Andilla - Ermita Bardes - Fuente Tresuela

Está costando arrancar esta temporada, no conseguimos enlazar dos rutas consecutivas.
Esta vez hemos ido Victor y yo.

Victor ha elegido la ruta, y aunque yo ya la he hecho en varias ocasiones no me ha importado volver a Andilla ya que es una población muy bonita enclavada en un entorno natural envidiable.

Salimos de la población en descenso en dirección hacia el río por una pista forestal.
Dejamos la pista forestal y caminamos por un sendero a la orilla de un riachuelo, tras vadear el rio por un puente de madera, alcanzamos nuevamente la pista forestal y seguimos por ella en ascenso.

No dejaremos de ascender hasta alcanzar el Collado de Bardés tras pasar por la ermita del mismo nombre.

Tras unos 800 metros la pista se bifurca, a la derecha se dirige a la fuente del Señor, nosotros seguimos por la de la izquierda.

Un poco más adelante, junto a unas ruinas, abandonamos la pista para seguir de frente por un sendero.

Tenemos casi dos kilómetros de ascenso algo más exigente de lo que ya veníamos haciendo, hasta llegar a las inmediaciones del corral de Potecas.
Desde este punto y tras un corto y exigente ascenso llegamos nuevamente a la pista forestal, la ermita de Bardes está ahí mismo, a nuestro alcance.

Aprovechamos este lugar para hacer un alto y reponer fuerzas.

La ermita está ubicada en una magnifica atalaya desde donde tenemos unas impresionantes vistas de todo el valle.

Aun nos quedan unos dos kilómetros de ascenso, por lo que sin más dilación continuamos nuestro recorrido.

Tras cuarenta minutos de marcha, arribamos al collado de Bardés y proseguimos por un camino al frente, en descenso, y que en poco más de quince minutos nos lleva hasta la fuente Tresuela, tras pasar por una bonita pinada, único vestigio que queda de pinos en esa zona, después del terrible incendio forestal de 1993 que arraso todo el monte.

La fuente está situada en un paraje muy bonito, rodeado de hierba; este año había menos agua que en otras ocasiones en las que he estado en ese lugar.

Allí nos hemos encontrado con un matrimonio de la Pobleta con el que hemos departido un buen rato.

Después de hacer unas fotos y contemplar el paraje, cogemos un sendero a mano izquierda que nos lleva en ligero ascenso a unas rocas, donde nace otra senda algo oculta.
Desde este punto empieza un descenso muy pronunciado en lazadas para ir perdiendo altitud.
La pista forestal por donde debemos proseguir, la divisamos allá abajo, muy lejana, casi imperceptible.

El sendero aboca en otro más amplio y perfectamente desbrozado con mojones de piedra pintados de blanco. Seguimos por este nuevo camino a mano izquierda hasta desembocar en la pista forestal.
La cogemos a mano derecha y unos dos kilómetros más adelante la abandonamos por la izquierda por un camino descendente que se dirige hacia un área recreativa en las inmediaciones de la Pobleta.

Llevamos ya un buen trecho y apetece hacer otro descanso.
Tras el descanso, seguimos por la pista de tierra hasta la Pobleta y sin entrar en ella nos desviamos a mano izquierda por una pista asfaltada que en ascenso se dirige a Andilla.
Al llegar a la cruz de la horca tomamos un sendero al frente que en descenso se dirige al puente medieval, pasando al lado de un antiguo molino de agua, actualmente abandonado.

Andilla está a nuestro alcance a escasos 500 metros, pero aún nos queda la última subida.

Al atravesar el puente medieval tenemos dos alternativas, seguir por un senderillo al frente que se dirige en fuerte ascenso a unos corrales o seguir por un camino amplio.
Decidimos coger la pista ya que parece menos exigente y las fuerzas están algo justas.

Ya en Andilla nos hacemos una foto en la puerta del bar donde vamos a comer.

Hemos finalizado la ruta a las 14:50 horas

Hemos comido en la misma población de Andilla en el bar Mari, enfrente de la Iglesia
Buena relación calidad precio
Personal muy atento.

Pascual