AULA DE PESCA DE ARLANZÓN. REFUGIO DE ESTERALBO-MENCILLA

El fin de semana realizamos una actividad mas que recomendable para niños. Pasamos un fin de semana espectacular con varias actividades.
El sábado fuimos al aula de pesca de Arlanzón dependiente de la Junta de Castilla y León. Es una de las tres que tiene nuestra comunidad autónoma en donde tras solicitar una reserva previa a través de un formulario en
http://www.patrimonionatural.org/aulas_del_rio.php?id_casa=26 te permite pasar una jornada inolvidable. Las actividades del aula de pesca duran desde las 10:00 h hasta las 19:00 horas y se paga un precio irrisorio.
En primer lugar un agente forestal, Gaizka, quien dispensó un trato muy amable y cordial, nos enseñó las instalaciones, el aula de pesca, una piscina con multitud de truchas arco iris, el río Arlanzón....
Después nos puso un documental sobre la flora y fauna de los ríos que tuvo a los niños muy entretenidos, fuimos al río Arlanzón donde pescó con unas redes truchas pequeñas, anfibios y multitud de insectos acuáticos y nos explicó su ciclo biológico y su importancia en la cadena alimenticia en el río. Los niños disfrutaron mucho en esta actividad porque todos acabaron con los pies mojados.
Gaizka hizo una mosca de pesca mostrando una gran habilidad. Hicimos una parada para comer y utilizamos la barbacoa de las instalaciones así que nos metimos una parrillada memorable.
Por la tarde nos enseñó a lanzar la caña y por fin ya estábamos preparados para ir a pescar a la piscina artificial. Casi todos pescamos alguna trucha pero los niños estaban especialmente emocionados cuando eran ellos quienes las pescaban. En total pescamos unas 15 truchas que según eran pescadas eran devueltas al estanque.
Al terminar la visita al aula de pesca, ya a las 19:00 h de la tarde nos fuimos a Pineda de la Sierra a tomar unas cervecitas y los niños unos helados y seguidamente nos fuimos al refugio del Esteralvo donde pernoctamos (este refugio ya no es accesible a cualquier persona pero pueden utilizarse algunos de los existentes en Pineda de la Sierra). La cena estuvo amenizada con historias que los niños escuchaban atentamente.
A la mañana nos despertamos con la sorpresa de haber sido visitados por la noche por un duende que nos pintó la cara.
Tras un desayuno completo iniciamos el ascenso al Pico Mencilla con la duda de si los niños aguantarían esa subida, y entre lo emocionados que iban y los ánimos que se les daban consiguieron hacer todos cima, incluido el mas pequeño que tiene tan solo cinco años. Tras las fotos de rigor y el almuerzo oportuno descendimos y a Pineda a por otra ronda de helados.
Un fin de semana espectacular muy recomendable para grupos familias que quieran hacer actividades con sus hijos.
Para cualquier duda no dudeis en preguntarme.