ARANJUEZ-CASTILLO DE OREJA-ARANJUEZ
near Cortijo de San Isidro, Madrid (España)
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Itinerary description
En el término municipal de Ontigola, (Toledo), se encuentra el Castillo de Oreja, situado en un risco y construido sobre la antigua fortaleza romana de Aurelia, (oreja).
Esta fortaleza musulmana fue adquirida, como dote de su esposa Zaida, por el Rey Alfonso VI de Castilla que lo perdió en la Batalla de Uclés.
Dado el lugar estratégico militar, los musulmanes infringieron grandes derrotas a los cristianos hasta que Alfonso VI de León los reconquistó con tropas toledanas, extremeñas, gallegas y leonesas. El castillo se rindió, tras seis meses de asedio, por hambre y sed. Se repobló con castellanos y se les otorgó un fuero histórico.
Fue utilizado contra las tropas almohades por la Orden de Santiago y después fue cedido a Gutierrez de Cárdenas, pasando por los condes de Colmenar y duques de Frías.
El castillo es una torre cuadrangular cercada por una muralla que aprovecha la línea irregular del risco sobre el que se asienta.
Tiene algunas saeteras circulares, matacanes de madera y grandes y toscos merlones que rematan las torres. Las esquinas son de sillería y solo tiene una puerta. En el interior se aprecian restos de una iglesia, dos bóvedas y un aljibe.
Está en ruina avanzada y pertenece al ayuntamiento de Ontígola. También podemos ver los restos del antiguo pueblo que estuvo habitado hasta no hace mucho.
Comienzo en la puerta del bar La Rotonda, cruzo en Canal de Las Aves por el puente del mismo nombre y camino en paralelo a dicho canal durante un buen trecho.
Al llegar a la finca la Monta, visito la playa de la Pavera, y tomo el camino de Aranjuez a la Barca. Paso por la puerta de la finca del Soto y visito la ermita que hay en la ladera.
Retomo el camino y unos quinientos metros más adelante me desvío por un sendero que poco a poco me va llevando a la cima, caminando en primer lugar, en paralelo a un arroyo, que a buen seguro sirvió como baluarte defensivo del castillo en su día.
Disfruto de las hermosas vistas que me ofrece la atalaya natural donde está el castillo y dejo volar mi imaginación a tiempos remotos cuando estos lugares eran puntos estratégicos de carácter militar.
Las figuras caprichosas que ha esculpido la erosión no escapan tampoco a los ojos del caminate mientras me alejo dando un giro a mi derecha para tomar un sendero que discurre paralelo al río Tajo. El camino por momentos se llena de vegetación o sigue por el borde de las fincas a pleno que están en pleno apogeo agrícola.
El Azud del Embocador, punto de partida del canal de Las Aves que llevará el agua a las huertas que producirán los ricos fresones de la zona, no escapa de mi curiosidad.
La caminata puede resultar un poco larga, pero se puede acortar si se va en vehículo particular hasta el aparcamiento de la playa de la Pavera, cerca de la finca de la Monta.
Esta fortaleza musulmana fue adquirida, como dote de su esposa Zaida, por el Rey Alfonso VI de Castilla que lo perdió en la Batalla de Uclés.
Dado el lugar estratégico militar, los musulmanes infringieron grandes derrotas a los cristianos hasta que Alfonso VI de León los reconquistó con tropas toledanas, extremeñas, gallegas y leonesas. El castillo se rindió, tras seis meses de asedio, por hambre y sed. Se repobló con castellanos y se les otorgó un fuero histórico.
Fue utilizado contra las tropas almohades por la Orden de Santiago y después fue cedido a Gutierrez de Cárdenas, pasando por los condes de Colmenar y duques de Frías.
El castillo es una torre cuadrangular cercada por una muralla que aprovecha la línea irregular del risco sobre el que se asienta.
Tiene algunas saeteras circulares, matacanes de madera y grandes y toscos merlones que rematan las torres. Las esquinas son de sillería y solo tiene una puerta. En el interior se aprecian restos de una iglesia, dos bóvedas y un aljibe.
Está en ruina avanzada y pertenece al ayuntamiento de Ontígola. También podemos ver los restos del antiguo pueblo que estuvo habitado hasta no hace mucho.
Comienzo en la puerta del bar La Rotonda, cruzo en Canal de Las Aves por el puente del mismo nombre y camino en paralelo a dicho canal durante un buen trecho.
Al llegar a la finca la Monta, visito la playa de la Pavera, y tomo el camino de Aranjuez a la Barca. Paso por la puerta de la finca del Soto y visito la ermita que hay en la ladera.
Retomo el camino y unos quinientos metros más adelante me desvío por un sendero que poco a poco me va llevando a la cima, caminando en primer lugar, en paralelo a un arroyo, que a buen seguro sirvió como baluarte defensivo del castillo en su día.
Disfruto de las hermosas vistas que me ofrece la atalaya natural donde está el castillo y dejo volar mi imaginación a tiempos remotos cuando estos lugares eran puntos estratégicos de carácter militar.
Las figuras caprichosas que ha esculpido la erosión no escapan tampoco a los ojos del caminate mientras me alejo dando un giro a mi derecha para tomar un sendero que discurre paralelo al río Tajo. El camino por momentos se llena de vegetación o sigue por el borde de las fincas a pleno que están en pleno apogeo agrícola.
El Azud del Embocador, punto de partida del canal de Las Aves que llevará el agua a las huertas que producirán los ricos fresones de la zona, no escapa de mi curiosidad.
La caminata puede resultar un poco larga, pero se puede acortar si se va en vehículo particular hasta el aparcamiento de la playa de la Pavera, cerca de la finca de la Monta.
Comments (2)
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Una bonita ruta y un relato precioso de la historia de la zona que te agradecemos
Gracias Román.