Badlands del Negratín. Ramblas de la Matanza- Puntal Blanco- Rambla o Barranco del Jarque

COMO LLEGAR:
En la esquina noreste de la provincia de Granada y a unos 130 kilómetros de la ciudad de Granada (hogar de la Alhambra), Cuevas del Campo es uno de los seis pueblos pintorescos que conforman el área de Baza en la región del Altiplano . Se encuentra en uno de los lugares más privilegiados de Andalucía y quizás de toda Europa, entre la Sierra de Baza y la Sierra de Cazorla .

Muy cerca del Embalse de Negratín, concretamente en una curva cerrada de la A-315 en el Km 84, veremos un cartel de alojamiento rural Cuevas Pino Mojón. Desde ahí parte el Camino de Negretín, que en su comienzo está asfaltado hasta el mencionado alojamiento rural. Unos metros después se encuentra el punto de inicio de esta ruta.

DESCRIPCIÓN DE RECORRIDO:
Después de aparcar el coche encontramos una bifurcación, tomaremos el carril de la derecha; realizando el regreso por el de la izquierda. Comenzaremos con un suave descenso que transcurrido 1,5 km nos conducirá hasta las ruinas de LA CUEVA DE PEDRO MOYA, junto a unas choperas en la RAMBLA DE LA MATANZA, donde el contraste de colores y paisajes es impresionante.
Desde la Rambla de la Matanza ascenderemos, siguiendo la pista de tierra, hasta encontrar una gran cueva que sirve de cochera para un tractor; aquí nos desviaremos a la izquierda por un sendero poco definido que atraviesa EL PARAJE DE LAS CAÑADILLAS y cruza una pista donde hay una Puerta de la finca la Rambla de la Matanza de Dehesas de Guadix.

Seguiremos el sendero que, tras descender para salvar una vaguada, prosigue en continuo ascenso hasta llegar al PUNTAL BLANCO de 852 m. Un breve y escurridizo ascenso (cuidado con el descenso) nos conduce hasta su cima, donde obtenemos unas impresionantes panorámicas. Desde este se puede observar claramente el cinturón de sierras que lo circundan: Sierra Arana por el sureste, Cazorla, Segura y la Sagra por el noroeste, las de Baza, Filabres y el Jabalcón por el suroeste, las de María, Topares y Jara al este y como telón de fondo Sierra Nevada. También veremos las localidades de Cuevas del Campo, Zujar, Freila o incluso del anejo de Bacor, perteneciente a Guadix.

Después de volver a la pista, tras la breve ascensión al Puntal Blanco, pasaremos por un magnífico mirador de la RAMBLA DEL PUNTAL BLANCO. Desde él se pueden apreciar perfectamente LOS BADLANDS, o tierras malas. El suelo se caracteriza por la presencia de rocas sedimentarias, principalmente gravas, conglomerados y calizas, que dan lugar a paisajes semidesérticos.

Por su configuración, esta zona presenta un clima mediterráneo continentalizado, con veranos calurosos, superando fácilmente los 40 grados, y muy secos, con al menos dos meses de absoluta carencia de precipitaciones (julio y agosto), y unos inviernos fríos y prolongados, de nubosidad media y lluvias relativamente escasas. Consecuencia de esta continentalidad, hace que la primavera y el otoño sean estaciones cortas e irregulares, con valores medios suaves.

Comenzaremos el descenso por el amplio pinar de la FINCA DE LOS COTOS que pertenece a Pozo Halcón; y a unas decenas de metros comienza la parte más llamativa e interesante, a nuestro gusto, que es EL BARANCO O LA RAMBLA DEL JARQUE. Rocas calizas, espacios kársticos plagados de yesos, cuarzos, arcillas y tierras rojas con una garganta en v de paredes vertiginosas y formaciones caprichosas. Es un gran barranco que cambia de imagen, que fluctúa en función de las lluvias y los vientos, que se erosiona a razón de unas 25 toneladas por kilómetro cuadrado cada año, lo que los expertos consideran un deterioro moderado pero que es la causa de que el paisaje tome formas caprichosas y atractivas.

Es fácil comprobar como el agua ha limado las paredes verticales, los tajos en los que las rocas más duras se han quedado marcadas como líneas transversales y los cambios de coloración, además de mostrar diversas composiciones minerales, son también un perfecto mapa estratigráfico de los milenios, desde el Mioceno (23 millones de años) hasta la actualidad.

Descenderemos paralelos a la Rambla del Jarque, impresionados por su belleza paisajística, por la pista; para desviarnos campo a través hasta su propio lecho; donde veremos Margas Blancas y lo que avhinojosa denomina: téticas de doncella y estratos versicolores ondulados en discordancia con los sedimentos horizontales superiores. Sin duda estos estratos son la estrella de esta ruta.

Una vez llegados a un dique de contención de escorrentías, volveremos a la pista que nos llevará en suave descenso hasta el RÍO GUADIANA MENOR. En las vertientes de los ríos Guadiana Menor y Guadalentín, para que pudieran, de algún modo, contener el progreso erosivo de arrastres por aguas de lluvia, de las embarrancadas tierras del margen derecho de estos ríos, aparece un tipo de pinar, caracterizado por su juventud y mala calidad, debido a que las tierras en las que se desarrolla, de constitución profundamente arcillosa, son poco idóneas para permitir que crezca con facilidad.

La fauna que se desarrolla está constituida por pequeños mamíferos y aves, que se adaptan a un medio forestal pobre como éste. Destacan las especies de caza menor como son la liebre y el conejo de campo; aves como la perdiz, la codorniz, el buitre, el petirrojo y el gorrión; y depredadores de escasa entidad como el zorro, la jineta y el tejón.

Destacar la existencia de una fauna piscícola de cierta entidad, constituida principalmente por barbo, carpa, trucha y cangrejo, que se desarrolla en las abundantes aguas de los ríos Guadalentín y Guadiana Menor.

Hasta hace poco más de unos 10.000 años, la cuenca del Guadiana Menor era un lago salado interior, donde aportaban sus sedimentos numerosos riachuelos procedentes de Sierra Nevada, Filabres y el Macizo de Cazorla y Segura. Su trayecto surgió de forma accidentada y violenta, excavando profundos barrancos, dejando al descubierto arcillas yermas, cargadas de yesos y de sales, cantos rodados y arenas marinas.

Correspondientes al Neolítico, se han encontrado restos de Cultura Argárica en las cercanías del río Guadiana Menor, donde ya formaban núcleos de población estables, aunque reducidos, dedicándose a actividades agrícolas y ganaderas y con una incipiente comercialización de intercambio, principalmente de productos agrícolas.

Igualmente, se ha comprobado que ya trabajaban en esta época un recurso endógeno muy extendido por esta zona: el esparto. De esta época hay hallazgos arqueológicos que ratifican los asentamientos, como urnas funerarias con su ajuar correspondiente, formado por vasos y copas campaniformes, hachas de sílex, etc.

Después de acercarnos a ver el RÍO GUADIANA MENOR, iniciamos el regreso andando por la amplia llanura de este durante algo más de un kilometro, para desviarnos a la izquierda por LA RAMBLA O BARRANCO DEL PUNTAL BLANCO. Ascenderemos por una amplísima pista; desviándonos momentáneamente para ver una CASCADA DE ROCAS. Volviendo a la gran pista la seguiremos en continuo y exigente ascenso hasta coronar un collado de montaña donde obtendremos unas maravillosas panorámicas.

Justo después del collado nos desviaremos a la izquierda por una pequeña senda que desciende junto a una barranquera que nos hará recortar un buen tramo.

De nuevo en pista, comenzaremos un sube y baja que nos conducirá a las inmediaciones de las CUEVAS DE LA MATANZA. Unos metros más allá llegaremos al CORTIJO DE LOS SAUCES; que también posee unas cuevas a su izquierda. Junto a él encontramos nuevamente la Rambla de la Matanza, que cruzaremos para comenzar un larguísimo ascenso por un espartal; y tras pasar por el CERRO DEL PINO MOJÓN y cruzar una cancela de la FINCA PRIVADA LA RAMBLA, con prohibición del paso a vehículos, llegaremos al punto de inicio y final de esta paisajística ruta.

¡¡¡Abstenerse de hacer en días calurosos!!!