Ascensión al Puntal de San Iñigo 1185 metros y Peña Cedrón 1085 metros, por la fuente de la Molina, desde Codos

Para la jornada de hoy, anuncian fuertes rachas de viento, así que busco una ruta, que más o menos, este protegido del cierzo, por lo que me dirijo a la población de Codos, donde aparco a las afueras, junto a lo que parece una cooperativa.

En este mismo lugar, comienzo a caminar por la carretera que va hacia Tobed, que recorro durante un par de kilómetros, disfrutando de las vistas hacia la sierra de Algairén, hasta llegar a la altura de la Paridera de Valdenagueras, donde a mano izquierda, nace un camino de tierra, por el que comienzo a ganar desnivel, entre un bosque mixto de carrasca y pino, que ofrecen algunos tramos de umbría, en los que se mantiene la escarcha.

Sobre el kilómetro 5 (5.4), el camino se bifurca en dos, teniendo la posibilidad de ir al collado de Valdeolivo, por ambos ramales, donde escojo el ramal de la derecha, que va a la fuente de la Molina (sin señalizar), por el que rápidamente enlazo con las marcas blancas y rojas del GR.90. donde a medida que voy ganando desnivel, las vistas se van ampliando, hacia la sierra de la Nava Alta y el Moncayo, cubierto parcialmente por las nubes.

Unos metros más adelante, alcanzo el área recreativa de la fuente de la Molina, donde abandono el camino principal, para adentrarme en fuerte ascenso, en el pinar, caminando por un bonito sendero, que, enseguida, me lleva hasta el collado de Valdeolivo, donde las vistas se amplían hacia la sierra del Espigar.

Aquí, podría acercarme hasta la cercana cima de la Peña del Acibillo, que tengo en mente realizar otro día, así que continúo tomando de referencia el GR.90, que indica "Codos", caminando en suave ascenso, por las lindes del pinar, coronando un par de pequeños cabezos, que finalmente, dan paso al mojón que marca la cima del Punta de San Iñigo, un perfecto mirador sobre las sierras del Moncayo, Nava Alta, Algairén, Codos y del Espigar, donde me resguardo en un pequeño vivac (para una o dos personas), mientras echo un bocado.

Después, comienzo el descenso, caminando por un precioso sendero, por el que voy hacia la Peña Cedrón, marcada con un mojón, donde echo un vistazo atrás, para acto seguido, continuar el descenso, por un terreno con bastante piedra suelta, en el que bajo con cuidado.

A medida que voy perdiendo desnivel, el viento, es amortiguado por las montañas, la vegetación, vuelve hacer acto de presencia, mientras poco a poco, me voy acercando a la población de Codos, cruzando el cauce seco de un barranco, donde el sendero desemboca en un camino de tierra, por el que sin llegar a entrar en el núcleo urbano, enlazo con un camino agrícola (asfaltado), por el que desciendo justo hasta la cooperativa, cerrando esta sencilla pero bonita circular, por unos parajes poco conocidos.