Argovejo - Pico Aguasalio (1.707 m) - Pico Roscas (1.785 m) - Peña Rionda (1.833 m) - Pico Cerroso (1.838 m)

Jornada montañera por delante y muchas opciones en la mente, como siempre! Difícil elección la de disfrutar de la montaña leonesa, por la cantidad de opciones que tenemos. En compañía de Alba, que no conoce el entorno de Argovejo, la ruta elegida iba a ser la que recorre todas las montañas que rodean el espectacular Hayedo de Argovejo y la zona del Río Achín. Sólo conocemos el Pico Cerroso (1.838 m), así que vamos a disfrutar también de las cumbres del Pico Aguasalio (1.707 m), Pico Roscas (1.785 m) y Peña Rionda (1.833 m)!

INICIO:

La ruta parte del precioso pueblo de Argovejo, al que llegamos tras desviarnos hacia la derecha en Crémenes. En el propio pueblo tenemos una fuente para poder llenar nuestras cantimploras, algo de aparcamiento (no mucho...) y un parking antes de llegar a Argovejo. Como aún es de noche, llegamos los primeros y aparcamos en el centro.

DESCRIPCIÓN:

Con todo preparado y frontal encendido, comenzamos la ruta saliendo del pueblo de Argovejo hacia el este, hacia el Valle de la Trapa. Nuestra idea es ascender hacia el Puerto de Tejedo por el Hayedo de las Barriaticas, coronar las cumbres indicadas y regresar a Argovejo por la Hoz de la Escalera y el Hayedo de Argovejo, una circular que promete ser espectacular!

Los primeros pasos, aún de noche, los daremos siguiendo un par de desvíos y llegando a la intersección en la que iniciaremos la parte circular de la ruta, que es casi toda. El camino hasta aquí no ofrece pérdida y avanzará sin grandes desniveles a superar. Nos desviamos hacia la derecha para iniciar el camino de ida por el Hayedo de las Barriaticas!

Comenzamos a ganar altura de manera más exigente. El rumbo y el sendero es claro, siempre tendremos que ir remontando la pequeña canal hasta llegar al Hayedo de las Barriaticas. Simpáticos momentos nombrando la cantidad de animales diferentes que nos pueden asaltar. Aún de noche, sólo la luz del frontal sobre el sendero nos guiará para ir remontando los primeros metros de desnivel.

Superado el primer tramo, llegamos a otro de los senderos que llega desde Argovejo. Nos desviamos hacia la izquierda y nos adentramos en el Hayedo de las Barriaticas, un espectacular bosque que apenas vemos, pues la oscuridad es notable. Eso sí, el camino es evidente y muy disfrutón, logrando percibir hayas espectaculares y de gran tamaño. Vamos hablando, no vaya a ser que aparezca algún ser vivo y Alba se muera del susto!

Salimos del Hayedo de las Barriaticas por un paso de roca natural estrecho y rodeamos una pradera para llegar al Contadero, otro paso natural estrecho que utilizaban los pastores para contar el ganado. Aquí encontramos un cartel informativo y un mirador muy curioso hacia el Pozo de la Nieve, uno de los atractivos de la zona. Mirando a través de él, ubicaremos su posición exacta!

El Contadero da paso al Puerto de Tejedo, un lugar espectacular y en el que ya podemos percibir todas las cumbres de la jornada. El día amanece y nos va regalando las primeras luces, que son brutales!

A nuestra derecha percibimos el Pico Aguasalio, nuestra primera cumbre. Con tendencia hacia la derecha, vamos buscando la existencia de algún hito o indicios de sendero, aunque no encontramos nada. La ladera este no ofrece mayores complicaciones, así que vamos ganando altura por donde mejor nos parece, evitando zonas de grandes rocas y zonas de vegetación.

Completado el ascenso, llegamos a la cumbre del Pico Aguasalio (1.707 m), una montaña modesta en altitud, pero con unas vistas espectaculares hacia cualquier lugar. Aparece el sol y nos deja unas imágenes preciosas de las montañas que nos rodean! Contemplamos la Sierra de Riaño, el Macizo del Mampodre, Peñacorada, la cercana Sierra de los Villares, las cumbres que nos restan y un sinfín de montañas más a nuestro alrededor. Foto de cumbre y continuamos, que la jornada es larga!

La siguiente parte de la ruta nos llevará hasta el Pozo de la Nieve. Descendemos hacia el collado que nos separa de la larga arista del Pico Roscas y continuamos por aquí hasta superar una pequeña cota. En este punto, acometemos una sencilla y pequeña trepada.

Para llegar al Pico Roscas, podemos hacerlo por su larga y afilada arista o por el Pozo de la Nieve. Tras conversar con Alba sobre las distintas opciones, decidimos acceder al Pozo de la Nieve. Creemos que el terreno para llegar a la cima será mucho más amable! Debemos perder unos 60/80 metros de altura ladeando hasta llegar al sendero que se dirige desde el Puerto de Tejedo hacia el Pozo de la Nieve. A lo largo de este tramo, tendremos que evitar las zonas más inclinadas, aunque no supone mayor inconveniente ir avanzando hasta llegar al citado sendero.

Ya en el sendero que llega del Puerto de Tejedo, continuamos ganando altura nuevamente hasta llegar al Pozo de la Nieve. El sendero se encuentra perfectamente señalizado con hitos y nos guiará sin pérdida hasta el lugar utilizado por los habitantes de la zona para sacar nieve. Su verticalidad nos hace pensar que utilizaban algún tipo de maroma o cuerda para ello!

Toca afrontar la subida al Pico Roscas! En contra de lo que pensábamos, esta subida tampoco se encuentra señalizada, así que vamos ganando altura por zonas mixtas de hierba y roca, un terreno muy típico de la Cordillera Cantábrica. La idea sobre el terreno será evitar las zonas más verticales cercanas a la cumbre e ir rodeándolas con cierta tendencia a la derecha. Tras varias pausas para analizar por dónde subir mejor, vamos ganando metros y llegando a la arista del Pico Roscas, donde sólo nos resta continuar unos minutos más hacia la cumbre.

Finalizada la ascensión y el pequeño tramo de arista, llegamos al Pico Roscas (1.785 m). Otra panorámica de ensueño a la mochila y un pequeño rato disfrutando de las vistas! Aparece el cercano Pico Moro y los espectaculares Picos de Europa! Con cierta cautela, miramos hacia Peña Rionda, nuestro siguiente objetivo. Desde aquí, parece complicado llegar arriba! Continuamos la ruta!

El siguiente tramo nos llevará directamente hasta el collado que nos separa de Peña Rionda. Atención a los primeros metros, que los debemos perder por un sendero herboso, casi imperceptible. Superados estos primeros pasos, llegar al collado no ofrece ninguna complicación.

Ya en el collado, miramos arriba y nos tomamos unos minutos para ver por dónde iniciar el ascenso a Peña Rionda. Siempre tendremos que avanzar con tendencia hacia la arista, aunque no siempre por aquí, casi siempre por el lado derecho según vamos ganando altura. Comenzamos la subida acometiendo una trepada que nos dejará en una pequeña canal. Superada la canal, llegamos al hombro herboso de Peña Rionda, por donde afrontaremos la parte final de la ascensión. Por aquí también tendremos que pasar para continuar la ruta.

Hasta aquí hemos llegado sin mayores problemas, siempre gestionando cierto riesgo, pues hay numerosos puntos en los que es necesario apoyar las manos para progresar y valorar bien por dónde continuar. Sin embargo, la ascensión a Peña Rionda nos obligará a mantener los cinco sentidos en alerta! La subida, en todo momento, la iremos realizando por numerosas terrazas herbosas, muy inclinadas y en las que no podemos cometer ningún fallo. Varios zig-zags nos dejarán en la parte alta de Peña Rionda, donde afrontaremos una última trepada.

Completada la ascensión, llegamos a la cumbre de Peña Rionda (1.833 m). De nuevo, unas vistas de escándalo y unos minutos de puro disfrute! Buena panorámica hacia el Pico Moro y el Pico Campriondo, dos agrestes cumbres cercanas! A la vista, el siguiente objetivo, el Pico Cerroso! Nos vamos!

Comenzamos el descenso de Peña Rionda, previa conversación para alertarnos y mantenernos atentos durante toda la bajada. Superamos el pequeño destrepe en la zona más aérea de Peña Rionda y comenzamos a perder altura a lo largo de las terrazas herbosas, siempre trazando las mismas líneas que nos llevaron hasta la cumbre y con sumo cuidado porque un resbalón puede tener fatales consecuencias!

De nuevo en el hombro, continuamos la ruta hacia el Collado Argovejo. Realizamos una pequeña travesía bajo la verticalidad de Peña Rionda y llegamos a un collado anterior. Tras completar el ascenso y el descenso de Peña Rionda, leve alivio, pues parece que se acabaron las dificultades! Nada más lejos de la realidad!

Para llegar al Collado Argovejo, debemos rodear una agreste cota por su lado derecho, según avanzamos. Sin ver el citado collado, echamos un vistazo y valoramos ladear sin perder demasiada altura. Abajo aparece un claro sendero, pero creemos que sería perder más altura de la necesaria, por lo que comenzamos a avanzar cercanos a la arista y sin perder muchos metros. La travesía, en un primer momento sin dificultades, se irá complicando conforme vamos avanzando. Progresamos apoyando las manos, trepando, destrepando y realizando pequeños pasos laterales que nos van acercando al Collado Argovejo, que ya tenemos a la vista. Nos damos cuenta de que el sendero avanza a la misma altura que el collado, por lo que nos damos cuenta de que hemos cometido un error. Hubiera sido mejor opción descender hacia el sendero y caminar cómodamente hasta llegar al collado. Y más cuenta nos dimos del error cuando uno de los agarres de uno de los pasos laterales se queda en la mano, produciendo un pequeño desequilibrio y, por consiguiente, un gran susto. Muchos nervios en los siguientes minutos y pequeña conversación para darnos cuenta de que debíamos salir de allí, pues es un terreno aéreo y muy roto. Mientras superamos uno de los momentos más críticos, Alba suspira y su ayuda es fundamental para salir de allí, tranquilizando y encontrando los mejores pasos. Desandamos parte del camino recorrido y vamos destrepando hasta conectar con el sendero que nos llevará directamente hacia el Collado Argovejo. Ya en el sendero, tiempo para dos conclusiones! La primera conclusión es que no merece la pena arriesgarse por no perder unos metros de altura, y más cuando había que perderlos igualmente, siendo mejor opción descender directamente desde el collado previo hasta el sendero y evitar la zona más vertical de la agreste cota que debemos rodear (el track muestra el camino aproximado para continuar de la mejor manera hacia el Collado Argovejo). La segunda conclusión es que es fundamental mantener tres puntos de apoyo muy seguros a la hora de realizar trepadas, destrepes o pasos en los que sean necesarias las manos, ya que si algo falla, tendremos muchas más posibilidades de mantenernos agarrados a la roca. A veces, la montaña te recuerda que es ella la que manda, así que máxima precaución. Viviendo y aprendiendo!

Ya en el Collado Argovejo, tiempo para reflexionar y quitarse ropa, que el sol aprieta y el calor empieza a ser considerable! Alba alerta que no es necesario continuar si los ánimos no están a la altura, pero nos apetece completar el cordal de cumbres con la conquista del Pico Cerroso, cumbre que tenemos a tiro, así que comemos algo, reponemos fuerzas y seguimos!

La ascensión al Pico Cerroso la podemos dividir en dos partes, una primera más vertical y una segunda mucho más cómoda, ya con la cumbre a la vista. Aunque existan varias opciones para subir, sobre todo en la primera parte, la mejor vía de ascenso es la que rodea la zona más vertical, bien visible desde el Collado Argovejo. Evitamos esta zona rodeándola por la derecha, siguiendo varios hitos!

Superada la parte más vertical de la ascensión, continuamos la subida hacia la cumbre, una subida que no vemos especialmente señalizada, pero que no ofrece ninguna complicación ni pérdida, siempre con el vértice geodésico a la vista!

Finalizada la ascensión, llegamos a la cumbre del Pico Cerroso (1.838 m), unos metros más alta que su vecina Peña Rionda. Panorámica de escándalo hacia cualquier lado y unos minutos para disfrutar de las montañas que nos rodean! Simpático momento fotografiando las cumbres conquistadas, que sin duda, nos han exigido muchísimo!

No hay tiempo que perder, así que bajamos del Pico Cerroso hacia el Collado Argovejo, más o menos por la misma vía de ascenso. En pocos minutos, estamos en el collado frente al valle que da vida a una de las zonas más espectaculares de León, el valle que forma el Río Achín!

Afrontamos la bajada a lo largo del valle con el rumbo puesto en la Hoz de la Escalera. Todo el descenso será muy cómodo e irá siendo más suave conforme nos vamos acercando a la hoz. Podría ser necesario cruzar el Río Achín en alguna ocasión y siempre tendremos que tener en la mente el margen derecho, pues por ese lado se inicia la Hoz de la Escalera.

Finalizado el valle, empezamos a encontrar gente! Nos acercamos a las paredes verticales de la derecha y buscamos los dos puntos rojos que marcan el inicio de la Hoz de la Escalera, adentrándonos en una de las partes más espectaculares de la ruta.

La primera parte de la Hoz de la Escalera será la más delicada, debiendo superar una primera trepada y otra zona algo más vertical en la que apoyamos las manos para mantener el equilibrio. Cuidado si se llega aquí desde Argovejo, pues la zona más vertical la completaríamos en descenso, debiendo prestar aún más atención. Ambas trepadas nos dejan en la parte alta de la Hoz de la Escalera, con unas vistas espectaculares hacia el Hayedo de Argovejo, que ya nos muestra unos colores preciosos!

Iniciamos el descenso hacia el Hayedo de Argovejo, aún metidos en la Hoz de la Escalera. Encontramos a dos mujeres que se disponen a completar la circular por el Puerto de Tejedo, una idea algo peligrosa por la experiencia de las senderistas, el desconocimiento del terreno y la hora. Y les queda los puntos más delicados de la ruta, los destrepes para salir de la Hoz de la Escalera. Les ayudamos a valorar la ruta y continuamos el recorrido hacia el hayedo, cruzando un pequeño canchal.

Seguimos encontrando gente y grandes grupos de montaña que disfrutan de la zona. Salimos de la Hoz de la Escalera y nos adentramos en el Hayedo de Argovejo, uno de los bosques con más encanto de la provincia, sin lugar a dudas! El sendero es bastante inclinado, así que prestamos atención para bajar sin resbalar, algo muy común, pues pasa mucha gente por aquí. La primera parte del hayedo nos deja a la altura del Río Achín, río que cruzamos para seguir disfrutando de un hayedo espectacular, con numerosos saltos de agua, zonas preciosas de rocas, hojas, hayas y musgo, y árboles realmente asombrosos! Qué rincón!

Vamos saliendo del bosque y de la zona más encajonada del Río Achín y llegamos al Valle de la Trapa, donde debemos desviarnos a la izquierda para continuar hacia Argovejo. Vamos conversando sobre la ruta, que sin duda, ha tenido de todo!

Bajando por el Valle de la Trapa, pronto llegamos a las inmediaciones de la intersección en la que iniciamos el tramo circular de la ruta, lugar en el que cruzamos un puente. A partir de aquí, siempre por camino conocido, iremos desandando todo el tramo de ida, siguiendo los primeros desvíos que encontramos.

Finalmente, llegamos a Argovejo, donde sólo nos queda recorrer sus calles hasta llegar al centro del pueblo, lugar donde aparcamos y donde daremos por concluida la ruta. Buenos momentos tomando una cerveza, conociendo gente y charlando con personas que nos reconocen y nos valoran el trabajo de divulgación que hacemos. Es muy gratificante saber que de algo sirve disfrutar tanto de la montaña!

CONCLUSIÓN:

Espectacular trazado para ascender a las cumbres más importantes de toda la zona que recorre el Río Achín, el Pico Aguasalio (1.707 m), el Pico Roscas (1.785 m), Peña Rionda (1.833 m) y el Pico Cerroso (1.838 m). Argovejo es un pueblo muy famoso por sus hayedos, bosques realmente preciosos. Caminar por el Valle de la Trapa, el Hayedo de Argovejo, el Hayedo de las Barriaticas, el Puerto de Tejedo o la Hoz de la Escalera es sinónimo de puro disfrute! Sin embargo, estamos ante un recorrido muy montañero, delicado en muchas zonas y que nos obligará a permanecer en alerta en muchos instantes. Especial cuidado en la ascensión y descenso del Pico Roscas y de Peña Rionda, y mucho cuidado al realizar la travesía hacia el Collado Argovejo. En cuanto al Pico Cerroso, importante rodear la parte más vertical de la montaña. Un recorrido de grandes alicientes, vistas impresionantes y momentos de mucha adrenalina! Y como colofón final, cruzar la espectacular Hoz de la Escalera y disfrutar del colorido del Hayedo de Argovejo, uno de los rincones con más magia de la provincia de León. Un trazado que no es para todos los públicos y que nunca olvidaremos. Y como siempre, junto a una compañía perfecta, fundamental en muchas situaciones y con la que disfrutamos y reímos a partes iguales! Espectacular ruta!

MÁS INFORMACIÓN:

Argovejo - Pico Aguasalio (1.707 m) - Pico Roscas (1.785 m) - Peña Rionda (1.833 m) - Pico Cerroso (1.838 m)

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)