…

Llegamos pronto a un Uclés, (de bonitos recuerdos), pero no había donde sellar, ni desayunar. Algunos hicieron fotos para homologar la ruta, y se quitaron algo de ropa.

Íbamos rápido, José daba relevos largos, con el airazo que hacía,…conocí algunos breveteros más, los empiezo a poner nombre… menos mal que iba muy protegida del aire en el grupo… intente dar un relevo, y más que relevo di un hachazo…, José dice que en las segundas partes me vengo arriba, es mas bien pienso que no gasto energías y llego mas o menos fresca al final.

Y cuando llegamos a Cuenca, km150, me encanto, no recordaba un entorno tan bonito, no me importaría pasar un finde allí, de hecho hay un maratón de montaña que siempre tuve en mente,…. un cañón precioso, con un rio verde, y con carril bici… la temperatura era la ideal, algunos iban de corto,..

José Luis me advirtió de las nubes que se estaban formado, yo confiaba en que no llovería… pero más adelante se veían telones de agua que dejaban caer las nubes, algunas estaban muy negras, pero hacia un sol que dejaba un panorama precioso. Cuenca no esta tan seco, era verde y marrón…

Comimos un poco mas adelante, pedazos bocadillos de lomo, otros de morcilla, tortilla..., que me salió por las orejas. Bebí muchísima agua, y en algún momento apure al máximo la última gota del bidón, quizás al ir tan abrigada sudaba mas de lo normal.

Pasamos por la Hoz de Priego, lo mas bonito de la ruta, una pasada, es en esos momentos que me gustaría ir despacio, observando cada roca, pero parece que es cuando el grupo tiene mas brío, aún así salieron videos chulísimos de la zona… La tarde fue un poco desastre, íbamos juntos, pero no compactados, sino deslavazados.

Paramos poco…, en un parque para hacernos una foto con una estatua de un ciclista famoso, y en el km 233, en un bar tome un helado de chocolate blanco, mucha agua, cocaloca (esta vez azucarada)…. parecía que nos iba a pillar tormenta, y vale que llueva, pero tormenta??? De todos modos no lo pensé mucho, también avisaban que tendríamos una zona pestosa, de toboganes, muy parecido a lo que encontraremos en la París-Brest… Sali de bar nueva

Pasamos por Pareja y un puente en obras. Las primeras gotas cayeron en Cuenca, pero no fue nada. Más tarde sería más intensa la lluvia, José paro para proteger el GPS, olía a tierra mojada… era casi agradable esas cuatro gotas, temí que el suelo se mojara … aunque temía por todo, a los 5km pensé que me molestaba el sillín, a los 30km que los femorales iban muy tensos…todo imaginaciones...

El paisaje era bonito, pero el cansancio no nos hacia valorar el encanto del entorno. José miraba el GPS, iba despacio, no entendí porque miraba tanto el GPS.. pasamos por Trillo, por Cifuentes…

Otra vez José se quedaba atrás, pensé que se había parado a hacer fotos, y me dio miedo retrasarme del grupo y comerme el aire yo sola con José… porque él aprieta como si nada, pero yo no tengo tanta fuerza… el caso es que apareció mas tarde, y me dijo que había parado a tomarse algo para los calambres, que no iba bien.. me sentí mal por haberle dejado solo… ya todos íbamos como podíamos…. era una hartura de km, además me descoloca cada vez que hay cambio de planes, que me digan que paramos en Cifuentes y en el último momento vayamos al siguiente pueblo.

Menos mal que Manolo llamo al bar de Mansegoso, nos dijeron que nos esperaban hasta la 9 y media, y con prisas, una prisas relativas, porque el ritmo era lentísimo, llegamos a tiempo. Estábamos deseando llegar, porque a partir del ahí, km 307 , cambiaba el aire a favor,¡¡¡ por fin¡¡¡¡. y podríamos parar a coger fuerzas, íbamos muertos ... llame a mis padres, y les conté que estaba de paseo por el barrio, jjejej.

La dueña del bar me aviso que uno de los chicos no iba bien, le conteste que el muchacho estaba bien, solo que estaba echado sobre la mesa, como los niños en el pupitre, echando un sueño… pero efectivamente luego la cosa se puso mal, empezó a hiperventilar, … Alguien recomendaba que el muchacho se quedará a pasar la noche en una habitación, ya que el restaurante también era hostal, yo propuse llamar al 112 y seguir instrucciones, … el del restaurante con cara de susto, diciendo que a ver si le iba a pasar algo en la habitación,… alguien dijo de llamar a una ambulancia, Manuel le cogió el pulso de forma muy profesional... y pidió tranquilidad…, Manolo era medico, ... el muchacho se quedo allí a dormir, era solo cansancio

Cuando nos íbamos del bar, que ya deberían haber cerrado, los dueños eran gente estupenda, y lo duro que es la vida, para ganar unos cuartos se quedaron hasta las mil… cuando salíamos por la puerta con el casco puesto, llego Marcin, iba solo… como le íbamos a dejar marchar solo?

José con todo el dolor del corazón se despidió de ese estupendo grupo: Manolo, Bea, Eduardo, José Luis y nos quedamos en el bar con Marcin…. Una hora y media después salíamos por fin del restaurante.. que por momentos parecía un teatrillo, de pronto de la parte de hostal salieron dos ciclistas sonrientes, parece que habían parado a dormir un rato y ducharse… y cuando volvíamos a salir del bar, llegaba una parejita, parece que el bar nunca cerraría. Que buena gente los dueños que nos atendían y tenían tanta paciencia con nosotros

Era de noche, y aun así estaba contenta, había llegado al bar harta, hartísima, pensando en la tontería de hacer tantos km, en pasar del 600, pasar de París-Brest-Paris, si con 300 km estaba así? Imagínate mas kms.
Pero salí eufórica del bar, iba con dos breveteros estupendos, de gran experiencia, que te cuidan,... para mi íbamos a buen ritmo, pero José aseguraba que no… iba muy atenta¡, uno de los temas estrella del día eran los animales que salían de noche, al parece el año pasado hubo algún susto o accidente… de hecho por la mañana, avise que algo se movía entre el trigo, y todos nos pusimos alerta… un poco mas adelante 2 jabalís cruzaron la carretera

Unos km mas adelante paramos en la oscuridad de la carretera, era una pasada las estrellas, iba tan tensa que no tenia sueño, nos pasaron un grupo de 6 ciclistas que luego cogeríamos en el siguiente pueblo, habían parado a comer algo, les esperamos y seguimos todos juntos. Empecé a tener sueño, puhhh, hasta que llego una subida fuerte, y me desperté

Llegamos a Loeches, sobre las 3, y todo fueron besos, abrazos, satisfacción, alegría, como cuando terminas el maratón, no sabes como lo has hecho, pero lo has hecho, ya nada fue tan horrible… ‘el poder curativo de la meta’

yyy