033 Azarulla-Arroyo Usaya

En Azarulla podemos contemplar un panel informativo
sobre la excursión que vamos a realizar.
El recorrido, en su primera mitad, discurre por el vallecito del río Usaya, un lugar con mucho encanto donde el agua, los puentes y las hayas se convierten en protagonistas indiscutibles. El regreso lo haremos por el sendero de la Solana, desde donde podremos contemplar el pequeño vallecito recorrido así como buena parte del valle del río Oja. Todo el recorrido está señalizado con marcas amarillas y blancas propias de PR.
Arrancamos junto al panel indicativo y vamos en busca del Usaya, cuya margen derecha iremos remontando.
En el ascenso cruzaremos el río hasta siete veces por siete pasarelas de madera. En el primer tramo el camino está jalonado por chopos, fresnos y nogales.
Vamos tomando altura y, por tanto, observamos con mayor facilidad las peñas y collados que nos rodean.
Entre los prados y colinas que nos rodean ya empezamos a tener la sensación de que entramos en un lugar mágico lleno de encanto, un paseo que sin duda, recordaremos en nuestra memoria muy gratamente.
El agua nos acompañará en todo el recorrido y no sólo el curso del río Usaya, sino también otros pequeños barrancos que desembocan en el Usaya como el arroyo Ticorrego que baja entre chopos y avellanos de un prado.
El camino que vamos siguiendo era, antaño, aprovechado para trasladar a las ferrerías del valle el mineral de hierro extraído de las pequeñas minas de la zona.
Tras recorrer poco más de 2 km, llegaremos al primer puente.
Los puentes se suceden cada pocos metros, siempre con el monte Usaya a nuestra izquierda y rodeados de hayas de cuento hasta que alcanzamos el último, el séptimo, donde una vez atravesado giraremos a la izquierda para cambiar drásticamente de paisaje y adentrarnos a los pocos minutos y después de un corto
ascenso en zig-zag, en un bosque de pino de repoblación.
Alcanzamos una bifurcación con indicador, hacia la derecha Altuzarra, a la izquierda Solada de Usaya que es el camino que tomaremos.
Poco después de unos 300 m. cruzamos unos pequeños torrentes que son los que forman el Usaya, el cual seguiremos desde lo alto el resto del camino por su margen derecha, teniendo una amplia panorámica de la zona.
Dejaremos atrás el pinar para llegar a una zona abierta de praderas de alta montaña conocida por los habitantes de la zona como Obícolla, a más de 1.400 metros de altitud, desde donde se divisa una hermosa panorámica de las altas cumbres de la Sierra de la Demanda.
Estamos en el Sendero de la Solana que va a media ladera. De nuevo hemos cambiado drásticamente de paisaje y ahora estaremos acompañados por matorrales y vegetación baja como espinos, enebros, aulagas y helechos, viendo al otro lado del barranco la impresionante y variada masa forestal por la que ha transcurrido casi la mitad de la ruta.
Volveremos a nuestra punto de partida, la aldea de Azarulla con buenos panoramas.