Antigua Sierra Blanca-Cerro El Corcovado-La Ceja

CAMINADA POR EL “CERCANO ORIENTE”
Abril 2012

CAMINANTES: GRUPO “CRUZAMONTAÑAS”
RUTA: SIERRA BLANCA-CERRO EL CORCOVADO-LA CEJA
KM: 16.8 KM
TIEMPO: 7H:1´

Esta es una caminada muy cerca a la ciudad que te ofrece de todo y da la posibilidad de escoger alternativas.

De la mano – las piernas más bien- de Doña Berta, líder del grupo Girasoles que ése día guiaría a Los Cruzamontañas; nos adentramos en tierras del cercano oriente para ir desde el antiguo restaurante Sierra Blanca -ubicado en la vía a Llanogrande-; hasta el municipio de la Ceja pasando por el Cerro Corcovado.

A eso de las 8:30 llegamos al punto de salida. Tomamos la vía destapada al frente de Sierra Blanca y unos pocos metros más allá, por Barahonda, cogimos una trocha en ascenso con algunos canalones trazados por bellos y solitarios bosques. En éste trayecto nos sorprendió que, en tierras cada vez más pobladas, existan aún caminos de ésta especie.

Subimos hasta una antena de Comcel de donde se aprecia una bella vista de parte del Valle de La Ceja del Tambo. Acá encontramos nuevamente “civilización”, pasamos portillos, cruzamos varias carreteras y nos maravillamos con las hermosas casas de ésta región que hace parte de la Vereda El Higuerón, corregimiento de San José, jurisdicción de La Ceja

Seguimos por El Chuzcal hasta “Los Garajes” en donde empata con la nueva vía pavimentada que conecta La Ceja con Rionegro. Acá se puede decidir si subir al Cerro El Corcovado para luego bajar a La Ceja, caminar por la pavimentada para acabar de llegar al pueblo o tomar un vehículo que lo acabe de arrimar al destino final. Nosotros optamos por la del Cerro

Ahí mismo, en éste cruce, entramos a otra trocha que nos llevaría a un pequeño caserío llamado La Campanita para luego emprender la subida al cerro tutelar de La Ceja.

Cerca del medio día, con un clima propicio para caminar –pese al invierno q ue por esos días azotaba el país-; comenzamos el ascenso a la montaña en forma de joroba. Subimos por una trocha bastante inclinada que nos recordó el asalto a Cerro Tusa.

Si bien en el mapa se leyó que el grado de dificultad de ésta caminada sería de 3.5 en una escala de 1 a 5 siendo 1 lo más fácil; el ascenso al cerro aumentó su nivel y, al final, la calificamos como una caminada grado 4.

Siendo la 1:00 p.m. coronamos la cima de la pequeña montaña que deja ver la grandeza del Valle de San Nicolás. Mientras almorzábamos vimos aviones próximos a aterrizar, los cerros de San Miguel y El Tambo que forman la gigantesca U que da entrada a Sonsón y más allá al Magdalena Medio; Llanogrande, Rionegro, otros cerros de la región y por supuesto nuestro objetivo final, La Ceja.

Conocido como el municipio mejor trazado, la Ceja estuvo habitado por los indios Tahamíes. Hacia 1541 llegaron los conquistadores españoles a la localidad. Cuando Mendoza arribó a esta comarca descubrió un extenso y fértil valle colmado de hermosas y verdes praderas y surcado por abundantes y limpias aguas que bautizó como Valle de Santamaría, hoy llamado Valle de La Ceja del Tambo.

En 1683 se abrió el camino entre San Nicolás de Rionegro y Santiago de Arma, el que a su vez conducía a Popayán. Los lugareños construyeron un refugio o tambo a la vera de esta ruta, lo cual originó posteriormente que la localidad comenzase a conocerse como “La Ceja del Tambo”.

Para allá nos dirigimos una vez comimos. Descendimos del Cerro por un camino en medio de un frondoso bosque secundario hasta empatar con la vía destapada que conecta la Vereda Chaparral.

Tomamos la carreta destapada y a las 3:15 p.m. llegamos al pueblo de los dulces, las conservas y el cultivo de flores de después de 16 km en los que tuvimos de todo.