Anayet

Nos desplazamos al Pirineo Oscense para hacer una de las ascensiones más bellas que hemos hecho sin duda, Anayet.

Esta montaña, se puede ascender desde varios puntos diferentes. Nosotros decidimos ir hasta el Corral de las Mulas (Formigal) para comenzar desde este punto nuestro ascenso.

Nada más bajarnos de nuestro vehículo y ponernos a andar sobre una pista ancha, enseguida tenemos que pasar por encima de un portón que prohíbe el paso de vehículos. Seguimos nuestro camino por dicha pista que nos va a llevar en un suave pero continuo ascenso hasta la estación de esquí de Formigal.

A continuación, dejamos la pista para continuar por una pista estrecha que se hace paso a través de los pastos. Enseguida podremos disfrutar de cascadas, ríos y puentes. Esta pista, poco a poco se va a volver dura y exigente, sobre todo, en su último tramo. Tras superar el último tramo duro y ascendente, en pocos minutos nos vamos a plantar en el Ibón de Anayet, un enorme lago con unas vistas espectaculares. El lugar es idóneo para reponer fuerzas con un almuerzo para hacer frente al último tramo que será coronar la cima.

Nos disponemos con fuerza y entusiasmo para atacar el último tramo. Una senda preciosa que va a tener de todo. Montañas con franjas rojizas, trepadas por roca y una zona con unas cadenas como pasamanos en el que hay que tener cuidado y prestar atención para no resbalar ya que la zona es muy estrecha y empinada. Tras todo esto, nos espera la cima. Una cima ancha y perfecta para disfrutar de las montañas vecinas y poder sacarse unas fotos para el recuerdo. 2.545msnm.

Decir que, a lo largo del recorrido, la senda no está balizada pero está marcada y es muy evidente. Haciéndola en fin de semana, no tiene pérdida por la afluencia de gente.