Benicadell. Peña del Benicadell. Cima y Nevera, desde Beniatjar

El Benicadell es la montaña de Valencia. Hay muchas, algunas más altas, pero esta ha guardado siempre una imagen señera en la mente de los montañeros, construida sobre todo en base a la imagen dura e inmutable de su cara norte, un impresionante murallón de piedra compacta, pero también de la canal, visible desde tantos sitios y tan reconocible que nunca se duda: ¡Aquel es el Benicadell!.
Hay muchas cosas enterradas en esta montaña. El pico más alto de una sierra que comienza en las cercanías de Muro de Alcoy y la Vall de Albaida, para llegar por el este hasta la garganta del Serpis, que poco antes se embalsa a su lado, tal vez buscando ablandar la roca con algún bello reflejo en los muchos días de sol de que disfruta cada año la Solana del Benicadell. Dicen que la sierra mide 25 km. de largo, y que fue testigo del paso de los hombres primitivos de la prehistoria, pero también de iberos y romanos, de árabes, de cristianos,..., y de el Cid Campeador, que aquí parece haber tenido uno de sus castillos, entre Otos y Beniatjar, identificado con los escasos restos del antiguo castillo de Carboneras. Guarda restos de varios yacimientos arqueológicos de época prehistórica y más tardíos, de otros castillos, y de unas construcciones típicas conocidas como neveros, pozos de nieve o cavas. Todo ello hace de la zona, junto a las muy notables bellezas naturales que se pueden encontrar en el entorno, uno de los lugares de obligada visita para el caminante que desea conocer mejor la provincia de Valencia.
El lugar de comienzo de la ruta es una pequeña población, en la ladera del Benicadell, llamada Beniatjar, a la que llegamos desde Valencia saliendo por la A-7, en dirección a Albacete, para luego desviarnos por la CV-40 en dirección al Puerto de La Ollería. Desde esta vía saldremos por la CV-60, en dirección a Alfarrasí, continuando en dirección a Rugat hasta encontrar la salida por la derecha de la CV-611, que ya nos deja en el casco urbano de Beniatjar.
Hemos subido varias veces y por diferentes vías, aunque es el primer track de esta montaña que compartimos. Al diseñar el itinerario buscamos pasar por el mayor número posible de puntos de interés, y recortar la longitud para evitar hacer una ruta demasiado larga. Por ello hemos incorporado a los itinerarios más usados el paso por la Peña del Benicadell, que tiene excelentes vistas, aunque se sube por una pista hormigonada, porque en ella está establecido el Observatorio Forestal; y utilizamos para el retorno un sendero y camino local que sigue un trayecto más directo hacia Beniatjar. El resultado es el track que se muestra.
Dejamos el coche en un pequeño aparcamiento en una plaza al final de la población, y comenzamos a andar por la pista que se dirige al Benicadell, y que poco más adelante se bifurca. Seguimos ascendiendo por la pista de la izquierda, ubicada en la ladera de la Peña del Benicadell, en dirección a Les Fontetes, por rampas de desnivel moderado y suelo muy irregular, poco apropiadas para un vehículo. Llegados a Les Fontetes, nos desviamos a la derecha por el pequeño sendero del Área y tras hacer unas cuantas fotos volvemos al sendero inicial, para encontrar una bifurcación donde giramos a la izquierda, en dirección a la Casa Forestal de Les Planisses, un lugar muy agradable.
Al dejar la Casa tomamos el sendero de la derecha, hacia el Benicadell, que abandonaremos algo más adelante al encontrar una intersección donde comienza un sendero hormigonado que sube hacia la Peña del Benicadell; por la derecha, en la zona inicial, salen dos sendas que se dirigen al Coll de la Cova y la canal. Al final del sendero se encuentra el Observatorio Forestal de vigilancia contra incendios, con magníficas vistas del entorno.
Bajamos desde la Peña por el mismo sendero, y entramos en una pista no asfaltada, pero con buen firme, que debe permitir la circulación de vehículos, aunque no hemos visto ninguno. Algo más adelante encontraremos un sendero que sale por la izquierda, iniciando un rápido ascenso por la ladera del Benicadell, en algunas zonas protegido por barandillas de madera; está bien señalizado como acceso a la címa del Benicadell y tras el ascenso inicial suaviza su pendiente, para ir casi en llano hasta el comienzo de una nueva ascensión con múltiples lazadas, que ya nos dejan en las proximidades de la bifurcación en la que se separan las sendas que van a la Cima y a la Nevera.
Escogemos ir primero a la Cima, así que giramos a la izquierda y seguimos el bonito, y aéreo, sendero que nos llevará allí. Ya vemos con claridad la cima, y el sendero de agresiva pendiente que nos permitirá llegar hasta sus cercanías; el sendero tiene algunas zonas de piedra suelta, pero su estado es bueno y no plantea dificultades con buen calzado. Al final nos encontramos un cruce de sendas, donde se inicia el último tramo de la subida a la Cima, se encuentra ubicado el Pozo del Benicadell y hay algunos restos de lo que parecen antiguas construcciones. Alcanzamos ya desde aquí la parte final del ascenso a la cima y dejamos los bastones en un recodo, para poder trepar con más facilidad por la cresta de compacta roca, con algunas grietas ocasionales, que nos permitirá alcanzar el vértice geodésico. Ya estamos en la Cima y las vistas son impresionantes, pero la cresta tiene a ambos lados profundos precipicios, por lo que debe tenerse el mayor cuidado para evitar resbalones que aquí podrían tener consecuencias muy graves, así como asegurar todos los objetos personales que se transporten para evitar su pérdida (en una de las destrepadas se me cayó del bolsillo el móvil con el que grabo las rutas y hago fotos, y tuve la suerte de que se quedó en una pequeña zona llana, apenas a 20 cm. del vacío; en ese momento cerré todas las cremalleras que debería haber cerrado antes). Yo no llevaría niños a la cima, al menos sin un aseguramiento adecuado, y desde luego no recomiendo a personas con vértigo que la visiten.
Aprovechamos para comer y beber algo, hacer fotos, e iniciamos el descenso por la misma vía de ascenso, que completamos sin dificultad. Alcanzamos la zona donde se origina el sendero que sube a la Nevera del Benicadell, y seguimos por este sendero, para salirnos después en una zona en la que otro sendero trepa por la ladera a la izquierda; el sendero verdadero sigue adelante, pero da una vuelta algo larga, mientras el sendero de la izquierda es un excelente atajo, sin problemas de seguridad, por el que se llega a la Nevera muy pronto.
Hacemos fotos de la Nevera y su entorno, e iniciamos el regreso por el mismo atajo y el sendero de la Nevera, para luego bajar por el sendero principal por el que antes habíamos subido hasta alcanzar la pista que recorre la zona media de la ladera. Aquí encontramos indicadores que nos dirigen a la derecha, para seguir el mismo camino que hicimos antes, pero nosotros giramos a la izquierda, para seguir unos 10 minutos por la pista y encontrar un sendero muy bonito, que sale por la derecha, para hacer un rápido descenso por la parte alta del Barranco de la Punta, al pie de la Peña del Migdia, para ir a alcanzar la casa situada en la base de la Peña de les Coves, por delante de la cual el sendero se bifurca. El sendero de la derecha sigue hacia Les Fontetes, mientras el de la izquierda completa un más rápido y directo descenso hasta Beniatjar, alcanzando primero los Corrales de Felipe Ballester, por lo que escogemos seguir éste. Aclaremos que al final de la parte de descenso más duro, ya en zona de huertos de almendros y olivos, el sendero se bifurca de nuevo; nosotros seguimos por la izquierda para pasar a un camino agrícola en regular estado, pero también es posible seguir por la derecha, para llegar al camino de Les Fontetes.
En conjunto, una ruta muy bella, con excepcionales vistas, en una montaña emblemática, de longitud media-alta (la modificación del descenso compensa sobradamente la ampliación del trayecto hasta la Peña del Benicadell) y un desnivel importante (inevitable si subes al Benicadell). La mayoría del trayecto es fácil, pero la parte final de la ascensión debe considerarse como un lugar peligroso para las personas poco acostumbradas a pasar por estos lugares. En el verano es aconsejable llevar agua abundante y buena protección solar, algo de comida, excelente calzado, y ... quedarse en el Pozo del Benicadell si se quiere huir de riesgos. Como no puede ser de otro modo, esta es una ruta excepcionalmente bella, accesible a mucha gente en la mayor parte del trayecto. Mi consejo es: hágala, pero evite riesgos a través de una valoración adecuada de sus capacidades y de las de sus acompañantes.