Ascenso al Gilbo (Montaña de Riaño)
near Salió, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Recorrido realizado en otoño de 2021 (12_nov_21)
Trazado de ascenso "clásico" al pico Gilbo, 1679m, desde el Embalse de Riaño por su traza diagonal de la cara norte. En nuestro caso, a la aproximación por el espectacular hayedo de la cañada del arroyo de Vallarqué sumaremos un corto y técnico ascenso a Peña Sarnosa, 1.466m.
El cierre lo haremos por el hayedo de la umbría de la Peña de Vallarqué, el Mirador de las Biescas y la Cueva de la Vieja el Monte.
Disfrutaremos de una pequeña circular con las impresionantes vistas otoñales al Parque Regional de las Montañas de Riaño y Mampodré, recorrido que completaremos con la amena Ruta Mitológica Leonesa de Carande y la visita al pintoresco pueblo de Riaño.
Nuestro punto de partida lo marcamos en el aparcamiento junto al puente del Embalse de Riaño, amplio y con un panel informativo de la zona. La niebla nos roba las primeras vistas hacia el embalse y la montaña, brumas matinales que no tardarán en disiparse y mostrarnos la grandeza de estas montañas.
Primeros metro por la pista forestal que circunda por este flanco el embalse, cómodo acercamiento a los primeros envites del monte de mano de las estribaciones de la Peña de Vallarqué.
Justo cuando el camino se cruza con el arroyo Vallarqué a la solana damos la espalda al embalse y estamos atentos a una estrecha vereda que se adentra en la cañada.
Ahora nuestra escueta traza, la cual intentaremos no perder de vista en alguna que otra ocasión, remonta el magnífico hayedo que esconde la cañada. Siempre con nuestro rumbo puesto hacia el nacimiento del arroyo, tras el cual saldremos a una amplio claro, ya con la particular silueta piramidal del Gilbo y próximos a la pared caliza de Peña Sarnosa.
No alcanzaremos la collada que cierra la cabecera de la cañada, optando por una clara trocha que apunta directamente hacia el pequeño collado que separa Peña Sarnosa y la arista del Gilbo.
Durante el llevadero ascenso barajamos un rápido desvío para tomar de cumbre de la peña y aunque dudamos en principio de una vía de acceso práctica, despejaremos las dudas una vez nos situamos bajo su pared.
Probamos un primer intento en el acercamiento, con algunas trepadas, aunque la vía nos irá llevando lateralmente hasta conseguir su escueta cuerda. En estos metros de subida dejaremos vista una trocha de descenso menos trabajada para su abandono.
Todo un acierto anotarnos la cota de Peña Sarnosa y su implacable vista hacia la arista este del Gilbo. Eso, las interminables vistas al resto de cumbres del parque y los macizos que se pierden al norte y la idílica postal del Embalse de Riaño.
Deshacemos el desvío a la peña y tomamos el collado que nos abre la umbría y cara norte del Gilbo.
Habiendo tenido sobre la mesa el ascenso por su arista este, preferimos su "vía oficial" para no alargar la media jornada que queremos dedicar al ascenso.
Con esto, la marcada traza que recorre en diagonal su cara norte no nos dará lugar a dudas. Eso si, al estar en la umbría un factor a tener en cuenta será la presencia de hielo, que junto el barro y la pulida caliza de la huella nos haría avanzar más precavidos.
Ganamos altura de forma paulatina hasta el punto donde viramos hacia la pedrera y canal que nos da acceso a la antecima. Ya situados en la dorsal nos basta remontar los últimos metros hasta la cumbre del Gilbo.
Vistas a un marco incomparable desde su cima, recompensa a un corto y atractivo ascenso.
Llega el momento de la vuelta y su inicio no es otro que desandar nuestro ascenso final, ahora adornado con la impronta del embalse al encarar sus aguas durante la bajada.
Una vez dejamos atrás el collado de acceso tomamos la senda que bordea Peña Sarnosa y alcanza el collado del Alto de Vallarqué.
Vamos a dejarnos caer por el hayedo de su umbría, ahora de mano de una traza marcada y balizada que abandona terreno calizo metidos de lleno en el colorido hayedo.
Pronto de antoja lejano la pirámide pétrea del Gilbo mientras la senda nos brinda un remanso en el Mirador de las Biescas.
Volvemos a caminar por la pista foresta que bordea el embalse.
Camino de vuelta pasamos junto a la Cueva de la Vieja el Monte y completamos el recorrido sobre nuestros pasos de primera hora de mañana.
De vuelta a la carretera nos separan pocos kilómetros del vecino pueblo de Carande. Allí, desde sus calles, nos guardamos para la sobremesa un ameno paseo por la Ruta Mitológica Leonesa y su hayedo.
Completamos la jornada junto al Columpio de Riaño disfrutando del ocaso sobre el Gilbo, cerrando el círculo de emociones que rodea a esta emblemática cumbre de la Montaña Leonesa.
Nos vemos en las montañas.
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Trazado de ascenso "clásico" al pico Gilbo, 1679m, desde el Embalse de Riaño por su traza diagonal de la cara norte. En nuestro caso, a la aproximación por el espectacular hayedo de la cañada del arroyo de Vallarqué sumaremos un corto y técnico ascenso a Peña Sarnosa, 1.466m.
El cierre lo haremos por el hayedo de la umbría de la Peña de Vallarqué, el Mirador de las Biescas y la Cueva de la Vieja el Monte.
Disfrutaremos de una pequeña circular con las impresionantes vistas otoñales al Parque Regional de las Montañas de Riaño y Mampodré, recorrido que completaremos con la amena Ruta Mitológica Leonesa de Carande y la visita al pintoresco pueblo de Riaño.
Nuestro punto de partida lo marcamos en el aparcamiento junto al puente del Embalse de Riaño, amplio y con un panel informativo de la zona. La niebla nos roba las primeras vistas hacia el embalse y la montaña, brumas matinales que no tardarán en disiparse y mostrarnos la grandeza de estas montañas.
Primeros metro por la pista forestal que circunda por este flanco el embalse, cómodo acercamiento a los primeros envites del monte de mano de las estribaciones de la Peña de Vallarqué.
Justo cuando el camino se cruza con el arroyo Vallarqué a la solana damos la espalda al embalse y estamos atentos a una estrecha vereda que se adentra en la cañada.
Ahora nuestra escueta traza, la cual intentaremos no perder de vista en alguna que otra ocasión, remonta el magnífico hayedo que esconde la cañada. Siempre con nuestro rumbo puesto hacia el nacimiento del arroyo, tras el cual saldremos a una amplio claro, ya con la particular silueta piramidal del Gilbo y próximos a la pared caliza de Peña Sarnosa.
No alcanzaremos la collada que cierra la cabecera de la cañada, optando por una clara trocha que apunta directamente hacia el pequeño collado que separa Peña Sarnosa y la arista del Gilbo.
Durante el llevadero ascenso barajamos un rápido desvío para tomar de cumbre de la peña y aunque dudamos en principio de una vía de acceso práctica, despejaremos las dudas una vez nos situamos bajo su pared.
Probamos un primer intento en el acercamiento, con algunas trepadas, aunque la vía nos irá llevando lateralmente hasta conseguir su escueta cuerda. En estos metros de subida dejaremos vista una trocha de descenso menos trabajada para su abandono.
Todo un acierto anotarnos la cota de Peña Sarnosa y su implacable vista hacia la arista este del Gilbo. Eso, las interminables vistas al resto de cumbres del parque y los macizos que se pierden al norte y la idílica postal del Embalse de Riaño.
Deshacemos el desvío a la peña y tomamos el collado que nos abre la umbría y cara norte del Gilbo.
Habiendo tenido sobre la mesa el ascenso por su arista este, preferimos su "vía oficial" para no alargar la media jornada que queremos dedicar al ascenso.
Con esto, la marcada traza que recorre en diagonal su cara norte no nos dará lugar a dudas. Eso si, al estar en la umbría un factor a tener en cuenta será la presencia de hielo, que junto el barro y la pulida caliza de la huella nos haría avanzar más precavidos.
Ganamos altura de forma paulatina hasta el punto donde viramos hacia la pedrera y canal que nos da acceso a la antecima. Ya situados en la dorsal nos basta remontar los últimos metros hasta la cumbre del Gilbo.
Vistas a un marco incomparable desde su cima, recompensa a un corto y atractivo ascenso.
Llega el momento de la vuelta y su inicio no es otro que desandar nuestro ascenso final, ahora adornado con la impronta del embalse al encarar sus aguas durante la bajada.
Una vez dejamos atrás el collado de acceso tomamos la senda que bordea Peña Sarnosa y alcanza el collado del Alto de Vallarqué.
Vamos a dejarnos caer por el hayedo de su umbría, ahora de mano de una traza marcada y balizada que abandona terreno calizo metidos de lleno en el colorido hayedo.
Pronto de antoja lejano la pirámide pétrea del Gilbo mientras la senda nos brinda un remanso en el Mirador de las Biescas.
Volvemos a caminar por la pista foresta que bordea el embalse.
Camino de vuelta pasamos junto a la Cueva de la Vieja el Monte y completamos el recorrido sobre nuestros pasos de primera hora de mañana.
De vuelta a la carretera nos separan pocos kilómetros del vecino pueblo de Carande. Allí, desde sus calles, nos guardamos para la sobremesa un ameno paseo por la Ruta Mitológica Leonesa y su hayedo.
Completamos la jornada junto al Columpio de Riaño disfrutando del ocaso sobre el Gilbo, cerrando el círculo de emociones que rodea a esta emblemática cumbre de la Montaña Leonesa.
Nos vemos en las montañas.
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