Ascenso a los Machos, por el barranco de las Cuevas (Sierra de Almijara)

Trazado semicircular que nos permitirá completar el ascenso al Cerro de Los Machos, 1.589m, en el flanco noroeste de la Sierra de Almijara y acotando el extremo occidental de la cuerda de las Tejadillas.

Aunque partíamos con un plan más extenso, en fuerte temporal que arrecia desde el norte nos obligará a simplificar el recorrido. Dejamos para el ascenso el tránsito por el Barranco de las Cuevas y para el cierre, el camino del Puerto de Frigiliana. Así, nos queda un tramo lineal entre la barrera de Puente Cabril y el cruce de los caminos al Puerto de Frigiliana y el Cortijo de Ubares.

Sin atender a las condiciones atmosféricas que bien afectan al trazado, la dificultad queda recogida en el ascenso por el lecho del Barranco de las Cuevas, su escape por la Caseta de las Tejadillas y los metros finales de ascenso a Los Machos. El resto del trazado de realiza por pista forestal y veredas





Comenzamos la marcha junto a la barrera que corta el paso al camino que llega desde la Resinera de Fornes, junta de los arroyos de Cambril y la Venta que ven nacer las aguas del río Cacín. Desde aquí, como en el abanico de trazados que nos ofrece esta puerta al noroeste de la Almijara, seguirán nuestros pasos sobre el mismo camino que remonta suavemente la sierra.
Llevamos un tránsito agradable en la antesala almijarense, de mano del arroyo de la Venta, dejando en nuestro camino de lado la pantaneta de la Haza del Moral y la caseta de la Cuesta Parda.





Una vez vadeamos por segunda vez el arroyo de la Venta y algún quiebro, el carril toma altura y nos encontramos ante una encrucijada. A la derecha el camino que baja desde el Puerto de Frigiliana y que dejaremos para el cierre.
A nuestra izquierda, otro que se despega a la busca del Cortijo de Ubares, usaremos éste para aproximarnos a nuestra vía de ascenso.





Con la caída del cerro Palancares hacia el barranco de las Chorreras, en un viraje brusco a izquierda, pasaremos del firme terreno del carril al lecho marmóreo del Barranco de las Cuevas, lecho que remontaremos hasta conseguir los metros finales sobre el Cerro de los Machos.





Primeros pasos por el barranco, por ahora abierto y con un leve desnivel. A poco del avance, a nuestra izquierda en los tajos rojizos, se dibujan las Cuevas del Puerto.
También afloran pequeños tramos de mampostería que nos recuerdan la vereda que antaño remontaba nuestro mismo camino, muy deteriorada por los envites del torrente.





El ascenso por el barranco sigue siendo cómodo, sin grandes resaltos, sólo será necesario usar las manos sobre algún obstáculo y buscar la forma práctica de superar algún que otro escalón que aparece a la par que se encajona el barranco.
El piso en todo momento son bolos y trechos de dolomías, hoy con una fina lluvia nos vemos obligados a avanzar de forma más segura que de costumbre.





Vamos acercándonos a la cabecera del arroyo, siempre con la elección del cauce principal, a ambos lados se precipitan verticales pedreras que se desprenden de los flancos. Atentos ahora a la busca de nuestro siguiente hito de paso, la Caseta de las Tejadillas.





El barranco se abre y mengua, quedando reducido a una traza rodeada de matorral, para adivinar la caseta deberemos abandonarlo por nuestra derecha y acercarnos a su ruinosa construcción.





Marcaremos desde aquí el ascenso final a Los Machos, hoy nos tocará hacer cumbre sumidos en la niebla, con una gélida ventisca del norte y el alterne de aguanieve y granizo, de las vistas ni hablamos.
Primero tendremos que situarnos a las puertas del pequeño espolón que antecede a la cuerda cimera, dejando atrás la caseta, continuaremos por el lecho de un pequeño barranco que nos salva del matorral





En la aproximación, sin necesidad de tocar el camino de las Tejadillas, abandonamos el barranquillo y atacamos directamente la prominencia que se desdibuja tras la espesa niebla.
Una corta trepada nos permite conseguir un par de metros de cresteo que nos dejan sobre la cuerda.





Nos basta caminar sobre la cuerda hasta el extremo occidental y completar el corto ascenso hacia el morrón del Cerro de los Machos.
En unas condiciones adversas, el paso es efímero sobre su cumbre y rápidamente viramos sobre nuestros pasos e iniciamos el descenso.





A la vuelta, en lugar de sobrepasar el cresteo, nos decidimos a movernos bajo el pequeño tajo que lo define a nuestra izquierda, dando por finalizado el descenso una vez enlazamos con el camino de las Tejadillas.





Pisando la cómoda tierra firme del camino, emprendemos la marcha en dirección al Puerto de Frigiliana, sólo prestando atención a la trocha que nos simplifica los quiebros del camino.
Perdemos altura y algunos claros nos permiten llevarnos las magníficas imágenes que nos brinda estos metros de camino.





Alcanzamos el puerto y su panorámica sobre la costa, sobre el valle del río Higuerón despunta el cerro del Fuerte de Frigiliana, a nuestra izquierda asoma el majestuoso pico del Cisne.
Al frente, la parte alta del Lucero resiste a salir de las nubes. Volvemos las pisadas al norte y seguimos nuestra marcha.





Para el cierre nos quedamos con los metros restantes de camino hasta nuestro punto de partida, no sin disfrutar de la paleta cromática que nos brinda siempre la Almijara.





Nos vemos en las montañas.