Ambingue - Picu Cunio

La soleada y calurosa jornada que tendremos antes de un fuerte frente frío nos invita a volver a tierras ponguesas, con vistas a coronar el poco conocido, pero inmensamente entretenido, Picu Cunio.

Hago un paréntesis antes de comenzar con la clásica descripción para recalcar una importante advertencia: la ruta carece, en su mayor parte, de señalización y es bastante fácil perder el sendero en varios tramos, con lo que recomendamos, encarecidamente, portar un potente GPS en el que seguir, en la medida de lo posible, el track de vuelta.

Partimos del amplio aparcamiento situado en el centro de Ambingue para seguir por la pista que veremos tras una señalización municipal de advertencia sobre la dificultad de la ruta.

A los pocos metros saldremos a la carretera general, la cual nos llevará, tras un par de curvas, al desvío por el que continuaremos, dejando a nuestra derecha un pequeño depósito de agua.

No tardaremos en alcanzar una amplia y cómoda pista por la que llegaremos, potente desnivel mediante, a la sombría zona conocida como "El Pasadoriu", mirador con unas panorámicas excepcionales del macizo occidental de los Picos de Europa.

Una rústica portilla nos separa de un nuevo sendero señalizado por una flecha pintada en la caliza. Aquí comienza la diversión... el cómodo y montañero camino se convertirá, poco a poco, en una sucesión de felechos y escallos realmente incómodos de superar. Tendremos muchas menos probabilidades de volver cubiertos de garrapatas si realizamos esta ruta tras alguna nevada, con los felechos ya secos.

Tras pelearnos con la vegetación llegaremos a un pequeño claro por el que subiremos a una cercana majada con restos de cabañas de pastoreo. Mucha atención a esta zona donde el sendero se pierde por completo, viéndonos obligados a pasar por detrás de las cabañas, siguiendo la parte alta de la ladera, más limpia y abierta.

Ahora sí, tras unos pocos pasos daremos con uno de los múltiples senderos esculpidos por el paso del ganado. Ya no nos resultará complicado visualizar lo que nos resta de caminata: el Picu Cunio aparecerá, verde y majestuoso, a nuestra izquierda, teniendo que superar una nueva majada, esta vez en cuesta, con más restos de cabañas.

Terminaremos la subida en un collado, ya a 1200 metros de altitud, para continuar a nuestra izquierda, cresteando por un cómodo sendero que atraviesa la cada vez más frecuente caliza.

Alcanzaremos un último collado antes de encarar la evidente subida final. Y, por fin, tras cierto sufrimiento, el gran premio de la jornada: una bonita y vetusta placa corona una cima desde la que divisar cumbres tan cercanas y conocidas como El Vízcares, El Maoñu, La Llambria, La Mota Cetín o El Tiatordos, sin olvidar la increíble postal que tendremos de la Sierra del Sueve, la Sierra del Cuera o el macizo occidental de los Picos de Europa.