Bosque de Bellême
near Saint-Martin-du-Vieux-Bellême, Normandie (France)
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Trail photos
Itinerary description
El Bosque de Bellême está situado dentro del Parque Natural Regional de Perches, en las proximidades de la localidad de Bellême, en la Baja Normandía.
La ruta la iniciamos en el paraje denominado Bel-Air Plaisance, desde donde nos adentramos en el bosque a través de un sendero recto y amplio, bordeado por masas de árboles de hoja caduca, fundamentalmente robles y hayas, de un intenso verdor, a pesar de encontrarnos en agosto. Merecerá la pena venir en otoño a contemplar el espectáculo de las hojas adoptando las tonalidades propias de esa estación.
Una de las peculiaridades de este bosque es la presencia de múltiples mariposas, algunos de cuyos ejemplares se cruzaron en nuestro camino. Ellas, junto con escarabajos y pájaros fueron los únicos animales que nos encontramos. Y, exceptuando en la zona del estanque, nos cruzamos con cuatro personas en todo el recorrido, así que la mayor parte del tiempo estuvimos a solas con el bosque.
Aproximadamente a la mitad de trayecto nos encontramos con el estanque de Herse, donde vimos algunos pescadores entretenidos con sus cañas. Nosotros bordeamos el estanque por el sur, pero es preferible hacerlo por el norte, puesto que en nuestro camino nos topamos con un puente de madera cerrado por rotura de tablas y tuvimos que hacer un par de maniobras no previstas para continuar con la ruta.
El estanque marca un cierto cambio en el entorno y en el camino, que hasta ese momento había sido prácticamente llano y que ahora empieza a presentar alguna pequeña pendiente. En esta zona, las hayas crean un paisaje muy singular, con estratos vegetales a distintos niveles hasta alcanzar la copa de los árboles.
El camino es amplio y fácil de seguir. Realmente hay un cierto entramado de caminos que parecen trazados con tiralíneas, en el que, por ponerle un pero, se echa en falta una señalización adecuada. En la última parte del trayecto que seguimos, el camino está asfaltado.
Al final de nuestra ruta intentamos acortar el trayecto para llegar antes al coche y entramos en un sendero muy estrecho, a pesar de ver una cruz en un árbol, que debía habernos hecho desistir del intento. Craso error: seguimos el sendero y finalmente tuvimos que trepar bajando y subiendo por una vaguada, cuyas paredes estaban muy empinadas, para poder alcanzar el camino de vuelta.
La ruta la iniciamos en el paraje denominado Bel-Air Plaisance, desde donde nos adentramos en el bosque a través de un sendero recto y amplio, bordeado por masas de árboles de hoja caduca, fundamentalmente robles y hayas, de un intenso verdor, a pesar de encontrarnos en agosto. Merecerá la pena venir en otoño a contemplar el espectáculo de las hojas adoptando las tonalidades propias de esa estación.
Una de las peculiaridades de este bosque es la presencia de múltiples mariposas, algunos de cuyos ejemplares se cruzaron en nuestro camino. Ellas, junto con escarabajos y pájaros fueron los únicos animales que nos encontramos. Y, exceptuando en la zona del estanque, nos cruzamos con cuatro personas en todo el recorrido, así que la mayor parte del tiempo estuvimos a solas con el bosque.
Aproximadamente a la mitad de trayecto nos encontramos con el estanque de Herse, donde vimos algunos pescadores entretenidos con sus cañas. Nosotros bordeamos el estanque por el sur, pero es preferible hacerlo por el norte, puesto que en nuestro camino nos topamos con un puente de madera cerrado por rotura de tablas y tuvimos que hacer un par de maniobras no previstas para continuar con la ruta.
El estanque marca un cierto cambio en el entorno y en el camino, que hasta ese momento había sido prácticamente llano y que ahora empieza a presentar alguna pequeña pendiente. En esta zona, las hayas crean un paisaje muy singular, con estratos vegetales a distintos niveles hasta alcanzar la copa de los árboles.
El camino es amplio y fácil de seguir. Realmente hay un cierto entramado de caminos que parecen trazados con tiralíneas, en el que, por ponerle un pero, se echa en falta una señalización adecuada. En la última parte del trayecto que seguimos, el camino está asfaltado.
Al final de nuestra ruta intentamos acortar el trayecto para llegar antes al coche y entramos en un sendero muy estrecho, a pesar de ver una cruz en un árbol, que debía habernos hecho desistir del intento. Craso error: seguimos el sendero y finalmente tuvimos que trepar bajando y subiendo por una vaguada, cuyas paredes estaban muy empinadas, para poder alcanzar el camino de vuelta.
Waypoints
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