ARGENTINA: Pampa Linda - Refugio Otto Meiling

Para realizar ésta ruta tomamos el coche desde Bariloche hasta Pampa Linda donde dejamos el vehículo junto a la caseta del Parque Nacional donde no había nadie cuando llegamos. El sendero comienza por una pista de tierra casi llana por el que llegamos tras unos 3 kilómetros al arroyo Castaño Overa, y tras cruzarlo por uno de los 2 puentes existentes, el sendero comienza a subir poco a poco por zona muy arbolada con ejemplares enormes de Caihues. El sendero va tomando atajos para continuar por la pista de tierra hasta que finaliza en la zona conocida como "los caracoles", un sendero que sube en un continuo zigzag hasta que llega a lo alto de la loma. A partir de aquí el camino discurre en subida más suave hacia el Refugio Otto pasando por algunos miradores hacia el Glaciar Castaño Overa. La vegetación va poco a poco desapareciendo para entrar en un paisaje más rocoso y comienzan a aparecer cada vez más neveros hasta que llegamos a un cruce donde hay 2 opciones, uno a la izquierda para realizar sin nieve y el de la derecha que está recomendado si hay presencia de nieve y és éste el que tomamos nosotros. Desde aquí empezamos a ver el Refugio pero el camino se hace duro por la presencia de los neveros y por tener que ir superando pequeños promontorios de piedra algunas veces con sencillas trepadas sin peligro. Finalmente llegamos al refugio justo cuando el tiempo estaba empeorando rápidamente por lo que fuimos afortunados al poder descansar, calentarnos y almorzar en el refugio y de paso conocer a la encantadora pareja que gestiona el refugio. Cuando regresamos al camino el tiempo había empeorado bastante y emprendemos la vuelta bastante rápido para evitar estar mucho tiempo expuestos al viento, la lluvia y el frío.
La ruta es increible pero no lo es menos el recorrido en coche desde Villa Mascardi hasta Pampa Linda pese a los muchos kilómetros por pista de tierra (ripio).

Consejos básicos para realizar senderismo y montañismo con seguridad:

Intenta no ir solo/a a la montaña y deja dicho en algún lugar la actividad, el itinerario y la previsión de horario que has planeado.
No sobrevalores tu experiencia y condición física, y pon especial atención cuando te acompañen personas con poca experiencia o niños, ya que su fuerza y resistencia física será menor.
Planifica previamente el itinerario a realizar, consulta mapas, libros o pide información a otros montañeros. Conoce la distancia a recorrer y los desniveles que tendrás que superar, valorando si se trata de un recorrido a tu medida. Si consideras que la excursión excede tus capacidades, valora la posibilidad de contratar un servicio de guías.
No olvides consultar la previsión meteorológica de la zona concreta por donde te vayas a mover.
Inicia la actividad a una hora prudente: cualquier eventualidad si se hace de noche es mucho más complicada de solucionar.
Prepara y revisa con tiempo, no a última hora, el equipo y material que vas a utilizar, de este modo evitarás olvidos o sorpresas.
Nunca tires piedras, ya que puedes provocar un accidente golpeando a montañeros que estén por debajo. Cruza lo más rápidamente posible los pasos expuestos a caída de piedras.
Recuerda que la actividad finaliza cuando llegas al punto de partida, así que no descuides tu atención en los descensos, ya que es en esta etapa del recorrido cuando se producen la mayoría de los accidentes (no solo por la mayor relajación tras haber terminado el ascenso, sino también por el cansancio acumulado).
Si observas que tu situación puede empeorar (por cambios de tiempo, proximidad de la noche, por ser el itinerario más difícil de lo que creías, etc.) piensa en la posibilidad de regresar. La montaña no se va a mover del lugar y tú tendrás muchas otras oportunidades para regresar a ella.
Procura llevar algún medio de comunicación para pedir ayuda en caso de accidente: una radio, el teléfono móvil (el 112 es el número de las emergencias). Pero no confíes al cien por cien en tener cobertura siempre.
Infórmate sobre la existencia de refugios guardados o no. Pueden ser un apoyo importante para tu actividad.
Cuida la montaña, no dejes huella de tu presencia.
Si el itinerario pasa por un espacio protegido, no olvides informarte sobre la legislación vigente.
En caso de accidente, no pierdas la calma y actúa con tranquilidad, asegura al accidentado y el lugar del accidente. Evita ponerte tú mismo en peligro.
Si habitualmente practicas excursionismo, valora la posibilidad de formar parte de un Club de Montaña y de federarte. Al federarte practicas un deporte seguro y obtienes muchas ventajas como deportista de montaña.