Baños la Hedionda, Poza de la Paloma, Torcal de Utrera y vuelta por Canuto de Utrera, en Casares

Lo primero, comentar que catalogo la ruta como: "difícil", pero solo porque el terreno, en parte del recorrido, es algo escarpado, hay que caminar sobre piedras, trepar en algunos tramos o saltar para salvar huecos entre piedras.

Pero nada que tenga peligro, solo hay que ir con algo de cuidado y al ritmo que cada uno necesite y sin problema.

Dicho esto, la ruta que haremos hoy será una circular, que comenzaremos en los Baños de la Hedionda:

Los conocidos como Baños de la Hedionda, constituyen uno de los hitos históricos del macizo de la Utrera y en general de todo Casares.

Su peculiaridad como Baños Sulfurosos y lo dilatado de su aprovechamiento por el hombre desde tiempos históricos, han venido a enriquecer su papel, no sólo como realidad histórica y científica, sino como elemento cultural de primer orden, que ha debido influir en el acerbo cultural del pueblo desde muy antiguo, y que goza además, de una situación geográfica idónea en el marco de un territorio particularmente rico en actividades humanas desde la antigüedad.

Los Baños, cuentan con multitud de leyendas que intentan dar respuesta a su origen.

Una de ellas, reúne los elementos mágico/creenciales, típicos en tales casos.

Según cuentan, el demonio, que habitaba en esta agua, exhaló el último suspiro al ser expulsado por Santiago, lo que confirió al agua su olor a azufre.

Esta leyenda es recogida por múltiples autores, viajeros todos, algunos de los cuales introducen ciertas modificaciones.

Sin embargo, la más popular es la que le atribuye un noble origen histórico:

En el año 61 a.C., las tropas romanas se encontrarían acampadas en aquella zona, dispuestas a enfrentarse con las de Pompeyo y, encontrándose infectadas de sarna, hallarían alivio bañándose allí. Aunque, según otros, el propio Julio César se curó de una infección herpética y mandó construir los baños que hoy se conservan.

Lo que sí es cierto, es que desde los más antiguos tratados geográficos en los que se habla del municipio de Casares se hace referencia a las propiedades curativas de la fuente de la Hedionda y su localización.

Más adelante, llegamos a las Pozas de la Paloma, una que está en la parte inferior y otra un poco más arriba (Poza del Infierno), habiendo que trepar un poco, las rocas que se encuentran a la izq de la primera poza.

Merece la pena verlas con sus cascadas, y esas formaciones rocosas tran particulares.

De aquí seguimos nuestro camino, para adentrarnos ya en el Torcal de Utrera, un conjunto de formaciones cásticas, que dan lugar a curiosas figuras, cuevas, oquedades, arcos... un espectáculo que la naturaleza y el paso de los años, nos regala.

Toda esta zona, tengo que destacar: que es algo dificultoso de caminar. Todo el recorrido se hace sobre piedra, hay tramos de trepada, cuevas, que para verlas (a quien le apetezta), hay que entrar a ras del suelo...aún así, muy recomendable, con un poquito de cuidado, listo.

Seguimos, y ya el camino de vuelta lo haremos por el llamado: Canuto de Utrera, un lugar, no menos impresionante que todo lo anterior.

Llegando ya de esta forma, a nuestro punto de partida, los aparcamientos.

Una circular muy bonita, muy variada, con un paisaje que hay que verlo, por lo menos una vez. Hacerla con tranquilidad y cuidado, dado el terreno tan pedregoso que tiene, pero sin ninguna duda: merece el esfuerzo.