BARRANCO Y PUEBLOS DEL POQUEIRA (PAMPANEIRA, CAPILEIRA Y BUBIÓN)

Con el deseo de encontrar los últimos estertores del otoño andaluz y dejándonos llevar por la fascinación que siempre nos ha causado el Barranco del Poqueira, una tremenda hendidura que surca la vertiente sur de Sierra Nevada recogiendo las aguas de la vertiente mediterránea de la línea de altas cumbres que va del Veleta al Mulhacén, nos hemos sumergido en su seno recorriendo los magistrales senderos que transitan por sus laderas y que nos sumergen en las angostas calles de los pueblos de evidente pasado morisco que se asoman a los tajos que conforma el Río Poqueira, cuyo estruendo de sus múltiples cascadas nos acompaña en todo momento poniendo banda sonora a esta inigualable fusión de la más salvaje naturaleza domesticada ancestralmente por ingeniosas manos en una comunión perfecta con el paso del tiempo, cuya fuerza devastadora aún respeta esta obra maestra de la etnografía nacional que son Las Alpujarras, obteniendo su máxima expresión este privilegiado rincón de la geografía granadina. Esta ruta es todo un ejercicio de memoria histórica del que nos vemos impregnados en cada paso que damos sobre esta maravilla de senderos en una tierra tan aparentemente indómita como apasionante.
Iniciamos la ruta en el aparcamiento público ubicado en la zona baja del pueblo de Pampaneira, de arquitectura y trazado urbano típicamente bereber. De origen romano, Pampaneira logró su máximo esplendor en época musulmana por su desarrollo agrícola, sobre todo por la producción de seda. Tras la expulsión de los moriscos fue repoblado al igual que el resto de los pueblos de la zona con cristianos provenientes de León y Galicia. Su nombre hace referencia a los pámpanos de la vid.
En esta primera parte de la ruta seguiremos el sendero Pueblos del Poqueira (PR-A 70) durante los 5´5 primeros kilómetros de la ruta, abandonarlo un poco después de cruzar el Puente Chiscal, y que aunque su señalización es prácticamente nula, está perfectamente conservado.
Comenzamos a caminar atravesando sus estrechas calles hacia el norte contemplando los terraos, esos curiosos tejados planos que caracterizan la arquitectura comarcal. Salimos del casco urbano para llegar a una curva cerrada que traza la carretera principal, bajo nosotros. Veremos un panel indicativo del Sendero Local La Atalaya, sendero que seguiremos durante los siguientes 2 kilómetros de nuestro recorrido, siendo este tramo común al PR-A 70. Sin llegar a pisar el asfalto tomamos una pista que continua hacia el norte pasando por el Barranco del Cerezo, donde veremos una sencilla fuente, cuya agua, de contenido ferruginoso, tiñe de ocre su curso.
La pista continúa descendiendo en la búsqueda del cauce del Río Poqueira, dando vistas a su impresionante barranco y los saltos de agua que jalonan su indómito descenso. Tras pasar por las ruinas del Molino de Plácido Bajo, que resisten estoicamente el imparable paso del tiempo, llegamos al mismo cauce del río que vadeamos por el precioso Puente de Pampaneira, junto al Area Recreativa de La Poza.
Tras cruzar el puente y recrearnos la vista con el salto de agua que nos brinda el Río Poqueira superando con ímpetu un dique ubicado frente a nosotros, el sendero se bifurca tomando nosotros el que surge a la derecha y asciende en fuerte pendiente hacia el oeste. El sendero traza varios zigzagueos mientras ganamos panorámicas sobre el valle que forma el Poqueira bajo nosotros. Pasamos junto a la Acequia Cachariche, que encontramos soterrada, y continuamos en fuerte ascenso introduciéndonos en un precioso robledal mientras el sendero discurre encajonado por momentos entre preciosos muros de esquistos que delatan la solera de este viejo e imponente camino. En este tramo tenemos en todo momento unas vistas privilegiadas a los pueblos del Poqueira al otro lado del barranco, disfrutando de su desafío al abismo que muestran Pampaneira y sobre todo Bubión y Capileria, encaramada en lo alto del Tajo del Diablo.
El sendero continúa su ascenso implacable entre las características hojas polilobuladas de los robles melojos que mitigan nuestro ascenso cubriendo la superficie y amortiguando el efecto de las haces de sol que comienzan a castigar la subida. Llegamos al Cortijo Haza Polvo donde finaliza esta primera subida del día, abandonando aquí el sendero local de la Atalaya que hemos traído en tramo común con el PR-A 70, continuando ahora por este último.
Bajamos al prado situado bajo el cortijo y seguimos el sendero en dirección norte en cómodo descenso para bordear una loma y posteriormente adentrarnos en el Barranco de los Herrerillos, que pone un plus de color con la policromía que presenta en esta época. Tras éste iniciamos una bajada más acusada aproximándonos poco a poco al cauce del barranco mientras perdemos altura. Llegaremos a un barranquillo donde encontramos un poste direccional que marca la confluencia del sendero PR-A 70 con una derivación que lleva a Bubión cruzando el Río Poqueira por el Puente del Molino. Nosotros mantenemos nuestra dirección hacia el norte por la misma vertiente del barranco que traíamos siguiendo la indicación que marca hacia Capileira.
Iniciamos ahora una acusada subida pasando por los restos de viejos cortijos y viviendas destacando el Cortijo de los Majales y por encima de éste la Era de los Majales, impolutamente empedrada que nos brinda unas vistas sobrecogedoras de los pueblos y el Barranco del Poqueira, destacando la panorámica de Capileira que recorta su perfil sobre el impresionante Tajo del Diablo y la cascada que surca este tajo en su desplome. Continuamos con el suave ascenso que tras bordear una pequeña loma nos introduce en el Barranco de las Rosas o de los Pradillos, con vegetación profusa, donde la humedad del enclave se hace patente en los musgos y líquenes existentes.
Poco a poco llegamos al Barranco de Haza Redonda mientras contemplamos la integridad del Barranco del Poqueira tanto en su tramo inferior que ya hemos recorrido con la Sierra de Lújar como telón de fondo como el que se muestra al frente, con el Mulhacén como espigado referente de nuestras miradas. Iniciamos el descenso confluyendo con el Sendero Sulayr justo antes de llegar al Puente Chiscal o Chiscar que salva al Río Poqueira en un profundo tajo por donde baja encajonado dispersando su fuerza en múltiples saltos de agua, sirviendo así de histórica muralla natural de defensa de Capileira, factor común en estos pueblos que justifica tan estratégica ubicación sobre este infranqueable barranco.
Ya en la vertiente contraria del barranco el sendero asciende en dirección a Capileira y nos conduce a un barranquillo donde abandonaremos el sendero principal que traemos (PR-A 70 y Sulayr) para tomar a nuestra derecha otro de menor entidad que tras trazar unos zigzagueos ganando altura y pasando junto a un viejo cortijo y un aprisco toma rumbo norte dando vista al Barranco del Poqueira remontando su curso para confluir en otro magnífico sendero, de mayor entidad, que no es otro que el Sendero de La Cebadilla, el PR-A 69; que ahora comenzaremos a transitar por él, recorriéndolo en toda su integridad durante los próximos kilómetros.
Este sendero muestra un tramo realmente excepcional en su descenso hacia el cauce del Río Poqueira, con un firme completamente empedrado mientras traza varios serpenteos delatando su magnitud e importancia en su día como vía de comunicación y que hoy nos sorprende que esta delicatesen en forma de sendero. Llegamos al Puente Abuchite, sumido en un bosque ribereño que invita a un descanso más reposado en su seno pero que sin mucha pausa debemos abandonar para iniciar ya al otro lado del río, en su vertiente natural derecha, una fuerte subida que nos hará ganar altura rápidamente sobre el cauce. Vamos saliendo de la vegetación de ribera que tapiza el lecho el río para ascender por un terreno más despejado hasta llegar a una llamativa era empedrada que nos permite recobrar el aliento con sus privilegiadas vistas sobre el barranco. Seguimos ascendiendo con acusada pendiente hacia el norte entre bancales y restos de antiguos cortijos hasta llegar al Cortijo Abuchite, tras el cual el sendero sale a una pista desde la que ya podemos divisar las Casas de la Cebadilla precediendo a la Central Eléctrica del Poqueira.
Seguimos esta pista en descenso buscando de nuevo el cauce del río, donde nuestro camino confluye con una pista principal en el puente con el que salva al Río Poqueira. Ascendemos hacia el norte la pista río arriba para llegar en 200 metros a la Central Hidroeléctrica del Poqueira, también llamada de La Cebadilla, ubicada en la confluencia de los ríos Toril y Naute, formando en este punto entre ambos el Río Poqueira o Río Mulhacén, gran protagonista de esta jornada. Esta central, que fue construida en 1957 y aún se encuentra en funcionamiento, aprovecha las aguas del Río Veleta que conducidas a su cámara de carga al final de Loma Púa (2100 m) se desploman con toda la fuerza que le otorgan los más de 570 metros de caída, siendo esta central la encargada del aprovechamiento y transformación energética que actualmente pasa a la red general.
Tras contemplar la bella construcción de la central, de amplios ventanales de cristal, y la junta de los ríos, subimos por la pista unos metros más junto al Río Naute hasta llegar al puente homónimo para posteriormente desandar nuestros pasos hasta el puente de acceso a la central y seguir ahora la pista principal en ascenso por la vertiente natural izquierda del río Poqueria llegando al antiguo poblado de La Cebadilla, construido en las años 50 para que fuera habitado por los trabajadores de la central. Llegó a tener 200 habitantes por lo que se dotó de ermita y colegio.
Seguimos ascendiendo por la pista hacia el sur pasando por el bello Barranco de la Cabañuela, que nos sorprenderá con su coqueta cascada y más adelante toparemos con la Acequia de los Lugares, ejemplo de antigua acequia de careo modificada con el paso del tiempo y junto a cuyo curso progresa nuestro camino abandonando la pista principal a la derecha. Seguimos la acequia durante un kilómetro hasta abandonarla en las proximidades de Tajo Pelón, donde dejamos la pista e iniciamos un acusado descenso tomando un precioso sendero empedrado conocido como Camino de la Sierra que nos lleva al casco urbano de Capileira.
Capileira es el pueblo más elevado del Barranco del Poqueira, de ahí su nombre al estar en la cabeza o cabecera del barranco, y nos otorga una preciosa perspectiva de las altas cumbres de Sierra Nevada, desde el Veleta hasta el Mulhacén. Recorremos su sinuoso y angosto trazado urbano de bellísima arquitectura tradicional, recorriendo sus numerosas fuentes como la del Cubo, la del Cerezo, el Calvario o la Fuente del Carril. Nos salimos un poco de sus calles para asomarnos al mirador acondicionado en las Eras de Aldeire para finalizar pegándonos el capricho de almorzar en una terraza un buen plato alpujarreño que mitigue en parte las andanzas llevadas hasta ahora. Todo un privilegio que en esta ocasión, debido a la tardanza en atendernos, nos supuso perder bastante tiempo, pagándolo con preveer un final de ruta nocturno.
Salimos de Capileira por su barrio bajo tomando el conocido como Camino de las Higuerillas, que desciende hacia el sur alternando tramos empedrados y otros embarrados debido a los continuos pasos de agua por el sendero y que nos lleva a un sendero de más porte, el PR-A 70, en las proximidades del Puente del Molino. Tomamos este sendero hacia la izquierda que nos lleva en ascenso en dirección a Bubión pasando por el Barranco de Almúñar y junto al Cortijo de la Pío, aumentando el sendero en este tramo considerablemente la pendiente hasta llegar al Barranco del Tejar, donde ésta ya se suaviza. Junto a este barranco encontramos la Fuente de las Mergas, de bella factura, que permite recuperar el resuello antes de llegar Bubión, al que entramos por el Polideportivo.
Bubión, cuyo nombre hace referencia a los bueyes, es el pueblo intermedio del Barranco del Poqueira, y presenta la típica arquitectura popular de clara factura bereber que estamos contemplando en estos pueblos. Llegamos a la Iglesia, antigua fortaleza, junto a la que tomamos el Camino Real que nos conduce al pueblo de Pampaneira saliendo por el Barrio Bajo pasando por Fuente Hondera, donde hubo ya que encender los frontales ya que la noche se empeñó en hacernos visita para nuestros últimos pasos.
El sendero desciende rápidamente hacia el sur atravesando el Barranco del Cerezo y con la clara referencia de Pampaneira bajo nosotros para introducirnos finalmente en su casco urbano donde la sucesión de terraos que nos muestra al entrar por su barrio alto nos regala una estampa idílica de este singular pueblo. Tras pasar por el antiguo lavadero y la Fuente Cerrillo seguimos llegamos a su plaza central no sin antes visitar la afamada Fuente de San Antonio o Chumpaneira, cuyas aguas fueron engullidas por algunos compañeros con la esperanza de que sea cierta la promesa de noviazgo que describe la tradición.
Ya solo queda llegar al aparcamiento a las espaldas de la Iglesia para finalizar esta imprescindible ruta.