Bosque de Cedros Medio Atlas

Viajar al Bosque de Cedros del Medio Atlas conlleva una ruptura de estereotipos preconcebidos. Es difícil imaginar que al Norte de África, y a tan solo unos cientos de kilómetros del desierto del Sahara, se encuentra uno de los bosques más longevos e intactos del planeta.
Azrou, pueblo marroquí de origen bereber, es su puerta de acceso. Se encuentra a tan solo 88 kilómetros de Fez y por ella pasa la carretera que nos lleva al desierto del Sahara.
Durante la Edad de Hielo que se originó hace unos 110.000 años, estos bosque boreales se expandieron hacia el Sur, al igual que las grandes extensiones de Pinsapos que también resisten en zonas del norte de Marruecos y Sur de España. Al remitir la glaciación estas islas ecológicas se quedaron para siempre, adaptándose al nuevo clima.
El Bosque de Cedros del Medio Atlas cobija a unos curiosos inquilinos. Los macacos de Berbería son los únicos primates que existen al norte del Sahara, siendo además los únicos de su especie que se encuentran fuera de Asia. Son los mismos que encontramos en el Peñón de Gibraltar. Hace miles de años se extendían por toda Europa, pero la glaciación los empujó hacia el sur. De hecho, se han hallado restos óseos de Macaco de Berbería en las cenizas de Pompeya, en las entrañas de antiguas catacumbas egipcias y enterrados bajo una colina irlandesa de la Edad del Bronce. Alguien me contó durante el viaje que en realidad estos macacos habían colonizado estas latitudes embarcados en las travesías de retorno de los colonizadores ingleses y portugueses a su regreso de Asia. Lo cuento como simple anécdota, aunque, en su momento no me pareció un argumento nada descabellado.
Está considerada una especie en peligro de extinción. A pesar de que sus depredadores naturales se han extinguido en estas latitudes, como por ejemplo leones o panteras, su población sigue disminuyendo. Se debe, sobre todo a la falta de escrúpulos del ser humano, que los usa como reclamo turístico, hechicería o como mercancía para la venta ilegal en Europa.
Volviendo al bosque, hay que decir que en los últimos años se están llevando a cabo iniciativas públicas para su mantenimiento y protección. Lejos de ser suficientes, estas medidas están tratando de poner freno a la tala ilegal y el sobrepastoreo en este vergel del patrimonio natural marroquí.