Belgrano, Patahuasi y cumbres del Obispo
near Punta del Agua, Salta (Argentina)
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Trail photos
Itinerary description
Largo, cansador, complejo, pero con el excelente marco de los valles calchaquíes y unas vistas increibles de todos los cerros de la zona.
Algo que atrae de las cumbres del Obispo es su difícil acceso, no es el típico cerro que se pueda hacer en un día, o que se llegue a la base en vehículo. Por donde sea que se lo encare, hay que realizar una aproximación interesante. Además tiene ese atractivo que solo poseen los valles calchaquíes, aridez extrema, pero en cada río, cada arroyo, una familia prosperando y trabajando la tierra.
Salimos de Salta el domingo 6 a las 8 de la mañana. A eso de las 12 llegamos al final del camino, la finca Belgrano, a unos 20 km al NE de Payogasta, pasando Punta de Agua. El camino muy bien. Comenzamos a caminar a esa hora, que dicho sea de paso, no es la mejor para caminar, pero afortunadamente en la quebrada había una viento fresco que hacía que no se note tanto el calor de los rayos del sol. Dos horas despues salimos de la quebrada, llegamos a una casa y almorzamos ahi. Luego de un breve descanso, seguimos caminando por una hermosa senda (amplia, bien marcada) hasta Patahuasi, donde llegamos a eso de las 18 hs. Nos acercamos a la casa, saludamos, nos presentamos y pedimos permiso para dormir cerca de ahí. Nos recomendaron ir cerca de una de las represas que tienen para riego, ya que ahí estabamos a unos 10 minutos de la casa, había lugar para la carpa y tendríamos acceso a agua. Nos terminamos acomodando allí.
A la mañana siguiente arrancamos a eso de las 6:30 a caminar. El cerro, presentaba mucho material suelto y pendientes interesantes. Se arranca de unos 3600 msnm y se alcanza el filo del cerro en unos 4600-4700 msnm. La vista que se tiene, al subir y sobre el filo son espectaculares. El manzano, imponente desde quijano, queda como un pequeño cerro visto desde el Oeste. Algunas pequeñas vistas del Valle de Lerma también se observaron, pero lamentablemente estaba medio nublado y la distancia hace que se pierda nitidez.
Una vez en el filo cumbrero, había que caminar bastante, subiendo y bajando, buscando llegar a las cumbres, que, de acuerdo a los mapas, están en los casi 5000 msnm (4970). Ya veníamos bastante cansados (personalmente el prime ascenso importante luego de un desgarro, con un par de kg encima) así que luego de una subida a los 4850 y viendo en el mapa que nos faltaba un trecho importante hasta las cimas, decidimos dar por concluido el ascenco un poco antes de las 13 hs. Queda la pregunta si podríamos haberlo realizado, pero las decisiones tomadas no se lamentan, se tomaron y ya está. Volvimos un trecho y almorzamos a eso de las 14 hs en el filo, poco antes de comenzar a bajar.
A eso de las 17 estuvimos llegando nuevamente al campamento, donde disfrutamos de unos mates, hablamos de las experiencias de ese día y de la vida misma... que forma también parte del disfrute del cerro.
Al día siguiente comenzamos a volver a eso de las 8 am, haciendo todo el camino hasta llegar a la finca Belgrano a mediodía, a eso de las 12. Payogasta nos esperaba con unas sabrosas empanadas y una cerveza bien helada para brindar, por el fin de año, por lo realizado y que estabamos sanos.
Algo que atrae de las cumbres del Obispo es su difícil acceso, no es el típico cerro que se pueda hacer en un día, o que se llegue a la base en vehículo. Por donde sea que se lo encare, hay que realizar una aproximación interesante. Además tiene ese atractivo que solo poseen los valles calchaquíes, aridez extrema, pero en cada río, cada arroyo, una familia prosperando y trabajando la tierra.
Salimos de Salta el domingo 6 a las 8 de la mañana. A eso de las 12 llegamos al final del camino, la finca Belgrano, a unos 20 km al NE de Payogasta, pasando Punta de Agua. El camino muy bien. Comenzamos a caminar a esa hora, que dicho sea de paso, no es la mejor para caminar, pero afortunadamente en la quebrada había una viento fresco que hacía que no se note tanto el calor de los rayos del sol. Dos horas despues salimos de la quebrada, llegamos a una casa y almorzamos ahi. Luego de un breve descanso, seguimos caminando por una hermosa senda (amplia, bien marcada) hasta Patahuasi, donde llegamos a eso de las 18 hs. Nos acercamos a la casa, saludamos, nos presentamos y pedimos permiso para dormir cerca de ahí. Nos recomendaron ir cerca de una de las represas que tienen para riego, ya que ahí estabamos a unos 10 minutos de la casa, había lugar para la carpa y tendríamos acceso a agua. Nos terminamos acomodando allí.
A la mañana siguiente arrancamos a eso de las 6:30 a caminar. El cerro, presentaba mucho material suelto y pendientes interesantes. Se arranca de unos 3600 msnm y se alcanza el filo del cerro en unos 4600-4700 msnm. La vista que se tiene, al subir y sobre el filo son espectaculares. El manzano, imponente desde quijano, queda como un pequeño cerro visto desde el Oeste. Algunas pequeñas vistas del Valle de Lerma también se observaron, pero lamentablemente estaba medio nublado y la distancia hace que se pierda nitidez.
Una vez en el filo cumbrero, había que caminar bastante, subiendo y bajando, buscando llegar a las cumbres, que, de acuerdo a los mapas, están en los casi 5000 msnm (4970). Ya veníamos bastante cansados (personalmente el prime ascenso importante luego de un desgarro, con un par de kg encima) así que luego de una subida a los 4850 y viendo en el mapa que nos faltaba un trecho importante hasta las cimas, decidimos dar por concluido el ascenco un poco antes de las 13 hs. Queda la pregunta si podríamos haberlo realizado, pero las decisiones tomadas no se lamentan, se tomaron y ya está. Volvimos un trecho y almorzamos a eso de las 14 hs en el filo, poco antes de comenzar a bajar.
A eso de las 17 estuvimos llegando nuevamente al campamento, donde disfrutamos de unos mates, hablamos de las experiencias de ese día y de la vida misma... que forma también parte del disfrute del cerro.
Al día siguiente comenzamos a volver a eso de las 8 am, haciendo todo el camino hasta llegar a la finca Belgrano a mediodía, a eso de las 12. Payogasta nos esperaba con unas sabrosas empanadas y una cerveza bien helada para brindar, por el fin de año, por lo realizado y que estabamos sanos.
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