Aneto des de la Renclusa por el ibón del Salterillo

Ascensión al pico más alto de los Pirineos, el Aneto (3.404m), des del Refugio de la Renclusa (2.140m), pasando por el ibón del Salterillo (2.470m). En 2022 las consecutivas olas de calor han hecho que la ascensión "clásica" via Crencha de los Portillones resulte peligrosa por el continuo deterioro de los neveros de la Maladeta y del propio Aneto en su vertiente Oeste, con algunos accidentes acumulados en la temporada, por lo que decido optar por subir por el Ibón del Salterillo, atacando la cima por el Este. Salgo a las 6AM con frontal, después de un par de días de lluvias y tormentas de tarde, las previsiones apuntan a una ventana de buen tiempo a lo largo de toda la jornada. El suelo está resbaladizo, y cuesta orientarse sin luz, aunque el camino es evidente, hay que estar atentos en la navegación especialmente la primera hora. Se sube rápidamente al Collado de la Renclusa (2.282m), prosiguiendo en dirección Sudeste/Este en dirección al Pla d'Aiguallut. A medio camino, se vira al Sur para encarar una subida exigente aunque progresiva hasta el ibón del Salterillo (2.470m), que dejaremos a nuestra derecha, y donde tomo un descanso. A partir de este punto, se encara el macizo de la Maladeta por un exigente camino, a tramos duro, entre grandes rocas blancas planas, donde es evidente que antaño debieron estar cubiertas por el nevero, siguiendo diferentes hitos de piedras. Tal y como nos informaron en el refugio, se ha abierto una canal entre los glaciares de la Maladeta y del Aneto, haciendo que sea posible llegar prácticamente hasta la antecima sin pisar hielo. Me resigno a llevar crampones, piolet y casco, visto que no será necesario utilizarlos. Después de casi 4 horas, con sus paradas, me aproximo a la cresta previa a la antecima, donde hay que usar manos para escalar, resiguiendo la carena del collado de Coronas, pero unos metros por debajo. El último zig-zag entre rocas resulta duro y algo peligroso, por lo que hay que vigilar el paso constantemente. En la antecima, pese a la hora de llegada (10:15), me sorprendo al encontrarme solamente un puñado de personas, por lo que me desprendo de la mochila e inicio mi camino por el archifamoso paso de Mahoma, que pese a que no es particularmente difícil, al menos según mi parecer, hay que encararlo con respeto y mucha atención. Hay un par de pasos aéreos muy expuestos, pero la roca en general es muy compacta, siempre con un mínimo de 3 puntos de apoyo constantes al escalar. Mejor cruzarlo con guantes y sin viento. Después de las clásicas fotos en la Cruz, y el disfruta de las maravillosas vistas des de la cima, vuelvo a la antecima donde me tomo un merecidísimo descanso. Empiezo el largo y duro descenso, bastante más difícil que la subida, también en dirección al ibón del Salterillo. Hay multitud de riachuelos que mojan grandes piedras blancas alisadas, por lo que es importantísimo buscar los hitos y asegurarse la adherencia a las rocas. La navegación se complica y hay que ir rectificando el camino de vez en cuando. De regreso al ibón, me tomo un segundo largo descanso, contemplando como los diferentes arroyos procedentes de los glaciares alimentan sus aguas. Des de el ibón, desaho el camino hasta la Renclusa, con algún que otro "atajo", llegando al cabo de unas 10h, con paradas incluidas. Se trata de una ascensión difícil, exigente físicamente, con cierto nivel técnico, donde hay que prestar mucha atención al paso. Es imprescindible estar en forma y tener experiencia en la montaña.