Alto del Chorrillo - pico Mulhacén - La Caldera - río Mulhacén - refugio de Poqueira.

Por fin Galo decidió volver a enfrentarse a las cumbres de Sierra Nevada; tras una experiencia hace meses en la Alcazaba de la que dijo que salía encantado pero que era demasiado dura, se había negado a venir durante estos últimos meses. Hablamos de aprovechar la lanzadera hasta el alto del Chorrillo y plantear una ruta circular clásica por el Mulhacén; así empezamos la caminata muy tarde, sobre las 12 de la mañana, ya que sólo encontramos sitio en la segunda lanzadera desde Capilaira (10:30 ha.), que salió con retraso.

El ascenso por la arista del Mulhacén es sencillo, ya que pese a superar un desnivel de algo más de 750 metros para llegar a la cima más alta de la península, se hace por una vereda muy bien marcada y de una forma progresiva durante los 5,5 km de distancia que separan ambos puntos. En el camino disfrutaremos de una excelentes vistas sobre la cuerda de tres miles que delimita la vertiente occidental del barranco del Poqueira y la cuerda de la peña de los Papos, que lo hace en el lado oriental del barranco del Trevélez. Llegados al vértice geodésico de la antecima (Mulhacén II de 3.362 m.) que inicia la cuerda del Mulhacén, la pendiente se modera y abre una bellísima panorámica alpina.

Nos lo tomamos con mucha calma en la cima del Mulhacén, donde comimos y Galo dio rienda suelta a su nuevo hobby de radioaficionado, así que me di varias vueltas por la extensa cima antes de iniciar el descenso por la ladera que da a la Caldera. Nos dirigimos hacia el collado de la Mosca, no sin antes asistir a la anécdota del día: un ciclista arrastrando su bici en esa subida de más de 400 metros de desnivel en un kilómetro, con la intención de lanzarse en descenso por ese sendero (algo que por otra parte está prohibido). Así nos acercamos al collado de la Mosca y desde allí fueron tomaron nuevo significado alguna de las últimas rutas que hice por la zona: ver desde una perspectiva diferente el arriesgado vasar de la Alcazaba, el sendero hacia el Juego de Bolos o el pronunciado zigzag hacia la laguna de la Mosca. Pero con diferencia lo que más me impresionó fue el sendero del vasar del Mulhacén, creo que no sería capaz de enfrentarme a ese barranco por una vereda tan estrecha y tortuosa.

En vez de bajar hasta la Caldera, acortamos por el canchal buscando directamente el sendero que baja por el río Mulhacén hasta el refugio de Poqueira, donde ya han empezado las obras y no pudimos detenernos a tomar unas cervezas, sino que seguimos por la pista hasta el alto del Chorrillo donde llegamos con más de media hora de adelanto sobre el horario de recogida de la lanzadera (18:00).